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teatro sobre tres delatoras


‘Medusa’ es el nombre de la obra que escribió Ximena Carrera para adentrarse en el departamento que las tres ex miristas y colaboradoras de la DINA compartieron en una Torre San Borja. La pieza, dirigida por Sebastián Vila, se estrena el 9 de abril en Lastarria 90 con las actuaciones de Carmina Riego, Nona Fernández y la misma autora.
[Rodrigo Alvarado E.] Santiago, Chile. ‘La Flaca’ Alejandra (Marcia Merino), Luz Arce y ‘Carola’ María Alicia Uribe) tienen muchas cosas en común. Las tres eran militantes del MIR, las tres fueron torturadas por la DINA después del golpe de Estado de 1973, las tres pasaron a ser funcionarias de la represión y las tres fueron condenadas a muerte por sus ex compañeros. La delación las hermanó y la DINA las puso a convivir en un departamento de las Torres San Borja.
En ese limbo que no distingue entre víctimas y victimarios, es donde Ximena Carrera, actriz, guionista de TVN y dramaturga, se inspiró para escribir ‘ Medusa’, obra financiada por un Iberescena que se estrena el 9 de abril en Lastarria 90, bajo la dirección de Sebastián Vila y con las actuaciones de Carmina Riego, Nona Fernández y la misma Carrera.
"La idea me estaba rondando desde 2000 cuando hicimos ‘Por encargo del olvido’, y entrevistando gente del tema de derechos humanos, supimos de esta historia. Me empecé a preguntar qué pasaba en esta convivencia, en este círculo de hierro que las marcó para el resto de la vida, cómo era esa cotidianeidad en esa línea de fuego donde tenían la pistola de la DINA por un lado y la del MIR por el otro", explica la cabeza de la compañía La Trompeta.
"La idea de ver a estas tres mujeres viviendo juntas en este escenario delirante, tomando tecito y viendo la teleserie, es muy extraña y muy sabrosa", completa Nona Fernández, quien interpreta a Carmen, personaje inspirado en Luz Arce, mientras Carmina es Mariana (‘la Flaca’ Alejandra) y Ximena, Nina (María Alicia Uribe).

Sin Juicios
La obra le debe su nombre al personaje mítico que petrifica a quien la mira a los ojos, tal como ‘la Flaca’ Alejandra condenaba a muerte a quien reconocía en la calle y empezaba a temblar. Y es fruto de una investigación que comprendió distintos materiales como el libro autobiográfico ‘Mi verdad’ de Marcia Merino, ‘El infierno’ de Luz Arce, entrevistas, ensayos de Diamela Eltit y el documental de Carmen Castillo sobre Marcia Merino.
Aunque poco se sabe de aquella obligada convivencia, la dramaturga tomó algunos datos verdaderos como que Luz Arce estaba obsesionada con llevar a su hijo a vivir al departamento de la Torre 12. Sin embargo el texto gira en torno al personaje de Mariana, quien ha reconocido en la calle a su ex pareja y antes de entregarlo plantea la posibilidad de abdicar. "Ahí aparece el conflicto, porque son un paquete: o están las tres dentro o las tres fuera. Esa idea pone en riesgo el equilibrio precario que existe en el departamento".

¿Cuál es la posición de la obra respecto a una situación tan compleja?
En sus libros ellas se muestran como víctimas de las circunstancias, pero leyendo testimonios de gente torturada las pintan como monstruos. Siempre está esa cosa doble rondando en el imaginario, como parias para los prisioneros y prisioneras para la DINA. Pero no es mi intención hacer un juicio ideológico, sino apuntar a cómo estas mujeres sobreviven y hacen del horror algo cotidiano".

22 de marzo de 2010
©la nación 
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