insurgentes son iraquíes
[Mark Mazzetti] Aunque Bush, Kerry y Allawi han dicho que los combatientes extranjeros constituyen la principal amenaza para la seguridad interior de Iraq, expertos militares estadounidenses afirman que la mayoría de los insurgentes son iraquíes.
Washington, Estados Unidos.La insistencia del primer ministro interino iraquí Iyad Allawi y muchos oficiales estadounidenses de que combatientes extranjeros se están desplazando hacia Iraq para combatir contra las tropas norteamericanas contradice los análisis de los propios militares estadounidenses, que indican que la insurgencia iraquí sigue siendo fundamentalmente un asunto interno.
En su visita la semana pasada a Estados Unidos, Allawi dijo que los insurgentes extranjeros están "inundando" su país y tanto el presidente Bush como su adversario demócrata, el senador de Massachusetts, John F. Kerry, han afirmado que esos combatientes constituyen la principal amenaza a la seguridad del país.
Pero de acuerdo a altos oficiales militares estadounidenses en Iraq, la amenaza que plantean los combatientes extranjeros es mucho menos importante de lo que los políticos estadounidenses e iraquíes quieren hacer creer. En realidad, dijeron comandantes, son los insurgentes leales al régimen de Saddam Hussein -los que han visto aumentar sus filas en los últimos meses a medida que un número cada vez más grande de iraquíes de a pie rechaza la presencia militar norteamericana en Iraq- los que representan de lejos la principal amenaza al frágil gobierno -instalado hace tres meses- del país.
Se cree que militantes extranjeros tales como Abu Musab Zarqawi, nacido en Jordania, son responsables de las decapitaciones filmadas en video, los atentados kamikaze con coches-bomba y otros ataques importantes. Pero oficiales militares estadounidenses dijeron que personeros iraquíes tienden a exagerar el número de combatientes extranjeros en Iraq para ocultar el hecho de que grandes números de sus compatriotas han tomado las armas contra las tropas estadounidenses y contra el gobierno interino respaldado por Estados Unidos.
"Dicen que esos tipos están inundando el país y fomentando toda esta violencia. Pero nosotros no creemos eso", dijo un alto oficial militar en Bagdad. "La principal amenaza es interna".
En una entrevista durante su visita a Estados Unidos la semana pasada, Allawi se refirió a la amenaza que representan los los yihadistas extranjeros, de los que "cientos están entrando a Iraq". En una entrevista calculó que los combatientes extranjeros constituían un 30 por ciento de las fuerzas insurgentes.
Las declaraciones de Allawi se hicieron eco de los discursos recientes de Bush en su campaña: de que los combatientes extranjeros que están entrando al país son una prueba de que la guerra en Iraq está inextricablemente vinculada a la guerra global contra el terrorismo.
Kerry ha argumentado algo parecido, aunque con un énfasis diferente. En comentarios en una de sus giras la semana pasada dijo que "los terroristas que están entrando en tropel por la frontera" son una prueba de que el gobierno de Bush ha transformado a Iraq en una especie de imán para combatientes extranjeros que esperan matar a norteamericanos.
Sin embargo, oficiales militares ponen en duda todas esas afirmaciones. El domingo, en una entrevista televisada, el general del Ejército John P. Abizaid, jefe del Comando Central estadounidense, calculó que el número de combatientes extranjeros en Iraq es inferior a los mil hombres.
"Aunque los combatientes extranjeros en Iraq son definitivamente un problema con el que tendremos que vernóslas, creo que el principal problema que tenemos ahora son elementos del antiguo Partido Baaz del anterior régimen, que están luchando contra el gobierno y tratando de hacer todo lo posible para interrumpir el proceso electoral", dijo. Las elecciones iraquíes están programadas para enero.
Funcionarios estadounidenses reconocen que la porosa frontera iraquí -especialmente su frontera con Siria- permite que ingresen ilegalmente al país, con relativa facilidad, armas y dinero. Pero dicen que el tráfico desde Siria consiste sobre todo de iraquíes baazistas que escaparon para cuando la invasión de Estados Unidos y mensajeros que llevan dinero enviado por antiguos miembros del gobierno de Hussein.
A petición del gobierno interino, tropas norteamericanas interrumpieron el tráfico a lo largo de la frontera con Siria, de 600 kilómetros de largo. Durante la operación Phantom Linebacker, tropas norteamericanas detuvieron a pequeños grupos de combatientes extranjeros que estaban tratando de cruzar la frontera hacia Iraq, dijeron oficiales.
Sin embargo, el grueso del tráfico detectado era del tipo que ha existido durante cientos de años: contrabandistas y miembros de tribus sirias con estrechos vínculos con jeques del lado iraquí de la frontera.
Altos oficiales militares dijeron que había pocas pruebas de que las cosas en Iraq fueran similares a las de Afganistán en los años ochenta, cuando miles de árabes participaron junto a los afganos en la guerra contra los soviéticos.
En lugar de eso, oficiales militares estadounidenses dijeron que el núcleo de la insurgencia iraquí estaba constituido -y siempre lo ha estado- por militantes leales a Hussein, que se fundieron con el paisaje en las grandes ciudades iraquíes cuando comenzó la guerra en 2003. En los meses siguientes, dijeron, las filas de los insurgentes han aumentado con iraquíes que se han desilusionado con los norteamericanos por su incapacidad de proporcionar servicios básicos, trabajo y proyectos de reconstrucción.
Dicen que es este grupo cada vez más grande el que ha dado a la insurgencia su poder letal y el que representa la más grande amenaza para el gobierno iraquí que aún no logra consolidar su legitimidad en el país.
