lo mataron por eludir control
La policía mató por la espalda a un chico de 19 años sobre su ciclomotor. A un año del asesinato de una pareja, un policía mató de un escopetazo a un chico que se alejaba después de mostrar sus documentos. El agente está preso y hay movilizaciones en la ciudad contra la impunidad.
[Karina Micheletto] Baradero, Argentina. El asesinato de un joven de 19 años por un agente de la Bonaerense, según la reconstrucción de los hechos de un balazo por la espalda, sacude a la ciudad de Baradero. El caso volvió a poner en tela de juicio la actuación de una fuerza cuyo jefe máximo, Juan Carlos Paggi, se hizo presente ayer para prometer investigaciones del caso. Los baraderenses se dividen entre la indiferencia de algunos, las justificaciones veladas con argumentos difusos sobre la inseguridad de otros, y la impotencia y la bronca de muchos que denuncian ésta como "una muerte anunciada". Los familiares y amigos de Lucas Rotela, el joven asesinado, organizaron ayer diversas marchas frente a la municipalidad, el hospital donde fue atendido el chico y la comisaría, donde se registraron algunos incidentes.
Lucas había cumplido el jueves 19 años, trabajaba como peón de albañil y vivía en el barrio Bernabé de San Martín. Ayer a las 4.30 de la mañana se encontraba con dos amigos en la Plaza Colón, cuando un móvil de la policía se acercó y les pidió la documentación de sus motos de pequeña cilindrada. Según los amigos de Lucas, los jóvenes ofrecieron la documentación. El error de Lucas fue subirse inmediatamente a su moto y acelerar. Uno de los agentes, el detenido Gonzalo Kapp, le disparó con una Itaka primero dos balas de goma, luego una de plomo cuyos perdigones dieron en la espalda del chico, a una distancia que según testigos y primeros peritajes no supera los 50 metros. Américo Marzoa, uno de los chicos que estaban en la plaza con Lucas, fue apuntado por otro agente en la cabeza y detenido.
El intendente Aldo Carossi admitió ayer en la conferencia de prensa que dio junto al jefe policial Paggi que no hay explicación posible para "este homicidio increíble", según lo definió. La causa abierta fue caratulada como homicidio calificado.
Las escenas que se viven por estas horas en esta ciudad en el kilómetro 142 de la Ruta Nacional 9 pueden sintetizar una agenda trágica. Las primeras reacciones registradas por Página/12 ayer por la mañana apuntaban a "la inseguridad" como culpable principal del hecho. "Hay que vivir acá para opinar", "Estamos hartos de que nos roben", se escuchó. Resultó que el chico estaba desarmado y no tenía antecedentes policiales. Las marchas de amigos y familiares de Lucas Rotela frente a la plaza central enfrentaron a algunos feriantes, que llegaron para exponer lo suyo en el marco del Festival de Música Popular, que comenzó en esta ciudad el jueves pasado y cuyas jornadas de ayer y de hoy se reprogramaron para el 25 y 26.
Algunos cerraron sus puestos en señal de luto, otros colgaron las fotocopias apuradas de "Justicia por Lucas" que hicieron los amigos del joven asesinado, otros les hicieron saber a los manifestantes que habían pagado por sus puestos y no pensaban cerrarlos. El hecho hace revivir otras dos muertes de jóvenes en moto en esta ciudad, la pareja que el 21 de marzo fue muerta cuando era perseguida por un móvil de la Policía de Tránsito, con el posterior intento de encubrimiento y la represión a quienes se movilizaron exigiendo justicia. El jefe de la policía local, Raúl Franzoia, hacia quien apuntaron todos desde entonces, continúa en su puesto.
13 de febrero de 2011
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