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dónde están los negros


[Monte Reel] En Buenos Aires investigadores exhuman raíces africanas largamente ignoradas.
Buenos Aires, Argentina. Su desaparición es uno de los misterios más perdurables de Argentina. En 1810 los residentes negros constituían un 30 por ciento de la población de Buenos Aires. Hacia 1887, sin embargo, habían caído en picado a un 1.8 por ciento.
¿Dónde se fueron? La respuesta es: a ninguna parte.

La mitología popular ha producido dos hipótesis históricas: la epidemia de fiebre amarilla en 1871, que devastó los barrios negros de las ciudades, y la brutal guerra con Paraguay en la década de 1860, que puso a muchos negros argentinos en las líneas de vanguardia.
Pero dos nuevos estudios desafían esas viejas teorías, usando una metodología distinta: un censo puerta-a-puerta para determinar cuántos argentinos se consideran negros, y un análisis de muestras de ADN para trazar orígenes africanos de los que se consideran blancos.
Los resultados son compilados sólo parcialmente, pero sugieren que muchos de los negros no desaparecieron; simplemente fueron absorbidos gradualmente en la población racialmente mixta y se perdieron para la demografía. De acuerdo a algunos investigadores, hasta un 10 por ciento de los habitantes de Buenos Aires son parcialmente descendientes de negros argentinos, pero no lo saben.
"Durante años la gente ha aceptado la idea de que en Argentina no hay negros", dijo Miriam Gómez, profesora de literatura de la Universidad de Buenos Aires, que es en parte negra y se considera a sí misma afro-argentina. "Incluso los libros de texto lo aceptan como un hecho. Pero ¿dónde me deja eso?"
Quedó como parte de una franja, un grupo marginal cuya existencia ha sido desdeñada por todos los estadistas del país. El país cortejó agresivamente "el espíritu revitalizador de la civilización europea" -en palabras del arquitecto social argentino del siglo 19, Juan Bautista Alberdi- y fomentó la imagen de un país europeo transplantado a tierras latinoamericanas.
"Argentina estaba interesada en presentarse a sí misma como un país blanco", dijo George Reid Andrews, profesor de historia en la Universidad de Pittsburgh, que se especializa en la historia de los negros en América Latina. "Sus ideólogos y escritores dieron gran énfasis a la epidemia de fiebre amarilla y la guerra, y era factible pretender que la población negra había simplemente desaparecido cuando explotó la inmigración".
Los cálculos sobre la actual población de negros en Buenos Aires son fundamentalmente especulaciones, en parte debido a que el gobierno argentino no ha incorporado los orígenes raciales africanos en sus censos durante más de un siglo.
Pero Gomes pertenece a un grupo de académicos y científicos que quieren estudiar más de cerca la cultura negra en Argentina, que creen que les ayudará a formarse una imagen más clara de lo que pasó en el pasado.
Financiada en parte por el Banco Mundial y asistido por la oficina censual de Argentina, el grupo inició el mes pasado un sondeo limitado de varios barrios de la capital.
Primero, preguntaron si la gente en la casa se consideraba afro-argentina, luego preguntaron si alguien de la casa tenía ancestros negros. En barrios con históricamente altas concentraciones de residentes negros, realizaron sondeos más detallados sobre prácticas religiosas, dieta y organización social -un intento de medir la influencia de la cultura africana.
Los resultados no serán analizados sino más tarde este año. Diego Masello, profesor de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, dijo que el reto más espinoso del censo es obtener respuestas honestas -o alguna respuesta.
"En algunos casos, los encuestadores reportaron que residentes que tenían visiblemente rasgos africanos, incluso algunos que parecían completamente negros, se negaron vehementemente a participar", dijo Masello, que ayuda a dirigir el censo.
Gomes dijo que esas respuestas eran frustrantes, pero ilustrativas.
"Sin duda, hay muchos prejuicios raciales en esta sociedad, y la gente quiere creer que es blanca", dijo Gomes. "Aquí, si alguien tiene una gota de sangre blanca, se llama blanca".
Pero las definiciones personales no cuenta cuando se analiza el ADN, que lo que un grupo de científicos de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad de Oxford, Inglaterra, hicieron este año. Después de recoger muestras en un hospital local, investigaron marcadores genéticos que revelan orígenes africanos. Los resultados serán publicados este año en el American Journal of Physical Anthropology, sugirieron que un 10 por ciento de los que se identifican como blancos eran en parte descendientes de negros argentinos.
"Un montón de gente se quedó muy sorprendida", dijo Francisco R. Carnese, genetista de la Universidad de Buenos Aires y co-autor del estudio. "Cuando caminas por Buenos Aires, no se ven signos de gente africana. Pero se ve en los genes".
Carnese dijo también que existía un creciente deseo entre los argentinos se indagar sobre su pasado -una razón por la que múltiples estudios están tratando de arrojar luces sobre lo mismo, dijo. Para la mayoría de los argentinos eso significa hurgar en las culturas de Italia, Inglaterra y Alemania, pero África también debe ser considerada, dijo.
La casi invisibilidad de la cultura y raíces negras en Argentina ha marcado un fuerte contraste con el vecino Brasil, que importó millones de esclavos africanos y tiene una numerosa y llamativa comunidad afro-brasileña.
Los africanos jugaron un importante papel en la definición de la cultura brasileña: la samba, el festival de la cuaresma o carnaval y las religiones africanas se han fundido con el catolicismo en sistemas de fe híbridos. Incluso el plato nacional, con frijoles negros llamado feijoada, es popularmente relacionado con los esclavos del siglo 16.
En Argentina, en parte como respuesta a la nueva investigación, grupos de intereses negros han empezado a fomentar lo que llaman una fuerte influencia africana en algunas de las tradiciones asociadas más estrechamente con Argentina. Hubo poco comercio esclavista en Argentina; muchos africanos que terminaron aquí habían sido importados en Brasil.
"Las primeras pinturas de gente bailando tango son de personas de origen africano", dijo Gomes.
El asado -la tradicional parrillada argentina que incluye tripas, hígados y otros órganos de las vacas- fue también influido por negros que recogían las partes que los cowboys argentinos, o gauchos, desechaban, de acuerdo a Masello.
Los encuestadores esperan que su trabajo inspire al gobierno a incluir la descendencia africana en su próximo censo de 2011 -una decisión que Gomes dijo que creía que faltaba mucho para que se reconociera el papel de África en la Argentina de hoy.
"Si no somos contados", dijo, "no podemos convencer a la gente de que existimos de verdad".

5 de mayo de 2005
©washington post
©traducción mQh

1 comentario

accanba -

los negroes somos argentinos