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murió ray dennis steckler


Autor de películas baratas. A los 70.
[Douglas Martin] "¡VEA el jorobado del camino en un duelo a muerte con los zombis revueltos! ¡VEA el primer monstruo musical del mundo!"
Una escena de la primera obra del poco convencional director Ray Dennis Stecler, ‘Extrañas criaturas’ [The Incredibly Strange Creatures Who Stopped Living and Became Mixed-Up Zombies!!?] (1964), con un presupuesto de 38 mil dólares.
Así instaba un anuncio de ‘Extrañas criaturas’, el tour de force cinematográfico de 1964, de Ray Dennis Steckler, un director cuyas imposibles tramas iban más allá de los zombis para mostrar a superhéroes, roqueros, chicas de playa en bikini- y el florecimiento de lo que algunos vieron como una pieza inspirada.
Los fans de su culto destacan escenas como la de ‘The Thrill Killers’ (1964), en la que Mort (Mad Dog) Click apuñala a muerte a una prostituta en su oscuro cuarto de hotel, mientras fuera titila una luz de neón en perfecto contrapunto con el cuchillo que se hunde en la carne.
Así que cuando su esposa Katherine anunció la muerte de Steckler por insuficiencia cardiaca, a los setenta años, el 7 de enero en Las Vegas, la red se llenó de comentarios sobre él.
"No está muerto", insistía un bloguero en MetaFilter Community Weblog (metafilter.com). "Vive en cada trémulo y oscuro corazón de los maníacos del cine; su alma parpadea sobre las superficies de córneas y psiques cicatrizados por la brillantez de su cine brillante y diabólicamente horripilante".
En los sesenta y setenta, el trabajo de Steckler -finalmente hizo más de dos docenas de películas- fascinaba al público en autocine y en teatros con el suelo pegajoso por los refrescos derramados. Luego se desvaneció tanto que Michael y Harry Medved filosofaron en su libro de 1980, ‘Premio Pavo Dorado’ [The Golden Turkey Awards], que ‘Extrañas criaturas’ no había existido nunca. Algunos asumieron que se trataba de una broma de la revista Famous Monsters of Filmland.
Pero como un cuerpo arrojado en un lago, finalmente ‘Extrañas criaturas’ salió a superficie en la televisión por cable y en video, en festivales de cine y en clases de cine en la universidad. Directores como David Lynch, John Waters y Quentin Tarantino se inspiraron en películas decididamente B, y el nombre de Steckler empezó a ser mencionado junto con los de maestros del género, como Russ Meyer y Ed Wood.
En su libro ‘Incredibly Strange Films’ (1985), V. Vale y Andrea Juno aplaudieron las películas de Steckler como "raras, individualistas y radicales", ejemplificando una "libertad sin límites" imposible en los grandes estudios.
"No creo que me permitan en Hollywood: tengo que entrar y salir a escondidas", dijo en una entrevista para el libro. "No estoy diciendo que sea una gran director ni nada por el estilo; sólo estoy tratando de ser diferente, no quiero ser como los demás".

