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memo legalizó asesinato de al-awlaki


Un memorando secreto de Estados Unidos legalizó el asesinato de un ciudadano.
[Charlie Savage] Washington, Estados Unidos. El memorándum jurídico secreto del gobierno de Obama que abrió la puerta al asesinato de Anwar al-Awlaki, el clérigo extremista musulmán nacido en Estados Unidos que se ocultaba en Yemen, determinó que el homicidio sería legítimo sólo si no fuera posible capturarlo vivo, de acuerdo a personas que han leído el documento.
El memo, escrito el año pasado, fue redactado después de meses de extensas deliberaciones de las agencias y ofrece una mirada al debate jurídico que condujo a una de las decisiones más significativas tomadas por el presidente Obama: aprobar el asesinato extrajudicial de un ciudadano estadounidense.
El documento secreto proporciona la justificación para actuar pese a un decreto presidencial que prohíbe los asesinatos, una ley federal contra el homicidio, garantías de la Carta de Derechos y varias restricciones de las leyes de guerra internacionales, de acuerdo a personas familiarizadas con el análisis. Sin embargo, el memo fue definido para que correspondiera estrictamente con el caso de Awlaki y no estableció una nueva doctrina legal que permita el asesinato selectivo de estadounidenses de los que se crea que representan un peligro terrorista.
El gobierno de Obama se ha negado a reconocer o discutir su papel en el ataque con avión no tripulado que mató a Awlaki el mes pasado y que sigue siendo técnicamente una operación encubierta. El gobierno también ha resistido los crecientes llamados a que entregue una explicación pública detallada de por qué los funcionarios consideraron legal asesinar a un ciudadano estadounidense, sentando un precedente que los estudiosos, activistas de derechos y otros dicen que ha intensificado la preocupación sobre el estado de derecho y las libertades civiles.
Pero el documento que explica la justificación del gobierno -un memorándum de unas cincuenta páginas de la Oficina de Asesoría Jurídica del ministerio de Justicia, completado hacia junio de 2010- fue descrito a condición de conservar el anonimato de las personas que lo han leído.
En lo esencial, el análisis jurídico concluyó que Awlaki podía ser asesinado legalmente si no fuera posible capturarlo, porque las agencias de inteligencia dijeron que estaba participando en una guerra entre Estados Unidos y al Qaeda y representaba una amenaza importante para los estadounidenses, así como porque las autoridades yemeníes eran incapaces de capturarlo, o no querían.
El memorándum, que escrito más de un año antes del asesinato de Awlaki, no estudia independientemente la calidad de la evidencia en su contra.
El gobierno no respondió a las peticiones de comentario sobre este reportaje.
Las deliberaciones para redactar el memo incluyeron reuniones en la Sala de Crisis de la Casa Blanca con dos importantes abogados del Pentágono, el Departamento de Estado, el Consejo Nacional de Seguridad y agencias de inteligencia.
Fue redactada principalmente por David Barron y Martin Lederman, que eran ambos abogados de la Oficina de Asesoría Jurídica en esa época, y fue firmada por Barron. La oficina puede haber aprobado oralmente un ataque contra Awlaki antes de completar su memorándum detallado. Varios informes de prensa de antes de junio de 2010 citan a funcionarios anónimos de contraterrorismo diciendo que Awlaki había sido incluido en una lista de búsqueda vivo o muerto hacia la época del atentado fallido contra un avión de pasajeros con destino a Detroit el 25 de diciembre de 2009. Awlaki fue acusado de ayudar a reclutar al operativo de esa misión.
Awlaki, que nació en Nuevo México, fue también acusado de jugar un papel en la fallida conspiración para atentar con bomba contra dos aviones de carga el año pasado como parte de un esquema de actividades que los funcionarios de contraterrorismo han dicho que mostraba que había pasado de ser meramente un propagandista -dictando sermones para justificar la violencia de musulmanes contra Estados Unidos- a jugar un rol operativo en los permanentes intentos de al Qaeda en la Península Arábiga de cometer atentados terroristas.
Otras aseveraciones sobre Awlaki incluyen que era líder del grupo que había llegado a ser "co-beligerante" con al Qaeda y que estaba impulsándola a tratar de atacar a Estados Unidos nuevamente. Los abogados también dijeron que capturarlo vivo entre aliados armados hostiles puede no ser posible si y cuando fuera localizado.
Sobre la base de esas premisas, el ministerio de Justicia concluyó que Awlaki estaba cubierto por la autorización para usar fuerza militar contra al Qaeda que el Congreso había aprobado poco después de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 -queriendo decir que era un blanco legítimo en el conflicto armado a menos que alguna otra prohibición legal anulara esa autoridad.
Entonces consideró posibles obstáculos y los rechazó cada uno a la vez.
Entre ellos estaba la orden presidencial que prohibía los asesinatos. Esa orden, concluyeron los abogados, bloqueaba el asesinato ilegal de líderes políticos en tiempos de paz, pero no el asesinato de un blanco legítimo en un conflicto armado.
