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contratista asesinado denunció corrupción


[Ken Silverstein, T. Christian Miller y Patrick J. McDonnell] El traficante de armas había acusado a altos funcionarios del ministerio de Defensa iraquí de exigir sobornos.

Washington, Estados Unidos. Un contratista estadounidense asesinado a tiros el mes pasado en Iraq había acusado de corrupción a funcionarios del ministerio de Defensa iraquí de días antes de su muerte, de acuerdo a documentos y a funcionarios norteamericanos.
Dale Stoffel, 43, fue asesinado a balazos el 8 de diciembre poco después de salir de una base militar iraquí al norte de Bagdad, un ataque atribuido en la época a insurgentes iraquíes. También fue asesinado su colega, Joseph Wemple, de 49 años.
Los asesinatos ocurrieron después de que Stoffel advirtiera a importantes funcionarios estadounidenses en Washington que creía que funcionarios del ministerio de Defensa iraquí estaban involucrados en una trama para cobrar sobornos por un contrato de varios millones de dólares asignado a su compañía, la Wye Oak Technology, para reparar viejos equipos militares iraquíes.
El FBI ha iniciado una investigación de los asesinatos y si pueden haber sido provocados por las denuncias de Stoffel, de acuerdo a personas familiarizadas con las pesquisas. El FBI se negó a hacer comentarios.
Stoffel, de Monongahela, Pensilvania, hizo sus acusaciones en una carta del 3 de diciembre dirigida a un importante funcionario del Pentágono y en una reunión con asesores del senador Rick Santorum (republicano, Pensilvania). Poco después, Stoffel fue llamado a presentarse a la base militar de Taji en Iraq por funcionarios militares de la coalición para discutir sus preocupaciones sobre el contrato. Se quejó de problemas de pago con un misterioso empresario libanés designado por los iraquíes como un intermediario, dijeron las fuentes.
Cuando Stoffel, Wemple y un intérprete iraquí salieron de la base de Taji en coche el 8 de diciembre, otro vehículo les embistió de frente. Dos enmascarados descendieron y ejecutaron a los dos norteamericanos con una ráfaga de balas, de acuerdo a informes de esa época. El intérprete escapó y se encuentra desaparecido.
La muerte de Stoffel ha provocado nuevas preocupaciones sobre la integridad del proyecto de reconstrucción de Iraq, que ha estado plagado de acusaciones de corrupción y de favoritismo casi desde sus inicios.
Un funcionario norteamericano dijo que los problemas de corrupción en los que se hallan implicado intermediarios y sobornos se han extendido cada vez más a medida que los iraquíes empezaron a ejercer más control sobre el proceso de contratación.
El asesinato de Stoffel llamó la atención de investigadores no sólo debido a sus denuncias sino también debido a su pasado misterioso y controvertido. Stoffel trabajó en los años noventa en un proyecto norteamericano secreto para comprar armas rusas, chinas y de otros países para ser probadas por militares estadounidenses, según se desprende de documentos y entrevistas.
El negocio de Stoffel en Iraq era el primer contrato de envergadura autorizado y financiado directamente por el gobierno iraquí para propósitos militares, y era crucial para el adiestramiento y equipamiento del Ejército iraquí, y era considerado un componente clave de la estrategia estadounidense para retirarse de Iraq.
El fracaso en detener la supuesta corrupción "sentará un precedente muy negativo para tratos subsecuentes con los militares iraquíes, dañará a las empresas estadounidenses que quieren hacer negocios de acuerdo a las leyes norteamericanas y será una fuente de bochorno y tensión política para el gobierno de Bush con respecto al proyecto en Iraq", dijo Stoffel en su carta al Pentágono, una copia de la cual fue conseguida por Times.
De acuerdo a la carta, la empresa de Stoffel, de Pensilvania, recibió el año pasado un contrato del ministerio de Defensa iraquí para ayudar a reparar sus anticuados equipos militares de la era soviética, en su mayor parte tanques T-55 y artillería. Wye Oak Technology entregó en noviembre algunos tanques reparados a la Primera Brigada Motorizada de Iraq.
Como parte del contrato funcionarios de alto rango del ministerio de Defensa exigieron que los pagos a Stoffel fueran procesados a través de un intermediario libanés designado por el ministerio, de acuerdo a la carta del 3 de diciembre.
En noviembre Stoffel trató de obtener un pago de 24.7 millones de dólares, enviando facturas directamente al ministerio de Defensa. El ministerio, a su vez, autorizó tres cheques diferentes, enviándolos al intermediario libanés para su "procesamiento", dijo gente familiarizada con el contrato.
El papel del intermediario era actuar como una especie de fideicomiso de la cuenta para transacciones comerciales, revisando las facturas y haciendo los pagos, dijeron las fuentes.
Pero el empresario no le envió el dinero y Stoffel se quejó a los funcionarios estadounidenses en Washington de que sospechaba que el verdadero papel del intermediario era desviar los pagos hacia funcionarios iraquíes para pagar comisiones ilegales, declaró gente familiarizada con el contrato.
