Blogia
mQh

atrapan a espías cubanos


Ex funcionario y su esposas son acusados de espiar para Cuba. La fiscalía dice que Walter Kendall Myers y Gwendolyn Steingraber Myers, ambos en los setenta, trabajaban para el régimen de Fidel Castro.
[Josh Meyer] Washington, Estados Unidos. Durante casi treinta años, el ahora retirado funcionario del Departamento de Estado, y su esposa, conspiraron para entregar al gobierno cubano informaciones reservadas, empezando con secretos guardados en carritos de supermercado y culminando en mensajes de correo electrónico codificados enviados desde cybercafés, informaron el viernes las autoridades federales.
Walter Kendall Myers, 72, era conocido para sus contactos como ‘Agente 202’, de acuerdo a la acusación y querella criminal presentadas aquí en un tribunal federal. Gwendolyn Steingraber Myers, 71, era la ‘Agente 123’.
Funcionarios del ministerio de Justicia dijeron que, sobre la base de lo que pueden haber transmitido a Cuba en el curso de los años, la pareja, especialmente Kendall Myers, representaba un serio peligro para la seguridad nacional.
"Las actividades clandestinas descritas en la acusación, que se extendieron durante casi tres décadas, son increíblemente graves", dijo David Kriss, fiscal asistente para la seguridad nacional.
La pareja se declaró inocente en la comparecencia ante la corte el viernes tarde para responder a la acusación de haber trabajado como agentes clandestinos del gobierno cubano, y estafa electrónica. Fueron detenidos en régimen de prisión preventiva a la espera de la audiencia de acusación este miércoles.
Representantes en Washington del gobierno cubano no pudieron ser localizados para pedir sus comentarios. Thomas Green, un abogado identificado como defensor de la pareja, tampoco pudo ser localizado.
La acusación sugiere con dramáticos y extensos detalles que los Myers espiaron por simpatía hacia Cuba y su líder Fidel Castro, y llevados por las ansias de aventura.
La pareja recibía poco a modo de pago, dicen los documentos. En lugar de eso, se dice que recibieron medallas del gobierno comunista -y que incluso tuvieron un encuentro de cuatro horas con Castro en 1995. De acuerdo a los documentos, Castro visitó a la pareja en una pequeña casa en Cuba donde estaban alojando después de viajar por México con identidades falsas.
La fiscalía dice que la pareja también viajó a Trinidad y Tobago, Jamaica, México, Brasil, Ecuador y Argentina, para reunirse con contactos cubanos.
La secretaria de Estado, Hillary Rodham Clinton, ordenó un sumario interno del caso, un "estudio comprehensivo de los daños, en coordinación con la comunidad de inteligencia" y una completa revisión de procedimientos de seguridad actuales y pasados del Departamento de Estados para prevenir ese tipo de brechas en el futuro.
"La secretaria de Estado toma muy en serio este asunto, como cualquier otra acusación de conductas delictivas", dijo el ministerio en una declaración.
La detención de los Myers, dijo el ministerio, se produjo después de una investigación conjunta del FBI y la Oficina de Seguridad Diplomática del Departamento de Estado que duró tres años, que empezó como una pesquisa interna de Kendall Myers como "probable" agente cubano.
Él y la que entonces era su novia fueron reclutados en 1978 después de que visitaran la isla por invitación de un funcionario del gobierno cubano en Nueva York. En esa época Kendall Myers trabajaba como instructor en el Instituto de Servicio Exterior del Departamento de Estado.
"Cuba es muy excitante", escribió Kendall Myers en un diario de vida que escribió durante el viaje, de acuerdo a la acusación de la fiscalía. También escribió que Cuba era mejor que Estados Unidos en cuanto a seguro médico y otros servicios sociales.
Agentes de inteligencia en Cuba presuntamente estudiaron a Kendall Myers y lo consideraron un posible recluta, para lo cual enviaron a un operativo a visitar a la pareja en Dakota del Norte. Supuestamente los dos accedieron a trabajar como agentes clandestinos.
Cuba entonces ordenó a Kendall Myers dirigirse a Washington y conseguir un trabajo en el Departamento de Estado o en la CIA, de modo que estuviera en mejor posición para espiar al gobierno de Estados Unidos, dice la acusación.
Aparentemente el plan funcionó mejor de lo que se habían imaginado en Cuba.
"Se introduce [en el ministerio] y empieza a recibir emisiones de radio en onda corta desde Cuba en su departamento aquí en Cathedral Avenue", dijo un funcionario del ministerio de Justicia, que habló a condición de conservar el anonimato debido a que la investigación aún continúa.
Kendall Myers trató primero de conseguir empleo en la CIA, pero no tuvo éxito. Pero empezó pronto a trabajar con el Buró de Inteligencia e Investigación del Departamento de Estado. Desde 2001 hasta su jubilación en octubre de 2007, fue analista para Europa, donde tenía acceso a informaciones confidenciales como especialista en análisis de inteligencia.
En su último año en el Departamento de Estado, Kendall Myers revisó más de doscientos informes reservados sobre Cuba, la mayor parte de ellos con el sello ‘Secret’ o ‘Top Secret’, dice la acusación.
Steingraber Myers, que trabajaba en un banco, nunca obtuvo una autorización de seguridad del gobierno. Pero se la acusa de haber hecho gran parte del trabajo pesado de la operación de espionaje, especialmente en la entrega de la información.
En un momento empezó a pasar información en un carrito de supermercado, dice la acusación, porque "ahora tienen cámaras" en las tiendas.
En los últimos años, se dice que los dos dejaron de espiar y tenían miedo de ser atrapados. Indicaron que tenían interés en marcharse "a casa" -Cuba- en un velero, dice fiscalía.
Pero el 15 de abril, hombre que dijo que era colega del contacto cubano de Kendall Myers lo paró en la calle, le dio un cigarro por su cumpleaños y le propuso un encuentro.
El hombre se reunió varias veces con la pareja, que parecieron estar interesados en ayudar a Cuba y accedieron a utilizar un nuevo aparato para codificar mensajes de correo electrónico, dice la acusación.
Presuntamente la pareja entretuvo al nuevo contacto con historias de sus logros, pero cuando llegaron para una reunión con él el jueves a un hotel en Washington, fueron arrestados discretamente. El contacto, dice la fiscalía, era un agente encubierto del FBI.
Su detención se produce en momentos en que el gobierno de Cuba intenta acercarse a Cuba y busca aliviar décadas de restricciones, incluyendo de cubano-americanos a la isla.
Si llegan a ser condenados, los Myers arriesgan sentencias máximas de hasta veinte años de cárcel cada uno por cargos de fraude electrónico, y hasta quince años por cargos de conspiración y por haber servido como agentes secretos de un gobierno extranjero.

6 de junio de 2009
©los angeles times
cc traducción mQh
rss

1 comentario

Jordan Flight 45 -

The fiercest agonies have shortest reign.