la argentina nazi
La revista Fierro que sale mañana con Página/12 entrega dos novedades de peso. Impulsado por Abuelas de Plaza de Mayo, ‘Historietas por la identidad’ propone otra herramienta cultural en la batalla por recuperar a los nietos. En ‘Los horneros’, Enrique Barreiro y Hernán Ferrúa, construyen la ucronía de una Argentina nazi.
[Lautaro Ortiz] Argentina. Dedicada a la memoria de Carlos Trillo, la Fierro que llegará mañana a los kioscos cumple (otra vez) con una de sus premisas básicas: entregar a los lectores una publicación diferente cada segundo sábado de cada mes. Y eso sucede con esta edición que –además de las historias de "continuará"– agrega el proyecto ‘Historietas por la identidad’ (impulsado por Abuelas de Plaza de Mayo) y lanza el primer capítulo de ‘Los horneros’, relato épico de la lucha callejera donde se establece un cruce temporal entre la Argentina país y la Alemania de Hitler.
Alcanzar las 55 ediciones no es un dato menor, ni una mera coincidencia numérica. Tal como advierte Juan Sasturain, la cifra "tiene connotaciones –como lacónica fecha– muy fuertes en este país. Es el (lejano) año de la caída de Perón. Quiero decir: del derrocamiento de Perón, porque las cosas –los gobiernos– no se caen: alguien empuja y los voltea". Y está íntimamente ligada a cierta revisión histórica y política que vienen realizando los autores en las páginas de la revista, como son los casos de ‘El maquinista del General’ (Calvi), ‘Veinte verdades’ (Aguirre) y la flamante ‘Los horneros’. "Si estuviera hablando de la vieja Fierro de los ochenta no me extrañaría –dice Sasturain–, porque había una explícita búsqueda de ese (y otro) tipo de contenidos. Aquella era –dicho imperfecta, groseramente– una revista más ‘politizada’ que ésta de hoy. Sin embargo, las referencias y alusiones políticas (al peronismo) se han ido colando en estas historietas argentinas. Signo de los tiempos."
Este proyecto se enmarca en la campaña que Abuelas de Plaza de Mayo lleva adelante por recuperar a los nietos de los desaparecidos durante la dictadura cívico-militar. Y Fierro se suma publicando la primera de las historias –creada por el ilustrador y dibujante Matías Trillo– donde se relata desde la gráfica la historia de Ana María Lanzillotto y Domingo Menna, ambos desaparecidos en 1976. Por ese motivo, la investigadora Laura Vázquez –en su sección crítica ‘Ojo al cuadrito’– escribe un inteligente artículo que analiza la relación del arte y la memoria.
Desde las Abuelas de Plaza de Mayo se señala que la idea de ‘Historietas por la identidad’ "es un proyecto que se viene realizando desde hace mucho tiempo gracias a la colaboración y el trabajo de diversos dibujantes y guionistas, quienes abordaron historias puntuales. Cada una de esas historias incluye las fotos del grupo familiar, relatada desde la voz de un familiar generacionalmente próximo (el hermano). El fin de esta iniciativa es ampliar el alcance de las campañas hacia nuevos destinatarios y seguir promoviendo el acercamiento de más jóvenes. Inicialmente –aunque hay variantes–, el formato consta de dos páginas, e incluyen al menos una foto del papá, mamá y hermano. Es importante mencionar que a través de cada historia (una abuela, una familia, un hermano, etcétera) se intenta hablar de todos los casos, todos los nietos, y del plan sistemático de robo de niños".
Llegan ‘Los Horneros’
¿Qué hubiese pasado si la Alemania de Hitler no hubiese perdido la guerra? A partir de esa pregunta, el guionista Enrique Barreiro –hermano del autor de ‘Parque Chas’ y ‘Ministerio’, entre otras– elabora junto a su coequiper Hernán Ferrúa la historia de una lucha callejera en una Buenos Aires oprimida por el nazismo. El encargado de relatar gráficamente esta ficción es el dibujante Roberto Lorenzo –ayudante de Solano López–, que arriba a la revista mostrando todo lo aprendido junto al maestro.
"Los horneros es una historia de lucha de un pueblo contra un régimen despótico y opresivo, para conseguir al fin su libertad", sintetiza Barreiro, al tiempo que da datos sobre el origen: "Surgió de las ganas de escribir un policial negro de acción y suspenso con un fuerte contenido ideológico, ambientado en Argentina en los años ’50 o ’60. Fue entonces cuando por casualidad llegó a nuestras manos un mapa apócrifo de una Sudamérica nazi, y a partir de ahí, nació la ucronía de ‘Los horneros’.
La nueva historia de Fierro comienza con una poderosa explosión en plena calle y con la aparición del protagonista (Germán Fuentes), piloto argentino héroe de la Luftwaffe. "Es un oficial y un caballero que se rige por su propio código de honor y no obedece órdenes ciegamente", comenta Ferrúa. Fue en casa de Solano López donde se conformó la tríada creadora de esta historia: "Le contamos a Solano este nuevo proyecto y le encantó y ahí nomás, ni lerdos ni perezosos, se los ofrecimos. Pero como Solano estaba con mucho trabajo, alentó a Beto a aceptarlo", dice Barreiro. "De ahí en más fuimos buscando la estética apropiada y llegamos a definir la historia en 10 capítulos."
Y ‘Los horneros’ promete porque está la pluma de Barreiro, quien aprendió el oficio de contar mirando y leyendo las creaciones de su hermano mayor: "Ricardo tiene mucho que ver en mi elección de escribir guiones. Cuando era chico mi casa estaba repleta de revistas de historieta y las devoraba. Al crecer, yo era el primero en deleitarme con los guiones de mi hermano. A esto se sumaron las charlas que teníamos, en las cuales Ricardo creaba nuevos mundos con una facilidad pasmosa y una sonrisa de placer. Pasó poco tiempo hasta que me decidí a escribir mi primer guión, se lo mostré y ahí nomás, él se lo vendió a Skorpio. De él aprendí todo, pero lo más importante fue que la historieta no es sólo una lectura intrascendente y pasatista como algunos creen, sino que, por el contrario, debe tener un compromiso social y ético en su mensaje. Ricardo siempre se reivindicó como discípulo del maestro Oesterheld y yo me considero discípulo de él".
13 de mayo de 2011
©página 12
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