ser negro en colombia
[Meryt Montiel Lugo] Un problema a flor de piel.
"Emitían gritos o gemían como gorilas. A mí eso no me ofende... Me pueden decir lo que quieran, si no le doy importancia todo queda así, como un comentario o una acción tonta de aquel que quiere magnificar su racismo".
En esa forma se refirió Edwin Congo, jugador del Levante, equipo de primera división del fútbol español, a los gritos y actitudes racistas que le profirió un grupo de aficionados del Real Madrid, el pasado domingo, en el partido que disputó contra ese club, en Valencia.
El jugador bogotano no quiere darle trascendencia a este tipo de comportamientos, cada vez más frecuentes en los estadios europeos y de los que han sido víctimas jugadores como Pablo César Wanchope, del Málaga; Samuel Eto'o, del Barcelona o Roberto Carlos, del Real Madrid.
Para él lo mejor es "no magnificar algo que realmente no tiene mucha importancia".
Pero no todos tienen la misma reacción serena de Congo, cuando son rechazados por su color de piel. Y mucho menos, si son discriminados en su propio país.
La estudiante de octavo semestre de derecho Johana Luz Acosta es una de esas personas que no tolera que la discriminen por ser negra. La joven cartagenera logró que por primera vez en Colombia un juzgado fallara contra los representantes de dos discotecas de la capital de Bolívar (La Carbonera y Qk -Yito) por no permitirles, en diciembre pasado, la entrada a ella y a su hermana, sólo por el color de su piel.
"No se vayan a sentir mal, pero es que los dueños de la discoteca me tienen terminantemente prohibido que deje entrar a personas del color de ustedes, a menos que tengan mucho reconocimiento o dinero", les dijo esa noche, uno de los porteros de una de las discotecas.
Los episodios racistas en Cartagena son frecuentes. Lo propio ocurre en Cali, una ciudad con un 60% de población negra.
Andrea Varón, una estudiante de medicina, de 23 años, así lo confirma.
Ella cuenta que en un reconocido bar de Cali, valiéndose de varios argumentos falsos, no les permitieron la entrada a ella y a sus acompañantes, porque dos de ellos - su hermano adoptivo y un amigo de éste - "son morenos".
"Fuimos súper arreglados. Cuando íbamos a entrar nos dijeron que no había mesa. Mi novio, amigo de uno de los dueños, fue a hablar con él y éste le dijo, ¡tú vienes con esos morenitos que están allá afuera? Ah, vamos a ver si hay mesa'.
¿!Que no hay mesa!? Si esto está casi vacío, comentamos. Luego se arrimó al bar un tipo en una camioneta y preguntó a todo pulmón que si había mesa y los porteros le dijeron que sí. Le pregunté entonces a uno de ellos: ¿cómo así que sí hay mesa?' Y me respondió: es que sí hay para gente VIP'. ¿Pero si tiene invitación VIP, si tiene reserva, cómo se va a parar a preguntar desde la calle si hay mesa? Es ilógico', le argumenté. El caso fue que no nos dejaron entrar", cuenta Andrea.
EL PAIS con el ánimo de corroborar esta denuncia y otra con relación a un restaurante que supuestamente, discrimina a sus clientes por su etnia, envió el pasado jueves en la noche a tres profesionales negros a esos sitios y pudo establecer lo siguiente: en el restaurante los dejaron ingresar sin ningún inconveniente y los atendieron como a cualquier cliente.
En el bar que denunció la estudiante caleña no les permitieron entrar. Les argumentaron que en el lugar había una fiesta privada, organizada por una universidad caleña.
En el Modelaje y la Publicidad
Lo cierto es que la discriminación racial no conoce fronteras y ataca tanto a gente del común como a los famosos.
Si no, que lo diga la modelo internacional Belky Arizala, que también en Cartagena, sufrió un desplante al querer ingresar con invitación VIP al bar El Sitio, junto a su hermana. Sólo fue admitida cuando los administradores del lugar se enteraron de quién se trataba.
Por el color de su epidermis, esta hermosa mujer también fue rechazada por la familia de un novio blanco que tuvo.
"Apenas pisé su casa me hicieron gestos súper desagradables. Yo esperé la reacción de mi pareja y vi que se sintió inseguro. Inmediatamente salí corriendo de ahí y me dije: este hombre no es para mí'".
La modelo considera que en la televisión y en el mundo de la publicidad en Colombia también hay racismo.