"La gente trata de hacernos creer que se trata de una guerra santa que llevan a cabo los mujahedines", dijo un oficial de la inteligencia estadounidense. "Pero ¿sabes cuántos combatientes extranjeros han sido capturados? Muy pocos".
29 de septiembre de 2004
©losangelestimes
©traducción mQh
En su visita la semana pasada a Estados Unidos, Allawi dijo que los insurgentes extranjeros están "inundando" su país y tanto el presidente Bush como su adversario demócrata, el senador de Massachusetts, John F. Kerry, han afirmado que esos combatientes constituyen la principal amenaza a la seguridad del país.
Pero de acuerdo a altos oficiales militares estadounidenses en Iraq, la amenaza que plantean los combatientes extranjeros es mucho menos importante de lo que los políticos estadounidenses e iraquíes quieren hacer creer. En realidad, dijeron comandantes, son los insurgentes leales al régimen de Saddam Hussein -los que han visto aumentar sus filas en los últimos meses a medida que un número cada vez más grande de iraquíes de a pie rechaza la presencia militar norteamericana en Iraq- los que representan de lejos la principal amenaza al frágil gobierno -instalado hace tres meses- del país.
Se cree que militantes extranjeros tales como Abu Musab Zarqawi, nacido en Jordania, son responsables de las decapitaciones filmadas en video, los atentados kamikaze con coches-bomba y otros ataques importantes. Pero oficiales militares estadounidenses dijeron que personeros iraquíes tienden a exagerar el número de combatientes extranjeros en Iraq para ocultar el hecho de que grandes números de sus compatriotas han tomado las armas contra las tropas estadounidenses y contra el gobierno interino respaldado por Estados Unidos.
"Dicen que esos tipos están inundando el país y fomentando toda esta violencia. Pero nosotros no creemos eso", dijo un alto oficial militar en Bagdad. "La principal amenaza es interna".
En una entrevista durante su visita a Estados Unidos la semana pasada, Allawi se refirió a la amenaza que representan los los yihadistas extranjeros, de los que "cientos están entrando a Iraq". En una entrevista calculó que los combatientes extranjeros constituían un 30 por ciento de las fuerzas insurgentes.
Las declaraciones de Allawi se hicieron eco de los discursos recientes de Bush en su campaña: de que los combatientes extranjeros que están entrando al país son una prueba de que la guerra en Iraq está inextricablemente vinculada a la guerra global contra el terrorismo.
Kerry ha argumentado algo parecido, aunque con un énfasis diferente. En comentarios en una de sus giras la semana pasada dijo que "los terroristas que están entrando en tropel por la frontera" son una prueba de que el gobierno de Bush ha transformado a Iraq en una especie de imán para combatientes extranjeros que esperan matar a norteamericanos.
Sin embargo, oficiales militares ponen en duda todas esas afirmaciones. El domingo, en una entrevista televisada, el general del Ejército John P. Abizaid, jefe del Comando Central estadounidense, calculó que el número de combatientes extranjeros en Iraq es inferior a los mil hombres.
"Aunque los combatientes extranjeros en Iraq son definitivamente un problema con el que tendremos que vernóslas, creo que el principal problema que tenemos ahora son elementos del antiguo Partido Baaz del anterior régimen, que están luchando contra el gobierno y tratando de hacer todo lo posible para interrumpir el proceso electoral", dijo. Las elecciones iraquíes están programadas para enero.
Funcionarios estadounidenses reconocen que la porosa frontera iraquí -especialmente su frontera con Siria- permite que ingresen ilegalmente al país, con relativa facilidad, armas y dinero. Pero dicen que el tráfico desde Siria consiste sobre todo de iraquíes baazistas que escaparon para cuando la invasión de Estados Unidos y mensajeros que llevan dinero enviado por antiguos miembros del gobierno de Hussein.
A petición del gobierno interino, tropas norteamericanas interrumpieron el tráfico a lo largo de la frontera con Siria, de 600 kilómetros de largo. Durante la operación Phantom Linebacker, tropas norteamericanas detuvieron a pequeños grupos de combatientes extranjeros que estaban tratando de cruzar la frontera hacia Iraq, dijeron oficiales.
Sin embargo, el grueso del tráfico detectado era del tipo que ha existido durante cientos de años: contrabandistas y miembros de tribus sirias con estrechos vínculos con jeques del lado iraquí de la frontera.
Altos oficiales militares dijeron que había pocas pruebas de que las cosas en Iraq fueran similares a las de Afganistán en los años ochenta, cuando miles de árabes participaron junto a los afganos en la guerra contra los soviéticos.
En lugar de eso, oficiales militares estadounidenses dijeron que el núcleo de la insurgencia iraquí estaba constituido -y siempre lo ha estado- por militantes leales a Hussein, que se fundieron con el paisaje en las grandes ciudades iraquíes cuando comenzó la guerra en 2003. En los meses siguientes, dijeron, las filas de los insurgentes han aumentado con iraquíes que se han desilusionado con los norteamericanos por su incapacidad de proporcionar servicios básicos, trabajo y proyectos de reconstrucción.
Dicen que es este grupo cada vez más grande el que ha dado a la insurgencia su poder letal y el que representa la más grande amenaza para el gobierno iraquí que aún no logra consolidar su legitimidad en el país.
"La gente trata de hacernos creer que se trata de una guerra santa que llevan a cabo los mujahedines", dijo un oficial de la inteligencia estadounidense. "Pero ¿sabes cuántos combatientes extranjeros han sido capturados? Muy pocos".
29 de septiembre de 2004
©losangelestimes
©traducción mQh
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