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de dónde son los kamikaze


[Mia Bloom] Siniestra exportación saudí: terroristas suicidas.
Los atentados del 7 de julio en Londres y la casi diaria carnicería en Iraq indican que los terroristas kamizake se han convertido en el arma por excelencia de los terroristas. Los terroristas de Londres eran jóvenes sin antecedentes criminales, un rasgo compartido por algunos de los crecientes números de saudíes que entran a Iraq a través de Siria para hacerse volar.
Los atentados en el Metro de Londres y en un autobús de dos pisos, puede marcar la exitosa apertura por al Qaeda de un segundo frente en su guerra para expulsar a las tropas extranjeras de Iraq. La estrategia es doble: Atacar a soldados y civiles en Iraq y golpear a los aliados de los norteamericanos en casa para doblarles la mano.
La mayoría de los terroristas suicidas en Iraq provienen de Arabia Saudí. El surgimiento de los terroristas saudíes se deriva de una división en el movimiento yihadista saudí, de acuerdo a algunos expertos en al Qaeda. Una facción quiere atacar directamente a la monarquía saudí, mientras otra propone que Estados Unidos y las fuerzas de la coalición en Iraq deben ser el objetivo principal. Debido a que al Qaeda considera a Arabia Saudí como su principal fuente de dinero para la yihad global, se ha concentrado en atacar en Iraq.
Los cientos de informes sobre terroristas suicidas en Iraq presentados en sitios en internet proporcionan alguna información sobre los terroristas y combatientes extranjeros que están jugando un papel importante en la resistencia. Una revista online llamada Jihadweb, publicó una "ruta hacia Iraq" que aconseja a los reclutas a viajar a través de Siria y "llevar vaqueros" y "usar reproductores portátiles" para parecer más occidentales.
Reuven Paz, un experto israelí en terrorismo, concluyó que de los 154 combatientes extranjeros que murieron en Iraq en un período de seis meses, un 61 por ciento eran saudíes, y los sirios y kuwaitíes juntos constituían un 25 por ciento. Pero los sitios yihadistas dicen que un 70 por ciento de los terroristas suicidas en Iraq son nacionales saudíes.
Entre los que se vuelan a sí mismos había estudiantes de ingeniería y de inglés, el hijo de un hostelero marroquí y un puñado de árabes europeizados. Muchos de los terroristas eran casados, bien educados y acercándose a la treintena, rasgos que compartían con los secuestradores del 11 de septiembre. En realidad, algunos de los sitios en internet mencionan el 11 de septiembre de 2001 como la fuente de inspiración de los terroristas para viajar a Iraq.
Hay también largas listas de nombres sobre los que se sabe poco más que el país de origen y la palabra "mártir". A diferencia de los shahid en Palestina, estos mártires no hacen un video ni dejan un testamento. Aunque sus viajes a Iraq son financiados por benefactores, las familias de los mártires no obtienen reparaciones económicas. En lugar de funerales a los que asisten cientos y quizás miles de personas, algunos sitios en internet proporcionan el número de teléfono para que se pueda llamar y congratular a las familias de los mártires.
Temiendo un contragolpe mientras tratan de convencer a Estados Unidos de que su país es un aliado en la guerra contra el terrorismo, funcionarios saudíes han expresado alarma sobre el predominio de nombres saudíes en las listas de mártires. No niegan que algunos de sus ciudadanos se han unido a la yihad contra Estados Unidos, aunque advierten que las listas pueden ser propaganda de al Qaeda o una táctica de reclutamiento.
No se puede negar que desde los atentados en Riyadh en mayo y noviembre de 2003, la monarquía ha detenido y procesado más agresivamente a operativos de al Qaeda en territorio saudí. Existen dos tendencias en la oposición islámica en Arabia Saudí: Una es violenta y empecinada en desestabilizar a la monarquía y obligar a sus soportes occidentales, especialmente Estados Unidos, a salir del país, y la otra más moderada y fomenta las reformas políticas, sociales y religiosas. El gobierno ha reprimido las dos. En respuesta, la mayoría de los elementos radicales se han marchado a Iraq. La monarquía parece perfectamente dispuesta a permitirles que dejen Arabia Saudí, que en realidad pasa el problema a Estados Unidos, sus aliados en la coalición y los civiles iraquíes.
La misión de los terroristas kamizake es simplemente matar la mayor cantidad posible de civiles chiíes iraquíes -y americanos. Los árabes sunníes que llevan a cabo atentados suicidas creen que los chiíes están atacando a los sunníes en Iraq. "Interpretan la guerra en Iraq como un ataque contra el islam sunní -no contra Iraq, no contra Saddam", dijo un ex agente de la CIA. Otros terroristas extranjeros atacan la infraestructura de Iraq.Sondeos de la opinión pública reunidos por las fuerzas armadas norteamericanas muestran que incluso iraquíes que quisieran que las fuerzas de la coalición se retiraran de inmediato desaprueban los atentados. De hecho, hay crecientes evidencias de hostilidad hacia los yihadistas extranjeros, que puede explicar por qué sus intentos de reclutamiento en Iraq han tenido poco éxito. Aunque Abu Musab Zarqawi, el jefe de al Qaeda en Iraq, ha montado oficinas de reclutamiento en el país, los iraquíes han mostrado poco entusiasmo en unirse a la resistencia. Desde 2003 los iraquíes han realizado menos del 10 por ciento de más de 500 atentados kamikaze, de acuerdo a Paz. En mayo, varios de los atentados suicidas en camiones en Bagdad fueron detonados por control remoto, sin que sus conductores supieran aparentemente que eran "voluntarios" para el martirio.
La guerra en Iraq puede galvanizar más células durmientes en Europa para realizar atentados suicidas, pero los musulmanes europeos también sufren de desventajas socio-económicas y discriminación que crean un ambiente receptivo para los reclutadores islámicos radicales. Algunos expertos creen que Italia o Polonia pueden ser los próximos blancos en la posible campaña de al Qaeda para ejercer presión sobre sus gobiernos para que retiren sus tropas de Iraq. Sin embargo, la cuestión es si los terroristas importados, inmigrantes o domésticos, representan la mayor amenaza.

Mia Bloom es ayudante de cátedra en la Universidad de Cincinnati y consultora para el gobierno en asuntos de terrorismo. Es la autora de ‘Dying of Kill: The Allure of Suicide Terror'.

21 de agosto de 2005
©los angeles times
©traducción mQh

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