se entregó asesino a sueldo
22 de marzo de 2010
Se entregó Raúl Flores, el asesino confeso del sindicalista camionero Abel Beroiz. Se había fugado del penal de Piñero el pasado 3 de marzo en una camioneta de reparto de pan. Lo buscaban intensamente.
Argentina. Después de pasar 17 días prófugo y tras una cinematográfica fuga del penal de Piñero; se presentó ayer en los tribunales de Rosario Raúl Flores, el confeso asesino del sindicalista de Camioneros Abel Beroiz. La fuga de Flores del flamante penal de la provincia había generado una amplio malestar en las autoridades de seguridad de la provincia y puso bajo sospecha a personal del servicio penitenciario cuando se supo que Flores había fugado escondido en una camioneta que sacaba el pan fabricado en esa cárcel. Fuentes policiales aseguraban ayer que la presentación de Flores en el juzgado a cargo de Juan Donnola, se dió después de "un intenso trabajo policial y judicial para encontrarlo".
Flores se presentó en el juzgado de Instrucción 7, a cargo del juez Donnola y según explicaron fuentes judiciales, la presión que se ejerció en los últimos días sobre el sicario, alrededor del que se iba cerrando un círculo, terminó por determinar la entrega del evadido. Cómo sea, no fue la policía la que lo encontró. Flores, prestó declaración después del mediodía en el marco de la causa por el homicidio y también lo hizo en referencia a la causa abierta en su contra por la evasión.
El matador de Beroiz había sido detenido en marzo de 2008 acusado del crimen del secretario general del Sindicato de Camioneros de Santa Fe. El 3 de marzo pasado se escapó burlando los 3 controles de la cárcel de Piñero a bordo del utilitario que repartía el pan. La Justicia investiga si hubo facilitamiento del personal penitenciario para concretar la fuga. Y ya fueron relevados varios guardias involucrados en el hecho y un funcionario que había sido abogado de Flores.
La madrugada del 27 de noviembre de 2007 en el estacionamiento subterráneo del Automóvil Club Argentino, ubicado en San Luis y San Martín, el sindicalista Abel Beroiz iba a abordar su coche cuando fue interceptado por Flores y un cómplice que salieron de las sombras para sorprenderlo. El gremialista cercano a Moyano mantuvo una breve discusión con los dos hombres y luego recibió tres disparos de arma de fuego y varias puñaladas que terminaron con su vida.
En la primer declaración luego de su detención por aquel crimen, Flores confesó ante el ex juez Osvaldo Barbero que le habían encargado el asesinato para desplazar a Beroiz de la conducción sindical y que por el trabajo le iban a pagar 80 mil pesos. En distintas etapas de la causa, y tras reconocer que estaba "amenazado", fue dando los nombres de quienes fueron sus contactos para concretar el crimen y así fueron cayendo presos los que actualmente están procesados.
Tras la fuga de Flores del penal de Piñero, el hijo del asesinado dirigente Beroiz presentó una denuncia penal contra funcionarios del gobierno de la provincia de Santa Fe. Abel hijo pidió que la Justicia investigue las responsabilidades de varios funcionarios, entre ellos, los de máxima responsabilidad en el ministerio de Seguridad de la provincia. Y había solicitado que se determinara si alguno de los integrantes del gobierno santafesino incurrió en "incumplimiento de los deberes de funcionario público" al no haber impartido órdenes para una debida vigilancia en la cárcel de Piñero donde se produjo la fuga de Raúl Flores. Esto en función de que el propio Flores había contado cómo salía de una comisaría en la que había estado detenido por otros delitos, "para robar mandado por la propia policía", según dijo en su momento.
©rosario 12
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