"Las presentadoras de farándula y de los noticieros en general tienen el mismo perfil. No hay una presentadora negra. Y los actores negros, sólo contadas excepciones, siguen haciendo papeles secundarios y de servidumbre".
Los publicistas, fotógrafos y gente dedicada al entretenimiento, agrega Arizala, "me han dicho en mi cara que no colocan a una negra como imagen porque la población afro no tiene poder adquisitivo. Esa es una discriminación racista y clasista. En cambio, en México, fui la primera negra publicada en una revista de novias. Pero en Colombia nunca lo he hecho en nueve años de carrera".
Cuenta además esta propietaria de una academia de modelaje en Bogotá que cuando muchos clientes llaman a solicitar un casting con sus pupilos, lo primero que le advierten es: "No quiero modelos negros".
Entonces, afirma, "les digo a ese tipo de personas, ¿sabe qué? no me interesa trabajar con usted y les cuelgo el teléfono".
Contra los Indígenas
La segregación étnica no sólo se evidencia, como es ya trillado advertirlo, en el campo político, militar, estatal o en muchos clubes sociales.
Se refleja también a través de esas actitudes cotidianas que devastan la autoestima de los afectados, entre ellos, los indígenas.
Leonor Zalabata, una líder wayúu, comenta cómo aún los indios son objeto de burla por no hablar bien el español. "Por el hecho de no manejar un castellano fluido nos consideran ignorantes o incapaces".
Cuando visten con su indumentaria tradicional son más rechazados. "Los taxistas no quieren recogernos y aún hay familias, en las que, cuando un niño llora le dicen: ahí viene el indio y te va a llevar'. Así que cuando nos ven somos un espanto para ellos", explica Zalabata.
José Vicente García Guasaquillo, presidente de la Organización Indígena del Valle del Cauca, Orivac, corrobora situaciones similares.
"Cuando se dan cuenta de que somos indígenas los que vamos a alquilar una casa para el funcionamiento de una oficina de los cabildos, por ejemplo, inmediatamente sus dueños dicen que no".
Y si el niño aborigen habla nasa yuwe y no se expresa bien en español, agrega García, se burla, incluso, su profesor, quien le dice que deje de hablar esa lengua tan fea, que la olvide y aprenda el español.
Arrendar, Qué Camello'
Y si a los indios se les dificulta tomar casas en alquiler a muchos negros también, sobretodo en sectores de estrato cuatro, cinco o seis.
Eulalia Mosquera narra cómo, si llamaba telefónicamente era aceptada como posible inquilina. Pero cuando se presentaba en compañía de su hijo a finiquitar el negocio le salían con mil excusas y terminaban diciéndole que no.
Hace pocos días comenta Eulalia, su hermano Fermín, también fue objeto de rechazo en un reconocido hotel del Oeste de Cali.
"Como él está remodelando su casa fue al hotel para solicitar hospedaje por varios días. Le dijeron que estaba copado. Y pronto pudo corroborar, a través del comentario que escuchó de dos de las empleadas, que aquello no era cierto y que todo se debió, a su color de piel".
No a Chistes Racistas
Para Sandra Torres, etnobióloga y asesora de asuntos afrocolombianos de la Alcaldía, es inconcebible que en una ciudad culturalmente afro como Cali no se pueda ver reflejada esa identidad en los diferentes campos de acción y poder.
En la mayoría de las entidades del sistema bancario y en las grandes empresas los negros no tienen siquiera la posibilidad de trabajar en oficios varios, sostiene Torres, también profesional en finanzas y negocios internacionales.
"La gente cree que contratarlos es vender una imagen negativa de la entidad, porque ser negro es considerado en este país como algo sucio, feo, que inspira desconfianza y no lo quieren relacionar con sus empresas o corporaciones".
Por eso la etnobióloga se pregunta: ¿por qué no se encuentran en el sector financiero cajeros o cajeras afro? Son contados. Y no es por falta de gente negra preparada" .
Torres critica también actitudes como reírse de los chistes racistas, no llamarle la atención a un niño cuando insulta o se burla de un compañerito negro. O comportamientos como los de los jóvenes universitarios que dejan a un lado a sus compañeros afros a la hora de formar grupos de estudio. O no darle empleo a una persona por el sólo hecho de vivir en Aguablanca.
