cubano vinculado a terrorismo
[Michael A. Fletcher] Cubano que pidió asilo en Estados Unidos está vinculado a casos de terrorismo.
Luis Posada Carriles, un exiliado cubano adiestrado por la CIA e implicado en una serie de atentados terroristas, pidió ayer asilo político en Estados Unidos, llevando a un parlamentario a decir que concederle asilo socavaría la credibilidad del país en su guerra contra el terrorismo.
Posada entró en la clandestinidad después de entrar recientemente en Estados Unidos, dijo Eduardo Soto, el abogado del área de Miami que se ocupa de la petición de asilo de Posada. Ahora de 77, Posada es un héroe para algunos exiliados cubanos por sus fervientes intentos durante cuatro décadas de derrocar y asesinar al presidente cubano, Fidel Castro.
Adiestrado por la CIA en el uso de explosivos como parte de la desgraciada invasión de Bahía Cochinos, Posada ha estado vinculado en años posteriores con el atentado con bomba contra un avión de pasajeros cubano, que mató a 73 personas; en los atentados contra hoteles para turistas en Cuba que dejaron muerto a un turista italiano y heridas a 11 personas; y en una conspiración para asesinar a Castro en Panamá.
"Si está en Estados Unidos, debería ser detenido y deportado de acuerdo a las normas de las leyes internacionales", dijo el diputado republicano William D. Delahunt (demócrata, Massachusetts), que escribió una carta el lunes a los presidentes del Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara, pidiendo una investigación sobre cómo entró Posada al país.
"Dada la enemistad entre los gobiernos cubano y estadounidense, es posible que funcionarios norteamericanos hayan hecho la vista gorda con la entrada de Posada en nuestro país -o peor incluso, haberla facilitado", escribió Delahunt. "Si eso fuera verdad -e incluso si no lo fuera y se permitiera a Posada quedarse aquí- desmentiría la credibilidad de Estados Unidos en la guerra contra el terrorismo, porque sugeriría que compartimos las opiniones de los que apoyan a Al Qaeda y a los insurgentes en Iraq en que el terrorista de unos, es el combatiente por la libertad de otros'".
Los defensores de Posada niegan que sea un terrorista. Señalan que los tribunales venezolanos absolvieron dos veces a Posada antes de que este escapara de prisión mientras aguardaba un tercer juicio por el atentado con bomba contra el avión de pasajeros cubano. La presidente saliente de Panamá, Mireya Moscoso, indultó a Posada el año pasado, después de que pasara un tiempo en la cárcel en conexión con la conspiración para asesinar a Castro.
"Posada no ha sido condenado nunca por un acto de terrorismo", dijo Santiago Álvarez, un urbanista de Miami que es amigo íntimo de Posada, al que llama héroe. "Ha estado luchando contra Castro toda la vida. Es partidario de la violencia, pero eso no significa que terrorismo y violencia sean lo mismo".
En su petición de asilo, Soto dijo que Posada menciona su oposición de toda la vida a Castro, diciendo que quedaría en peligro si no se le otorga la protección de Estados Unidos. Soto dijo que Posada también quiere residir permanentemente en Estados Unidos bajo la Ley de Ajuste Cubano, que permite a los refugiados cubanos solicitar el estatuto después de residir durante un año en Estados Unidos.
Bill Strassberger, portavoz de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, dijo que las solicitudes de asilo son revisadas cada vez, un proceso que incluye un control de antecedentes. Después, el solicitante es llamado para una entrevista con un funcionario de inmigración que puede otorgar el asilo o referir el caso a un juez de inmigración.
La agencia "no proporciona refugio a terroristas o asesinos", dijo Strassberger. Pero incluso si se le niega el asilo a un solicitante, dijo, Estados Unidos no entregaría a una persona a un país donde es probable que sea perseguida y buscaría transferirla a otro país.
Posada ha sido considerado una figura frecuentemente siniestra en los casi 50 años que ha estado exiliado de Cuba. Álvarez dijo que había servido en el ejército estadounidense a mediados de los años sesenta. Algunos años después, Posada trabajó con la policía secreta venezolano, persiguiendo a guerrilleros de izquierda. En 1976 fue detenido en Caracas por el atentado con bomba de un avión de pasajeros cubano. Aunque fue juzgado en ausencia, es todavía buscado por las autoridades venezolanas en conexión con su fuga.
Más tarde, Posada viajó a América Central, donde supervisó las operaciones de aprovisionamiento de las guerrillas contrarrevolucionarias que lucharon contra el gobierno marxista sandinista de Nicaragua. En 1990, fue herido gravemente en Ciudad de Guatemala por pistoleros de los que se sospecha que eran agentes cubanos. Después de eso, fue implicado en los atentados con bomba contra hoteles cubanos y la conspiración para matar a Castro en Panamá.
Delahunt, co-presidente de un grupo de trabajo bi-partidario del Congreso que busca reparar las relaciones largo tiempo crispadas entre los gobiernos cubano y estadounidense, dijo que dado el pasado de Posada, debería ser detenido antes que considerado como alguien que necesita protección jurídica.
"No puedo imaginar cómo alguien puede defender a un terrorista cuando hay abrumadoras evidencias de que fue responsable o uno de los conspiradores para hacer estallar un avión de pasajeros. Para mí, eso es inconcebible", dijo Delahunt. "Si este individuo está en realidad en Estados Unidos, creo que debemos determinar cómo llegó aquí y en qué circunstancias'.
