piden anular juicio
Familiares de huelguistas mapuches piden anular juicio de Cañete. Se reunieron con el arzobispo Ricardo Ezzati, representantes del Instituto de Derechos Humanos, y el presidente de la Corte Suprema, Milton Juica. Rechazaron que la Corte de Apelaciones de Concepción vea recurso de nulidad.
El juicio de Cañete terminó con sentencias condenatorias de 25 años para Héctor Llaitul Carrillanca, y de 20 años para Ramón Llanquileo Pilquiman, José Huenuche Reiman, Jonathan Huillical Méndez.
En una carta al titular de la Suprema, los familiares manifestaron que resulta "alarmante" que los jueces consideraran en su sentencia "el testimonio de oídas de un policía de Investigaciones que habría escuchado la declaración ‘voluntaria’ de uno de nuestros familiares que supuestamente se habría auto inculpado e incriminado a otros comuneros", recalcando que "dicha declaración fue obtenida bajo tortura".
Asimismo, acusan una "aberración jurídica" por el "doble juzgamiento al que fueron sometidos, procesados por la justicia civil y militar al mismo tiempo".
Los representantes mapuches también dieron a conocer una declaración pública en que valoran que la Corte Suprema acogiera a trámite el recurso de nulidad presentado por la Defensa de sus familiares, recalcando que "corresponde que dicho recurso continúe su tramitación en la Corte Suprema".
Denunciaron "presiones del Ministerio Público, así como de los poderes económicos y políticos, que pretenden llevar dicho recurso a discusión a la Corte de Apelaciones de Concepción, misma Corte que reincorporó a los testigos sin rostro avalando, con ello, la aplicación de la Ley Antiterrorista durante el Juicio Oral de Cañete".
Subrayaron que una nueva intervención de la Corte de Apelaciones de Concepción "sería una nueva perversión jurídica que se sumaría a las ya existentes, lo que podría agudizar aún más la huelga de hambre de nuestros familiares".
De acuerdo a los familiares, los huelguistas han perdido una media de 14 kilos de peso y su salud se ha ido deteriorando.
28 de abril de 2011
©la nación
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