En su carta al Pentágono también dijo que el intermediario estaba reteniendo los pagos en un intento de obligarlo a utilizar a subcontratistas relacionados con el intermediario y con funcionarios del ministerio de Defensa.
Stoffel trató sus preocupaciones con representantes del despacho de Santorum. Santorum, a su vez, escribió al ministro de Defensa Donald H. Rumsfeld el 3 de diciembre pidiéndole que abordara el tema con el ministro de Defensa iraquí, Hazem Shaalan.
"Apreciaría un comentario sobre cómo puede ayudar el ministerio de Defensa" a Wye Oak Technology a obtener el pago de los servicios prestado, escribió Santorum.
Stoffel también se reunió con John A. ‘Jack' Shaw, subsecretario de Defensa para la tecnología de seguridad internacional, cuya oficina supervisaba la venta de armas a Iraq. En una carta posterior, Stoffel instó a Shaw a exigir que una conocida firma de contabilidad fuera contratada para supervisar el contrato. Advirtió en su carta que el contrato de armas "ha sido presa... de corrupción e intereses creados".
Shaw fue retratado en reportajes de Times el año pasado después de ser investigado por un asunto no relacionado. Subsecuentemente fue retirado de su posición. Su despacho transmitió las quejas de Stoffel al ministerio del Ejército.
"Estamos estudiando el problema", dijo el teniente coronel del Ejército Joseph Yoswa, un portavoz del Pentágono.
Fuentes dijeron que las quejas de Stoffel llegaron al general de división británico David Clements. Clements, el subcomandante de la misión para adiestrar a las tropas iraquíes reunió a Stoffel, Wemple y el empresario libanés para solucionar el problema.
Clements citó a Stoffel a que viajara desde Estados Unidos a Iraq para una reunión en la base militar de Taji a principios de diciembre, dijeron varias fuentes.
Después de varios días de discusiones, Clements le dijo al empresario que pagara las facturas, dijeron las fuentes. El 8 de diciembre, Stoffel y Wemple fueron atacados cuando volvían a Bagdad con su intérprete iraquí.
Los agresores robaron el ordenador de Stoffel. Una semana más tarde un video con fotografías y documentos de Stoffel y Wemple fueron publicados en una página de internet que es usada frecuentemente por grupos rebeldes. Un grupo que se autodenomina las Brigadas de la Yigas Islámica reclamó responsabilidad por los asesinatos. Expertos en terrorismo no conocían a este grupo previamente.
La oportunidad y los inusuales detalles sobre los asesinatos despertaron sospechas en Estados Unidos y en Iraq de que el video era un truco para encubrir el asesinato.
"El video era muy raro", dijo Evan Kohlam, un consultor de terrorismo que estudió el video.
"No mostraba los cuerpos ni el asesinato mismo, sino sólo fotos, documentos y materiales retirados de los cuerpos. Es ciertamente posible que alguien [no los rebeldes] hayan montado el video".
El capitán del Ejército Steve Álvarez, un portavoz estadounidense, reconoció que Clements había hablado con Stoffel, pero negó que Stoffel haya mencionado el tema de la corrupción durante sus conversaciones.
En lugar de eso, dijo que Stoffel se había quejado de las "dificultades que estaba teniendo en obtener los fondos iniciales" para equipar a la brigada motorizada. Clements rechazó ser entrevistado sobre el asunto.
"En realidad no tenemos mucho más que decir", escribió Álvarez en respuesta a una pregunta del Times. Refirió otras preguntas al ministerio de Defensa iraquí.
Nick Hutchinson, asesor estadounidense del ministerio de Defensa que también se reunió con Stoffel no respondió a nuestras peticiones de que comentara este caso.
Un portavoz del ministerio de Defensa iraquí coordinó una entrevista con un importante funcionario de Defensa, pero luego prohibió al periodista hacer preguntas sobre el contrato, diciendo que era demasiado "peligroso".
El empresario libanés no fue localizado.Stoffel había estado activo en el negocio de armas durante mucho tiempo. Al menos desde mediados de los años noventa trabajó con funcionarios de la inteligencia norteamericana para conseguir armamento enemigo para permitir que los militares estadounidenses estudiaran e hicieran pruebas con los artefactos, de acuerdo a documentos del contrato obtenidos por Times.
Como parte de su trabajo Stoffel había establecido contactos en toda Europa del Este, especialmente en Ucrania y Bulgaria. Compró armas incluyendo misiles tierra-aire y sistemas anti-aéreos, muestran los documentos.
Tras la invasión de Iraq en marzo de 2003, Stoffel fue a Bagdad a explorar las oportunidades de negocios que permitía el proyecto de reconstrucción iraquí del Pentágono de varios billones de dólares.
Se preocupó sobre la posible corrupción en el proceso de contratación norteamericano y comunicó sus sospechas a investigadores estadounidenses en la primavera de 2004.
Un funcionario estadounidense dijo que las denuncias de Stoffel estaban siendo investigadas.

Miller y Silverstein informaron desde Washington y McDonnell desde Baghdad.

21 de enero de 2005
©los angeles times
©traducción mQh

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