Una ley federal que prohíbe a los estadounidenses matar a otros estadounidenses en el extranjero, no se aplicaba tampoco porque no es "asesinato" matar a un enemigo en tiempos de guerra en conformidad con las leyes de la guerra.
Pero eso planteó otra apremiante cuestión: ¿se actuaría en conformidad con las leyes de la guerra si el operador que disparó el misil fuera un funcionario de la Central de Inteligencia Americana, el que, a diferencia del soldado, no lleva uniforme? El memorándum concluía que ese caso no sería un crimen de guerra, aunque el operador pudiera correr el riesgo teórico de ser juzgado en un tribunal yemení por violar las leyes nacionales de Yemen contra el homicidio, una posibilidad muy improbable.
Luego estaba la Carta de Derechos: la garantía de la Cuarta Enmienda de que una "persona" no puede ser detenida de modo irrazonable por el gobierno y la garantía de la Quinta Enmienda de que el gobierno no puede privar de vida a una persona "sin el debido proceso jurídico."
El memo concluía que lo que era razonable, y el proceso que era debido, era diferente para Awlaki que para un delincuente ordinario. Citaba casos judiciales que permitían a ciudadanos estadounidenses que se habían unido a las fuerzas del enemigo, fueran detenidos o procesados en cortes marciales simplemente como enemigos no-ciudadanos.
También citaba varios otros precedentes de la Corte Suprema, como un caso de 2007 que implicaba una persecución a alta velocidad y un caso de 1985 con el asesinato de un sospechoso que huía, determinando que era inconstitucional que la policía emprendiera acciones que puedan poner en peligro de muerte a un sospechoso para reducir un inminente riesgo para personas inocentes.
Los autores del documento argumentan que los riesgos "inminentes" incluían los de un líder enemigo que está metido en el negocio de atacar a Estados Unidos siempre que sea posible, incluso si no es en medio del lanzamiento de un ataque en el preciso momento en que es localizado.
Sin embargo persistía la pregunta de si -cuando el blanco revela ser un ciudadano- era permisible asesinarlo si su captura implicaba un modo posible de suprimir esa amenaza.
Muerto en el ataque junto a Awlaki se encontraba otro ciudadano estadounidense, Samir Khan, que había producido una revista para al Qaeda en la Península Arábiga fomentando el terrorismo. Aparentemente no estaba en la lista negra y su muerte fue un daño colateral. Su familia ha emitido una declaración citando la Quinta Enmienda y preguntando si era necesario que el gobierno "asesinara a dos ciudadanos."
"¿Era necesario este tipo de ejecución?", pregunta la familia Khan en su declaración. "¿Por qué no se lo capturó y llevó a juicio?"
El mes pasado, el asesor en contraterrorismo del presidente Obama, John O. Brennan, dio un discurso en el que negó en todos los términos la acusación de que el gobierno hubiera optado a veces por matar a los militantes cuando su captura era sin embargo posible, diciendo que la preferencia era interrogarlos sobre asuntos de inteligencia.
Se dice que el memorándum declara que en el caso de un ciudadano, se exige legalmente capturar al militante en caso de ser posible -planteando una pregunta: ¿era posible la captura de Awlaki?
Es posible que los funcionarios decidieran el mes pasado que no era posible intentar capturarlo debido a factores como el riesgo que puede representar para los comandos estadounidenses y los problemas diplomáticos que podrían surgir si se llevaran tropas terrestres a suelo yemení. Sin embargo, el ataque contra la casa de Osama bin Laden en Pakistán demuestra que los funcionarios han considerado, en ocasiones, esas acciones posibles.
El año pasado comandos yemeníes rodearon un pueblo en el que se creía que Awlaki se estaba ocultando, pero logró escapar inadvertido.
El gobierno ya ha expresado en público algunos de los argumentos sobre temas del derecho internacional tocados en el memo, en un discurso leído en marzo de 2010, de Harold Hongju Koh, abogado del Departamento de Estado.
El memorándum examinaba si era relevante que Awlaki estuviera en Yemen, lejos de Afganistán. Concluía que la distancia geográfica de Awlaki del llamado campo de batalla no lo excluía del conflicto armado; dadas su presumidas circunstancias, Estados Unidos todavía tiene el derecho a recurrir a la fuerza para defenderse de él.
En cuanto a si violaría la soberanía de Yemen disparar un misil contra alguien en territorio yemení, el presidente de Yemen otorgó permiso en secreto a Estados Unidos para esa misión, como revelaron cables diplomáticos secretos obtenidos por WikiLeaks.
El memorándum dice que otras limitaciones al uso de la fuerza bajo las leyes de guerra -como evitar el uso de fuerza desproporcionada que podría aumentar la posibilidad de bajas civiles- restringiría cualquier operación contra Awlaki.
Eso aparentemente ha restringido el ataque cuando finalmente fue aprobado. Detalles sobre la ubicación de Awlaki se hicieron conocidos hacia un mes, dijeron funcionarios estadounidenses, pero sus cazadores retrasaron el ataque hasta que salió del pueblo y se encontraba en un camino alejado de zonas pobladas.
10 de octubre de 2011
8 de octubre de 2011
©new york times
cc traducción c. lísperguer

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