13 de abril de 2005
©washington post
©traducción mQh
Posada entró en la clandestinidad después de entrar recientemente en Estados Unidos, dijo Eduardo Soto, el abogado del área de Miami que se ocupa de la petición de asilo de Posada. Ahora de 77, Posada es un héroe para algunos exiliados cubanos por sus fervientes intentos durante cuatro décadas de derrocar y asesinar al presidente cubano, Fidel Castro.
Adiestrado por la CIA en el uso de explosivos como parte de la desgraciada invasión de Bahía Cochinos, Posada ha estado vinculado en años posteriores con el atentado con bomba contra un avión de pasajeros cubano, que mató a 73 personas; en los atentados contra hoteles para turistas en Cuba que dejaron muerto a un turista italiano y heridas a 11 personas; y en una conspiración para asesinar a Castro en Panamá.
"Si está en Estados Unidos, debería ser detenido y deportado de acuerdo a las normas de las leyes internacionales", dijo el diputado republicano William D. Delahunt (demócrata, Massachusetts), que escribió una carta el lunes a los presidentes del Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara, pidiendo una investigación sobre cómo entró Posada al país.
"Dada la enemistad entre los gobiernos cubano y estadounidense, es posible que funcionarios norteamericanos hayan hecho la vista gorda con la entrada de Posada en nuestro país -o peor incluso, haberla facilitado", escribió Delahunt. "Si eso fuera verdad -e incluso si no lo fuera y se permitiera a Posada quedarse aquí- desmentiría la credibilidad de Estados Unidos en la guerra contra el terrorismo, porque sugeriría que compartimos las opiniones de los que apoyan a Al Qaeda y a los insurgentes en Iraq en que el terrorista de unos, es el combatiente por la libertad de otros'".
Los defensores de Posada niegan que sea un terrorista. Señalan que los tribunales venezolanos absolvieron dos veces a Posada antes de que este escapara de prisión mientras aguardaba un tercer juicio por el atentado con bomba contra el avión de pasajeros cubano. La presidente saliente de Panamá, Mireya Moscoso, indultó a Posada el año pasado, después de que pasara un tiempo en la cárcel en conexión con la conspiración para asesinar a Castro.
"Posada no ha sido condenado nunca por un acto de terrorismo", dijo Santiago Álvarez, un urbanista de Miami que es amigo íntimo de Posada, al que llama héroe. "Ha estado luchando contra Castro toda la vida. Es partidario de la violencia, pero eso no significa que terrorismo y violencia sean lo mismo".
En su petición de asilo, Soto dijo que Posada menciona su oposición de toda la vida a Castro, diciendo que quedaría en peligro si no se le otorga la protección de Estados Unidos. Soto dijo que Posada también quiere residir permanentemente en Estados Unidos bajo la Ley de Ajuste Cubano, que permite a los refugiados cubanos solicitar el estatuto después de residir durante un año en Estados Unidos.
Bill Strassberger, portavoz de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, dijo que las solicitudes de asilo son revisadas cada vez, un proceso que incluye un control de antecedentes. Después, el solicitante es llamado para una entrevista con un funcionario de inmigración que puede otorgar el asilo o referir el caso a un juez de inmigración.
La agencia "no proporciona refugio a terroristas o asesinos", dijo Strassberger. Pero incluso si se le niega el asilo a un solicitante, dijo, Estados Unidos no entregaría a una persona a un país donde es probable que sea perseguida y buscaría transferirla a otro país.
Posada ha sido considerado una figura frecuentemente siniestra en los casi 50 años que ha estado exiliado de Cuba. Álvarez dijo que había servido en el ejército estadounidense a mediados de los años sesenta. Algunos años después, Posada trabajó con la policía secreta venezolano, persiguiendo a guerrilleros de izquierda. En 1976 fue detenido en Caracas por el atentado con bomba de un avión de pasajeros cubano. Aunque fue juzgado en ausencia, es todavía buscado por las autoridades venezolanas en conexión con su fuga.
Más tarde, Posada viajó a América Central, donde supervisó las operaciones de aprovisionamiento de las guerrillas contrarrevolucionarias que lucharon contra el gobierno marxista sandinista de Nicaragua. En 1990, fue herido gravemente en Ciudad de Guatemala por pistoleros de los que se sospecha que eran agentes cubanos. Después de eso, fue implicado en los atentados con bomba contra hoteles cubanos y la conspiración para matar a Castro en Panamá.
Delahunt, co-presidente de un grupo de trabajo bi-partidario del Congreso que busca reparar las relaciones largo tiempo crispadas entre los gobiernos cubano y estadounidense, dijo que dado el pasado de Posada, debería ser detenido antes que considerado como alguien que necesita protección jurídica.
"No puedo imaginar cómo alguien puede defender a un terrorista cuando hay abrumadoras evidencias de que fue responsable o uno de los conspiradores para hacer estallar un avión de pasajeros. Para mí, eso es inconcebible", dijo Delahunt. "Si este individuo está en realidad en Estados Unidos, creo que debemos determinar cómo llegó aquí y en qué circunstancias'.
13 de abril de 2005
©washington post
©traducción mQh
0 comentarios