"El lenguaje tiene poder. Y la palabra crea acción. Por más que las personas digan que es un simple chiste, en el inconsciente del negro como de quien no lo es, se está sembrando la idea de que los afrodescendientes son personas de poco valor. Esto baja la autoestima del negro y ocasiona que aquellos niños mestizos o blancos tomen actitudes racistas que se reflejan más adelante: que cuando sean gerentes de una empresa por ejemplo, no contraten a personas negras", explica la etnobióloga.
Por eso, aconseja Torres, la comunidad en general necesita mejorar su identidad cultural. "Cuando la gente tenga claro quién es y de qué fenómenos es resultado va a poder respetar a las personas que no son como ella. Así, cuando vea su rostro blanco o mestizo en el espejo no se sentirá superior, sino, diferente".
En Sus Propias Palabras
"Yo sentí un poquito de racismo en Incolballet cuando traían a los primeros bailarines extranjeros y sólo los ponían a bailar con una bailarina blanca. Pero yo nunca le pregunté a la directora por qué a mí nunca me escogían para bailar con ellos, si yo también era una primera bailarina y tenía las condiciones para bailar muy bien".
Alicia Cajiao, bailarina de ballet, en entrevista con El País.
"Peor que el racismo es el endoracismo. La gente negra no se acepta como tal y trata por todos los medios de no adentrarse en su cultura y no reconocerse como negro".
"La gente discriminada no dice nada, no lo denuncia porque le parecen normales estos hechos. Que ellos no puedan acceder a ciertos sitios o puestos porque son negros o indios. Hemos aprendido a convivir con el racismo así como lo hacemos con la violencia".
Rubén Darío Álvarez Periodista del diario El Universal y miembro de la Red de Comunidades Afrodescendientes.
Frases Racistas
"Negro que no la embarra a la entrada, la embarra a la salida".
"Negros de ojos verdes, negro mala gente".
"Negro, ni el teléfono".
"Ese es mucho indio" (Cuando se hace una acción torpe).
"Negro tenía que ser".
"¡Y qué le vio a ese negro (a)?".
"Tiene el pelo malo" (porque no es liso).
"Él es negro, pero inteligente
"Él es negro, pero buena gente".
"Él es negro, pero decente".
"Aquí hay una chancletocracia" (cuando un negro preparado y de estrato bajo, está en un puesto de poder).
26 de abril de 2005
©el país
En esa forma se refirió Edwin Congo, jugador del Levante, equipo de primera división del fútbol español, a los gritos y actitudes racistas que le profirió un grupo de aficionados del Real Madrid, el pasado domingo, en el partido que disputó contra ese club, en Valencia.
El jugador bogotano no quiere darle trascendencia a este tipo de comportamientos, cada vez más frecuentes en los estadios europeos y de los que han sido víctimas jugadores como Pablo César Wanchope, del Málaga; Samuel Eto'o, del Barcelona o Roberto Carlos, del Real Madrid.
Para él lo mejor es "no magnificar algo que realmente no tiene mucha importancia".
Pero no todos tienen la misma reacción serena de Congo, cuando son rechazados por su color de piel. Y mucho menos, si son discriminados en su propio país.
La estudiante de octavo semestre de derecho Johana Luz Acosta es una de esas personas que no tolera que la discriminen por ser negra. La joven cartagenera logró que por primera vez en Colombia un juzgado fallara contra los representantes de dos discotecas de la capital de Bolívar (La Carbonera y Qk -Yito) por no permitirles, en diciembre pasado, la entrada a ella y a su hermana, sólo por el color de su piel.
"No se vayan a sentir mal, pero es que los dueños de la discoteca me tienen terminantemente prohibido que deje entrar a personas del color de ustedes, a menos que tengan mucho reconocimiento o dinero", les dijo esa noche, uno de los porteros de una de las discotecas.
Los episodios racistas en Cartagena son frecuentes. Lo propio ocurre en Cali, una ciudad con un 60% de población negra.
Andrea Varón, una estudiante de medicina, de 23 años, así lo confirma.
Ella cuenta que en un reconocido bar de Cali, valiéndose de varios argumentos falsos, no les permitieron la entrada a ella y a sus acompañantes, porque dos de ellos - su hermano adoptivo y un amigo de éste - "son morenos".
"Fuimos súper arreglados. Cuando íbamos a entrar nos dijeron que no había mesa. Mi novio, amigo de uno de los dueños, fue a hablar con él y éste le dijo, ¡tú vienes con esos morenitos que están allá afuera? Ah, vamos a ver si hay mesa'.
