jueza debería haberse excusado
20 de marzo de 2010
El subsecretario de Promoción de Derechos Humanos, Martín Gras, recordó que el coronel Luis Sarmiento era el jefe del grupo que lo torturó durante la dictadura de Lanusse. Duhalde consideró que la jueza no podía desconocer que su padre estaba siendo investigado.
Argentina. "Yo lo conocí, fui torturado por un equipo del Ejército que se identificaba como gente del II Cuerpo y Sarmiento hacía pocos meses que se había hecho cargo de Inteligencia ahí, y en las esferas de su peculiar calaña se lo conocía como ‘el mago de la picana’", dijo ayer el subsecretario de Promoción de Derechos Humanos, Martín Gras, sobre el coronel Luis Sarmiento, investigado por delitos de lesa humanidad. Fue durante una conferencia de prensa de la que también participó el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde. "En lugar de excusarse cuando le tocó actuar, intervino y falló en contra del gobierno nacional. ¿Quién entonces usó los estrados judiciales para ejercer presión o represalias?", dijo el funcionario al referirse a la hija del coronel, la jueza en lo contencioso administrativo María José Sarmiento.
Gras relató que fue detenido cinco días en Rosario en 1971 y torturado por militares al mando de Sarmiento, quien "en esa época no era un anciano de 85 años sino que era un activo y emprendedor oficial jefe recién ascendido". El funcionario explicó que en mayo de 1971, durante la dictadura de Alejando Lanusse, Sarmiento fue designado jefe de Inteligencia del Comando del Segundo Cuerpo de Ejército, en Rosario.
"Fui torturado cinco días en la Jefatura de la Policía provincial, lo cual incluyó varios simulacros de ejecución a orillas del río (Paraná), aplicación de picanas y golpes", rememoró Gras. Añadió que el padre de la jueza estudió en la "Escuela de las Américas, fue entrenado por los americanos en la técnica de terrorismo de Estado y tortura" y en la época en la que fue asignado al II Cuerpo "evidentemente estaba haciendo méritos". El funcionario lo denunció como "directo responsable" de la tortura y muerte del estudiante y militante de la JP Angel Brandazza, en noviembre de 1972 en Rosario, hecho por el cual dos policías lo señalaron como "el aplicador de la picana" al joven.
Gras dijo que más allá de que hoy "el coronel Sarmiento parece ser un anciano en silla de ruedas, lo cual evidentemente suena conmovedor" es "razonable que sea juzgado con todos los derechos y garantías en el marco del sistema legal". Pero destacó que "lo que esta gente hizo no se equipara con las detenciones que en estos momentos pueden llegar a recibir (los represores) por aplicación del Código Penal". A modo de conclusión confesó: "No me alegra, no me satisface, pero tengo que recordar que yo conocí a este hombre y su equipo de operaciones cuando no tenía 85 años. Se busca justicia sobre lo que esta gente hizo no sobre lo que es ahora".
Por su parte, el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, acusó a la jueza María José Sarmiento de "usar los estrados judiciales para ejercer represalias", luego de que la magistrada relacionara la detención de su padre con el fallo judicial que adoptó contra el Fondo del Bicentenario. Duhalde precisó que la secretaría "está querellando al padre. Ella debió excusarse" y puntualizó que el Gobierno no había querido ejercer el dato del parentesco en su momento, porque "era ella la que debía excusarse por una cuestión de ética". El secretario agregó que la fiscal Graciela Susana Costa había pedido la indagatoria y procesamiento del coronel Sarmiento en febrero de 2008, para que responda por 43 hechos relacionados con delitos de la represión ilegal.
Según Duhalde, la jueza Sarmiento no podía ignorar que su padre estaba siendo investigado por crímenes de lesa humanidad. "Ahora nos resulta más clara la arbitrariedad de las resoluciones de la jueza Sarmiento", expresó el funcionario, quien señaló además que la causa contra el militar se inició en la Justicia de Misiones en 2005 y recién en febrero de 2008 la Secretaría de Derechos Humanos se presentó como querellante para dar impulso a la investigación. "Es lamentable que (la jueza Sarmiento) critique la decisión judicial de otro, suponiendo que es una presión, una venganza, asumiendo que es un acto por otro fallo de ella de hace dos meses y no por los delitos cometidos por su padre", argumentó Duhalde. Cuando se le mencionó que la jueza dijo sentirse presionada, Duhalde ironizó: "Que vaya al psicólogo, la orden de detención contra su padre es una decisión de la Justicia, no existe el delito de parentesco".
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