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para prevenir la tortura


La Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados firmó el dictamen favorable del proyecto que prevé mecanismos para prevenir la tortura y que había perdido estado parlamentario. Ahora, el proyecto debe atravesar la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamentos.
Argentina. El tema ya tiene acuerdo y hay compromiso de no abrir disidencias. El año pasado ya existía dictamen unificado pero el proyecto venció su plazo de dos años y tuvo que ser revalidado.
Argentina está demorada siete años en el cumplimiento de la implementación de los Mecanismos de Prevención de la Tortura, tal su compromiso en el plano internacional. En el interín, no se produjeron torturas en las cárceles federales, salvo algún orinado mientras era pateado en el piso con las muñecas atadas; algún otro que fue golpeado más que lo habitual, otros que terminaron 15 días encerrados en la oscuridad de los buzones, otros que fueron apartados de sus lugares de estudios universitarios. Y los videos de Mendoza que dieron la vuelta al mundo.
En fin, el 30 de marzo y el 4 de abril se sustancia un juicio por torturas en la cárcel de Devoto en el que son procesados los agentes del Servicio Penitenciario Federal Maximiliano Carlos Barresi y Néstor Iñiguez. El caso ocurrió el 3 de julio de 2007, día en el que un grupo de detenidos ingresó a la unidad mencionada.
En dicha ocasión, fueron sometidos a una "Bienvenida", práctica habitual por parte de los penitenciarios al momento en que una persona privada de la libertad ingresa a una cárcel.
La referida práctica consiste en una serie de golpes, patadas y diversos tratos humillantes, que configuran el delito de tortura.
Las secuelas físicas de las víctimas de este caso fueron comprobadas mediante informes médicos, fotografías y otras constancias que constan en la causa.
También se recogieron testimonios concordantes que resaltan el carácter habitual y sistemático del castigo asestado por el grupo de agentes que llevó a cabo el procedimiento de requisa a los recién llegados:
"… al ingresar a Devoto, (fui) derivado a un salón grande denominado "Leonera", junto con otros detenidos (…) Que la golpiza recibida es a manera de "bienvenida" (…) empezaron a pegarme en todas partes del cuerpo, incluso con algún elemento como por ejemplo, el palo de goma que utilizan los del servicio, lo mismo que a las demás personas (…)" (fs. 67/69); otra de las víctimas manifestó que "recibió lo que se denomina "la bienvenida", esto es, una serie de golpes de mayor o menor intensidad que el personal del servicio penitenciario aplica a los internos que ingresan al centro de detención." (fs. 75/76); un tercero declaró que "… nos hicieron salir de la "leonera" en donde estábamos esperando, para pasar a un pasillo, donde desnudos nos obligaron a ponernos contra la pared, oportunidad en la que varios integrantes del servicio penitenciario federal comenzaron a darnos la "bienvenida", esto es, a darnos golpes por todas partes del cuerpo. En mi caso dos integrantes me daban trompadas en la zona del tórax y el abdomen, patadas en los tobillos y cachetadas en la cara y cabeza. Esa golpiza duró aproximadamente quince minutos. (…) recuerdo que a algunos, como por ejemplo a un señor de mayor edad, le dieron más cantidad de golpes y de mayor intensidad, llegando a vomitar sangre por la boca. Luego de esos quince minutos, fuimos llevados a otra leonera interna, donde nos hicieron esperar, para luego hacernos pasar de a dos por vez a un escritorio que había al final de la leonera y allí un funcionario del Servicio que creo recordar llevaba una camisa blanca, tenía un papel que te obligaban a firmar antes de hacerte ingresar en el pabellón de destino. Mientras este funcionario te hacía firmar, había cuatro integrantes más del servicio que me daban golpes por todas partes del cuerpo, a la vez que me obligaban a contestar preguntas que me hacían, bajo la fórmula o expresión "… si Señor … no Señor"; (fs. 96/97); un cuarto testigo señaló "(…) bajé solo hasta un lugar del que no recuerdo su denominación, pero que es donde se da la "bienvenida". Yo estuve ya detenido en otra oportunidad en Ezeiza y allí la "bienvenida" consiste en un leve cachetazo aplicado casi sin fuerza, en cambio, en devoto la cosa es mucho más violenta, sobre todo en los días en que hay un acontecimiento negativo, como ser por ejemplo, que pierda algún equipo de fútbol con el que simpatizan los integrantes del servicio (…) De la misma manera, si el detenido es extranjero, como en mi caso, la bienvenida en Devoto se pone más violenta. Además, el día de ingreso, varios de los integrantes del servicio tenían aliento a alcohol. (…) En la leonera hay un escritorio de metal donde había una persona sentada de la que solo recuerdo que era gordito, el que hacía las preguntas y a quien había que contestarle con la fórmula "si señor, no señor". En cuanto a los golpes que se propinaban allí, son de distinta forma. Se aplican patadas "voladoras", golpes con los palos que utilizan y de puño en cualquier parte del cuerpo (nuca, cara, etc.)" (fs. 133/134).
La información que se recibe del juicio oral, en fin, no es del todo agradable para los denunciantes, que tuvieron que resistir los sopapos de los jueces, la mirada en la nuca de los acusados, y la ausencia de mirada de la fiscalía, que supuestamente acompaña la denuncia.
Pero, fuera de esto, no hay tortura, lo que justifica la demora de siete años.
4 de abril de 2011
2 de abril de 2011
©horacio cecchi

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