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murió john miner


Investigó la muerte de Marilyn Monroe.
[Dennis McLellan] Murió John W. Miner, ex fiscal de distrito del condado de Los Angeles que investigó la muerte de Marilyn Monroe en 1962 y en los últimos años causó sensación al revelar el contenido de las cintas privadas que la actriz grabó para su psiquiatra antes de su muerte. Tenía 92 años.
Miner, que creía que las cintas ayudaron a probar que Monroe no era suicida, murió de causas naturales el 25 de febrero en un hospital de Los Angeles -informó Keya Morgan, que entrevistó a Miner para un libro de próxima aparición y un documental sobre la muerte de Monroe.
"John Miner era un abogado extraordinario", dijo el Dr. Cyril Wecht, abogado y patólogo forense, que conoció a Miner en 1963.
"Poseía una aguda mente jurídica, tenía un refinado intelecto y el deseo y la voluntad de aprender todo lo que podía sobre las varias especialidades científicas forenses para ser aplicadas a casos individuales", dijo Wecht.
Durante sus años como director de la sección médico-legal de la fiscalía, Miner estuvo presente en las autopsias de Monroe, del senador Robert F. Kennedy y de las víctimas de los asesinatos de Manson, y estuvo involucrado en los juicios de los casos Kennedy y Manson.
"Estaba encargado de cerciorarse de que las muestras corporales y artefactos fueran conservados adecuadamente para los juicios", contó Morgan, que entrevistó a Miner muchas veces en los últimos años para sus proyectos sobre Monroe.
Fue en las primeras horas del 5 de agosto de 1962 cuando la subcomisaría de policía de Los Angeles West recibió la llamada de que Monroe había muerto en su casa en Brentwood.
La autopsia conducida por el Dr. Thomas Noguchi, entonces médico forense adjunto, concluyó que Monroe, de 36 años, había muerto por una aguda intoxicación con barbitúricos, y su muerte fue clasificada como "probable suicidio".
El informe de la autopsia decía que "el estómago está casi completamente vacío. No se observa ningún residuo de píldoras".
"El nivel tóxico era tan alto que debe haber ingerido entre sesenta y setenta píldoras", dijo Morgan.
"Miner dijo que era el caso más extraño en la historia de Estados Unidos, porque todas las muestras corporales desaparecieron de un día para otro, incluyendo el hígado, el riñón y el estómago y sus contenidos, que podrían haber establecido definitivamente que ella no se suicidó", dijo Morgan.
Miner, que creía que a Monroe le habían suministrado un enema del barbitúrico Nembutal, nunca cambió su opinión de que Monroe no se suicidó. Creía firmemente que había sido asesinada.
A su creencia de que Monroe no era suicida, contribuyeron las cintas que la actriz había grabado para su psiquiatra, el Dr. Ralph Greenson.
Como informó un reportaje de primera plana de Times en 2005, Greenson permitió a Miner escuchar las cintas de Monroe durante su investigación de 1962, a condición de que no revelara nunca el contenido.
Miner contó que había tomado "extensas" notas, "casi literalmente", de las cintas. Times informó que Miner rompió su promesa muchos años después de la muerte del psiquiatra sólo porque algunos biógrafos de Monroe sugirieron que Greenson debería ser considerado un sospechoso en la muerte de la estrella.
Cuando eso ocurrió, Miner pidió a la viuda de Greenson que lo liberara de su promesa.
Entre las cosas sobre las que Monroe habló en esas cintas, de acuerdo a las notas de Miner, estaba su adoración de Clark Gable, un encuentro sexual con Joan Crawford, el fracaso de sus matrimonios con Joe DiMaggio y Arthur Miler y su deseo de ser tomada en serio como actriz.
Monroe también elogió al presidente John F. Kennedy, pero sin indicar que habían tenido una aventura.
Hablando sobre Robert F. Kennedy, fiscal general de Estados Unidos, Monroe dijo: "Como ves, no hay sitio en mi vida para él. No tengo el coraje de confrontarlo y herirlo. Quiero que alguien le diga que se acabó. Pensé en pedírselo al presidente, pero no pude hablar con él".
Según informó el Times, Miner sostuvo que los que leyeran la transcripción llegarían todos a la conclusión de que "no era posible que esta mujer se haya suicidado. Tenía planes de futuro muy específicos".
Pese a los que encontraron creíble a Miner, el periodista del Times, Robert W. Welkos escribió que "aceptar la historia de Miner es dar un paso de fe: él es el único hombre vivo que todavía reclama haber oído las cintas. Greenson murió en 1979, y Miner creía que había destruido las cintas".
Una revisión del caso Monroe en 1982 de la fiscalía concluyó que no habían "evidencias creíbles que sustenten la teoría del asesinato".

Miner nació el 20 de diciembre de 1918 en Cleveland Heights, Ohio. Se licenció y doctoró en la Universidad de California en Los Angeles, UCLA, y tuvo una práctica privada antes de incorporarse a la fiscalía de distrito en 1959. En 1963 empezó a enseñar en el Instituto de Psiquiatría, Derecho y Ciencias de la Conducta, de la Universidad de Carolina del Sur, USC. Renunció a la fiscalía en 1970.
Le sobreviven una hija y un hermano.
5 de marzo de 2011
4 de marzo de 2011
©los angeles times

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