¿!Que no hay mesa!? Si esto está casi vacío, comentamos. Luego se arrimó al bar un tipo en una camioneta y preguntó a todo pulmón que si había mesa y los porteros le dijeron que sí. Le pregunté entonces a uno de ellos: ¿cómo así que sí hay mesa?' Y me respondió: es que sí hay para gente VIP'. ¿Pero si tiene invitación VIP, si tiene reserva, cómo se va a parar a preguntar desde la calle si hay mesa? Es ilógico', le argumenté. El caso fue que no nos dejaron entrar", cuenta Andrea.
EL PAIS con el ánimo de corroborar esta denuncia y otra con relación a un restaurante que supuestamente, discrimina a sus clientes por su etnia, envió el pasado jueves en la noche a tres profesionales negros a esos sitios y pudo establecer lo siguiente: en el restaurante los dejaron ingresar sin ningún inconveniente y los atendieron como a cualquier cliente.
En el bar que denunció la estudiante caleña no les permitieron entrar. Les argumentaron que en el lugar había una fiesta privada, organizada por una universidad caleña.
En el Modelaje y la Publicidad
Lo cierto es que la discriminación racial no conoce fronteras y ataca tanto a gente del común como a los famosos.
Si no, que lo diga la modelo internacional Belky Arizala, que también en Cartagena, sufrió un desplante al querer ingresar con invitación VIP al bar El Sitio, junto a su hermana. Sólo fue admitida cuando los administradores del lugar se enteraron de quién se trataba.
Por el color de su epidermis, esta hermosa mujer también fue rechazada por la familia de un novio blanco que tuvo.
"Apenas pisé su casa me hicieron gestos súper desagradables. Yo esperé la reacción de mi pareja y vi que se sintió inseguro. Inmediatamente salí corriendo de ahí y me dije: este hombre no es para mí'".
La modelo considera que en la televisión y en el mundo de la publicidad en Colombia también hay racismo.
"Las presentadoras de farándula y de los noticieros en general tienen el mismo perfil. No hay una presentadora negra. Y los actores negros, sólo contadas excepciones, siguen haciendo papeles secundarios y de servidumbre".
Los publicistas, fotógrafos y gente dedicada al entretenimiento, agrega Arizala, "me han dicho en mi cara que no colocan a una negra como imagen porque la población afro no tiene poder adquisitivo. Esa es una discriminación racista y clasista. En cambio, en México, fui la primera negra publicada en una revista de novias. Pero en Colombia nunca lo he hecho en nueve años de carrera".
Cuenta además esta propietaria de una academia de modelaje en Bogotá que cuando muchos clientes llaman a solicitar un casting con sus pupilos, lo primero que le advierten es: "No quiero modelos negros".
Entonces, afirma, "les digo a ese tipo de personas, ¿sabe qué? no me interesa trabajar con usted y les cuelgo el teléfono".
Contra los Indígenas
La segregación étnica no sólo se evidencia, como es ya trillado advertirlo, en el campo político, militar, estatal o en muchos clubes sociales.
Se refleja también a través de esas actitudes cotidianas que devastan la autoestima de los afectados, entre ellos, los indígenas.
Leonor Zalabata, una líder wayúu, comenta cómo aún los indios son objeto de burla por no hablar bien el español. "Por el hecho de no manejar un castellano fluido nos consideran ignorantes o incapaces".
Cuando visten con su indumentaria tradicional son más rechazados. "Los taxistas no quieren recogernos y aún hay familias, en las que, cuando un niño llora le dicen: ahí viene el indio y te va a llevar'. Así que cuando nos ven somos un espanto para ellos", explica Zalabata.
José Vicente García Guasaquillo, presidente de la Organización Indígena del Valle del Cauca, Orivac, corrobora situaciones similares.
"Cuando se dan cuenta de que somos indígenas los que vamos a alquilar una casa para el funcionamiento de una oficina de los cabildos, por ejemplo, inmediatamente sus dueños dicen que no".
Y si el niño aborigen habla nasa yuwe y no se expresa bien en español, agrega García, se burla, incluso, su profesor, quien le dice que deje de hablar esa lengua tan fea, que la olvide y aprenda el español.
Arrendar, Qué Camello'
Y si a los indios se les dificulta tomar casas en alquiler a muchos negros también, sobretodo en sectores de estrato cuatro, cinco o seis.
