indemnización a víctimas en guatemala
Ciudad de Guatemala, Guatemala. El gobierno de Guatemala entregó este martes un primer aporte de 3,8 millones de dólares para impulsar un programa de indemnización a las miles de víctimas que dejaron los 36 años de guerra interna que vivió este país hasta 1996, cuando se firmó la paz.
El presidente Oscar Berger juramentó a los miembros de la Comisión Nacional de Reconciliación (CNR) en el Palacio de la Cultura, en el corazón capitalino, ante el cuerpo diplomático y decenas de familiares de víctimas de la guerra.
Se estima que la guerra dejó 150.000 muertos y 50.000 desaparecidos, según organismos de derechos humanos.
Sin embargo, en las afueras del Palacio de la Cultura un grupo de viudas y huérfanos de los oficiales y soldados del Ejército caídos en combate pedían ser incluidos en los programas de resarcimiento, porque estiman que ellos también son víctimas del conflicto.
"Nosotras también somos familiares de víctimas de la guerra, porque nuestros esposos murieron cuando defendían constitucionalmente la libertad, pero se han olvidado de nosotras", dijo a la AFP Ashira viuda de Coronado, cuyo esposo murió en combate y dejó a dos niños huérfanos.
Durante el acto, Berger pidió a la titular de la CNR, la indígena Rosalina Tuyuc, que acepte un perdón en nombre del Estado por los crímenes cometidos durante el conflicto armado.
"Pido a Rosalina Tuyuc, mujer, madre y viuda del conflicto armado que acepte en nombre de todas las víctimas de ese enfrentamiento el perdón que hoy pido en representación del Estado como constitucionalmente de corresponde", indicó el gobernante.
Asimismo, el presidente instó a la unidad nacional para cerrar las heridas ocasionadas durante la guerra y alcanzar la reconciliación nacional.
"No se puede dar la reconciliación sin el concurso de todos los ciudadanos y ciudadanas, la profunda división que heredamos del conflicto armado no puede superarse sino hay voluntad para encontrar las formas de cerrar las heridas", aseveró.
"La tolerancia no puede alcanzarse mientras miremos a otros como nuestros enemigos, la paz no puede ser firme y duradera hasta que no asumamos que este país depende del concurso de cada guatemalteco en construir un mejor presente y así tener una mejor mañana", puntualizó.
Por su parte, Tuyuc comentó que el primer aporte es simbólico para reparar el tejido social dañado por la guerra, pues se necesitarán 300 millones de quetzales anualmente (unos 38 millones de dólares) durante los próximos 13 años.
La líder indígena, a quien le desaparecieron a su esposo y su padre en 1982, comentó que el resarcimiento será individual y colectivo pero aún se tienen que definir a los beneficiados.
Tuyuc indicó que para determinar a los familiares de las víctimas se basarán en los informes de la Comisión del Esclarecimiento Histórico (CEH), auspiciado por las Naciones Unidas, la Recuperación de la Memoria Histórica (REMHI), de la iglesia católica, y los datos de las organizaciones humanitarias.
Además, la dirigente comentó que será necesario impulsar programas sicosociales para recuperar el tejido social y llevar a los tribunales a los responsables del genocidio cometido contra las poblaciones indígenas.
"En ningún momento pretendemos cobrar la vida de nuestros seres queridos porque no tienen ningún precio, sin embargo como fueron agentes del Estado los responsables de la desaparición y muerte, el Estado tiene un compromiso de resarcir individual o colectivamente a las víctimas", precisó.
7 de julio de 2004
©mipunto
El presidente Oscar Berger juramentó a los miembros de la Comisión Nacional de Reconciliación (CNR) en el Palacio de la Cultura, en el corazón capitalino, ante el cuerpo diplomático y decenas de familiares de víctimas de la guerra.
Se estima que la guerra dejó 150.000 muertos y 50.000 desaparecidos, según organismos de derechos humanos.
Sin embargo, en las afueras del Palacio de la Cultura un grupo de viudas y huérfanos de los oficiales y soldados del Ejército caídos en combate pedían ser incluidos en los programas de resarcimiento, porque estiman que ellos también son víctimas del conflicto.
"Nosotras también somos familiares de víctimas de la guerra, porque nuestros esposos murieron cuando defendían constitucionalmente la libertad, pero se han olvidado de nosotras", dijo a la AFP Ashira viuda de Coronado, cuyo esposo murió en combate y dejó a dos niños huérfanos.
Durante el acto, Berger pidió a la titular de la CNR, la indígena Rosalina Tuyuc, que acepte un perdón en nombre del Estado por los crímenes cometidos durante el conflicto armado.
"Pido a Rosalina Tuyuc, mujer, madre y viuda del conflicto armado que acepte en nombre de todas las víctimas de ese enfrentamiento el perdón que hoy pido en representación del Estado como constitucionalmente de corresponde", indicó el gobernante.
Asimismo, el presidente instó a la unidad nacional para cerrar las heridas ocasionadas durante la guerra y alcanzar la reconciliación nacional.
"No se puede dar la reconciliación sin el concurso de todos los ciudadanos y ciudadanas, la profunda división que heredamos del conflicto armado no puede superarse sino hay voluntad para encontrar las formas de cerrar las heridas", aseveró.
"La tolerancia no puede alcanzarse mientras miremos a otros como nuestros enemigos, la paz no puede ser firme y duradera hasta que no asumamos que este país depende del concurso de cada guatemalteco en construir un mejor presente y así tener una mejor mañana", puntualizó.
Por su parte, Tuyuc comentó que el primer aporte es simbólico para reparar el tejido social dañado por la guerra, pues se necesitarán 300 millones de quetzales anualmente (unos 38 millones de dólares) durante los próximos 13 años.
La líder indígena, a quien le desaparecieron a su esposo y su padre en 1982, comentó que el resarcimiento será individual y colectivo pero aún se tienen que definir a los beneficiados.
Tuyuc indicó que para determinar a los familiares de las víctimas se basarán en los informes de la Comisión del Esclarecimiento Histórico (CEH), auspiciado por las Naciones Unidas, la Recuperación de la Memoria Histórica (REMHI), de la iglesia católica, y los datos de las organizaciones humanitarias.
Además, la dirigente comentó que será necesario impulsar programas sicosociales para recuperar el tejido social y llevar a los tribunales a los responsables del genocidio cometido contra las poblaciones indígenas.
"En ningún momento pretendemos cobrar la vida de nuestros seres queridos porque no tienen ningún precio, sin embargo como fueron agentes del Estado los responsables de la desaparición y muerte, el Estado tiene un compromiso de resarcir individual o colectivamente a las víctimas", precisó.
7 de julio de 2004
©mipunto
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