Raymond Dennis Steckler nació el 25 de enero de 1938 en Reading, Pensilvania. Su pasión por el cine empezó los largos sábados que pasaba en el teatro mientras su abuela, que lo había criado, trabajaba en un taller de ropa interior.
Cuando tenía quince, su padrastro le regaló una cámara de cine de ocho milímetros y reclutó a sus amigos para rodar una película sobre piratas. Casi se ahogaron todos en una balsa hecha a mano. Luego, durante su servicio militar Steckler estudió fotografía. En 1959, contó su esposa, él y un amigo llamado Punchie condujeron en dirección oeste hasta que su coche se reventó en la esquina de Hollywood con Vine.
Steckler encontró trabajo como encargado de la utilería, para avanzar luego hasta camarógrafo. En 1962 rodó ‘The World’s Greatest Sinner’, dirigida por el actor protagonista Timothy Carey, con música de un joven Frank Zappa. Esa película es considerada un clásico del cine ahora.
En 1963 empezó a producir y dirigir ‘Extrañas criaturas’, haciendo él mismo (bajo el nombre de Cash Flagg) el papel de estrella. La película combina una adivina de carnaval, zombis desfigurados, pacos gatillo rápido y tipos que arrojan ácido a la cara de la gente -sazonados con números musicales al estilo de Las Vegas.
Crystal Guillory, vicepresidente del Festival del Peor Cine del Mundo de Nueva Orleans [New Orleans Worst Film Festival], percibió un mensaje en todo esto. Lo resumió así en horror-wood.com:
"No visites a la adivina de grandes lunares con una hermana que trabaje como striptisera, o te convertirás en zombi. Esto puede ser tan importante como la Regla de Oro, pero es un punto final sobre el que pensar".
Si la película se ve buena -y casi todos dicen que lo es-, le debe mucho a los que la fotografiaron. El director de fotografía era Joseph V. Mascelli, que escribió ‘The Five Cs of Cinematography’. Le ayudaron dos émigrés húngaros, que luego llegarían a ser importantes directores: Vilmos Zsigmond y Laszlo Kovacs.
Steckler hizo ‘Extrañas criaturas’ con 38 mil dólares, lo más que gastó en una película en su vida. De algún modo la pobreza sustentó su proteica productividad.
Sin guiones. Usando como actores a parientes y niños del vecindario. De algún modo meter dos actores en la misma escenas. Entrando a escondidas en edificios abandonados para tomas de interior. Utilizando el coche de la familia. Esquivando nerviosos a los inspectores sindicales. Sincronizando después.
Los actores no eran pagados: uno que no sabía inglés se aprendió el diálogo fonéticamente. Una vez haciendo una película, a Steckler le pegaron por accidente y perdió sus dientes incisivos. Antes que perder un día de rodaje, remplazó los dientes con pequeños pedazos de Styrofoam.
Su ‘Baty y Roby contra el crimen’ [Rat Pfink a Boo Boo] (1966) fue una película policial psicológica hasta mediados del rodaje. Entonces Steckler tuvo una idea: ¿no sería divertido si Batman y Robin salieron del clóset? Así que la segunda parte de la película fue una parodia de un superhéroe idiota.
El resultado de este enfoque incoherente era intrigante. Michael Veldon, que ha escrito extensamente sobre películas muy, muy inusuales, dijo en una entrevista el jueves: "Tenía su manera de mezclar cosas infantiles con un tipo de cosas realmente bizarras adultas. No sabías de dónde venía".
Steckler se mudó a Las Vegas en 1970 y siguió haciendo películas, incluyendo películas pornográficas suaves (fue su período azul). Algunos de sus trabajos posteriores fueron hecho con seudónimos. Daba clases de cine en la Universidad de Nevada, Las Vegas, y era dueño de videotecas.
El primer matrimonio de Steckler, con la actriz Carolyn Brandt, terminó en divorcio. Le sobreviven su esposa durante veintitrés años, Katherine Steckler; dos hijas de su primer matrimonio, Linda Arnold, de Maui, Hawai, y Laura Steckler, de Sunland, California; dos hijas de su segundo matrimonio, Morgan y Bailey Steckler, las dos de Las Vegas; su hermana, Judy Conrad, de Reading; y dos nietos.
Una de las invenciones cinemáticas más notorias de Steckler fue la ‘Hipnovisión alucinógena’ [Hallucinogenic Hypnovision], que implicaba que los acomodadores usaran máscaras de zombi y rebotaran por los pasillos con cuchillos de goma. A veces participaba, hasta que un cliente le disparó con una escopeta de perdigones.

12 de febrero de 2009
1 de febrero de 2009
©new york times
cc traducción mQh
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extrañas criaturas (resumen)


Extraña película lo pone a la par de Ed Wood.

Pese a su inexplicable rareza, este monstruoso musical del director de cine de culto Ray Dennis Steckler es no solamente su mejor película, sino además la más entretenida. De visita con amigos en un carnaval, el despreocupado Jerry (Steckler, como Cash Flagg) es hipnotizado por una diabólica adivina gitana Madam Estrella (Brett O’Hara) y convertido en un zombi asesino. Sorprendentemente, las partes más competentes de la película son los números de baile en el club nocturno del carnaval, The Hungry Mouth, con coristas bonitas y vestidos elegantes, canciones muy razonables y un divertido striptease de Erina Enyo. Estrella ataca a sus víctimas arrojándoles ácido en la cara y las mantiene encerradas en una jaula, pero se sueltan, estrangulándola a ella y a su feo ayudante Ortega (Jack Bradyt). Jerry, ahora un asesino lleno de cicatrices, escapa a la playa, donde cae bajo los disparos de la policía. El habitué del cine de culto, Titut Moody (Pit Stop) hace de vagabundo, y se dice que en la película también trabajó James Woods, como extra. La primera mujer de Steckler, Carolyn Brandt, que fue la estrella de la mayoría de sus películas, es Marge, una bailarina alcohólica que se emborracha tanto que se cae durante los ensayos.
El incomprensible actor griego Atlas King y el co-guionista Gene Pollock también aparecen en esta rara película, presentada en ‘Hipnovisión alucinógena’. Cuando fue reestrenada como ‘Teenage Psycho Meets Bloody Mary’, hombres con máscaras de zombi corrían por el teatro tratando de asustar a la gente. Entre los camarógrafos de esta cursi aunque bonita producción, se encontraban luminarias como Joseph V. Mascelli, Vilmos Zsigmond, y Laszlo Kovacs.

Robert Firsching
12 de febrero de 2009
1 de febrero de 2009
©new york times 
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