Eulalia Mosquera narra cómo, si llamaba telefónicamente era aceptada como posible inquilina. Pero cuando se presentaba en compañía de su hijo a finiquitar el negocio le salían con mil excusas y terminaban diciéndole que no.
Hace pocos días comenta Eulalia, su hermano Fermín, también fue objeto de rechazo en un reconocido hotel del Oeste de Cali.
"Como él está remodelando su casa fue al hotel para solicitar hospedaje por varios días. Le dijeron que estaba copado. Y pronto pudo corroborar, a través del comentario que escuchó de dos de las empleadas, que aquello no era cierto y que todo se debió, a su color de piel".
No a Chistes Racistas
Para Sandra Torres, etnobióloga y asesora de asuntos afrocolombianos de la Alcaldía, es inconcebible que en una ciudad culturalmente afro como Cali no se pueda ver reflejada esa identidad en los diferentes campos de acción y poder.
En la mayoría de las entidades del sistema bancario y en las grandes empresas los negros no tienen siquiera la posibilidad de trabajar en oficios varios, sostiene Torres, también profesional en finanzas y negocios internacionales.
"La gente cree que contratarlos es vender una imagen negativa de la entidad, porque ser negro es considerado en este país como algo sucio, feo, que inspira desconfianza y no lo quieren relacionar con sus empresas o corporaciones".
Por eso la etnobióloga se pregunta: ¿por qué no se encuentran en el sector financiero cajeros o cajeras afro? Son contados. Y no es por falta de gente negra preparada" .
Torres critica también actitudes como reírse de los chistes racistas, no llamarle la atención a un niño cuando insulta o se burla de un compañerito negro. O comportamientos como los de los jóvenes universitarios que dejan a un lado a sus compañeros afros a la hora de formar grupos de estudio. O no darle empleo a una persona por el sólo hecho de vivir en Aguablanca.
"El lenguaje tiene poder. Y la palabra crea acción. Por más que las personas digan que es un simple chiste, en el inconsciente del negro como de quien no lo es, se está sembrando la idea de que los afrodescendientes son personas de poco valor. Esto baja la autoestima del negro y ocasiona que aquellos niños mestizos o blancos tomen actitudes racistas que se reflejan más adelante: que cuando sean gerentes de una empresa por ejemplo, no contraten a personas negras", explica la etnobióloga.
Por eso, aconseja Torres, la comunidad en general necesita mejorar su identidad cultural. "Cuando la gente tenga claro quién es y de qué fenómenos es resultado va a poder respetar a las personas que no son como ella. Así, cuando vea su rostro blanco o mestizo en el espejo no se sentirá superior, sino, diferente".
En Sus Propias Palabras
"Yo sentí un poquito de racismo en Incolballet cuando traían a los primeros bailarines extranjeros y sólo los ponían a bailar con una bailarina blanca. Pero yo nunca le pregunté a la directora por qué a mí nunca me escogían para bailar con ellos, si yo también era una primera bailarina y tenía las condiciones para bailar muy bien".
Alicia Cajiao, bailarina de ballet, en entrevista con El País.
"Peor que el racismo es el endoracismo. La gente negra no se acepta como tal y trata por todos los medios de no adentrarse en su cultura y no reconocerse como negro".
"La gente discriminada no dice nada, no lo denuncia porque le parecen normales estos hechos. Que ellos no puedan acceder a ciertos sitios o puestos porque son negros o indios. Hemos aprendido a convivir con el racismo así como lo hacemos con la violencia".
Rubén Darío Álvarez Periodista del diario El Universal y miembro de la Red de Comunidades Afrodescendientes.
Frases Racistas
"Negro que no la embarra a la entrada, la embarra a la salida".
"Negros de ojos verdes, negro mala gente".
"Negro, ni el teléfono".
"Ese es mucho indio" (Cuando se hace una acción torpe).
"Negro tenía que ser".
"¡Y qué le vio a ese negro (a)?".
"Tiene el pelo malo" (porque no es liso).
"Él es negro, pero inteligente
"Él es negro, pero buena gente".
"Él es negro, pero decente".
"Aquí hay una chancletocracia" (cuando un negro preparado y de estrato bajo, está en un puesto de poder).
26 de abril de 2005
©el país
6 comentarios
Nike Shox Rivalry -
Mario Aguilera -
Mario Aguilera -
cindy yajaira olaya caicedo -
leidy johanna arizala -
nestor -
gracias