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último grito de imette


[Larry Celona, Murray Weiss y Lorena Mongelli] Empleados del bar tardaron una semana en decir la verdad sobre la desaparición de Imette, la chica que fue brutalmente asesinada.
Nueva York, Estados Unidos. Un gorila corpulento con un pasado violento discutió con la estudiante universitaria Imette St. Guillen después de echarla de una exclusiva taberna de SoHo la mañana que desapareció -y los empleados del bar oyeron más tarde un grito ahogado, dijeron ayer fuentes policiales.
Los polis creen ahora que el gorila, el ex convicto Darryl Littlejohn, 41, puede ser el sádico vicioso que asesinó a St. Guillen -cuando los investigadores revisaban su casa en Queens a la búsqueda de evidencias en caso de que haya sido asesinada allí.
Los nuevos detalles en el escalofriante caso emergieron a superficie cuando las fuentes revelaron que el dueño del bar The Falls, junto con uno de sus camareros, demoró casi una semana para decir lo que vieron el 25 de febrero temprano, el día que desapareció St. Guillen.
El dueño del bar, Michal J. Dorrian -vástago de la famosa familia tabernera neoyorquina- había contado a investigadores en numerosas ocasiones que St. Guillen bebió dos tragos antes de mirar una nota y salir del bar sola, dijeron las fuentes.
Pero las fuentes dijeron que Dorrian había admitido que al final de esa noche había en realidad ordenado a Littlejohn, el gorila de 1 metro 74 y 90 kilos: "¡Sácala de aquí!", debido a que St. Guillen estaba demasiado bebida.
Dorrian dijo a la poli que Littlejohn sacó a la menuda mujer de 25, una estudiante de ciencias forenses en el Instituto de Justicia Criminal John Jay- por una puerta lateral del edificio en el número 218 de la calle Lafayette, dijeron fuentes policiales.
Dorrian y el camarero no identificado dijeron momentos después que oyeron una discusión en un pasillo justo en la puerta del bar, dijeron las fuentes. Luego oyeron un grito que venía de la misma dirección.
El bar continuó abierto después del incidente.
Littlejohn ha protestado que es inocente, contando a los polis que escoltó a St. Guillen y ella se marchó -y que no la volvió a ver.
También dijo a los detectives que en los minutos antes de que la echara, había estado conversando con ella, dijeron las fuentes.
Dijo que había bromeado con él y le había dicho que era "una agente del FBI" -y él replicó que él era un alguacil, dijeron fuentes policiales.
Pero un detective dijo que sospecha que Littlejohn, que está con libertad condicional por robo a mano armada, puede haber visto a St. Guillen como una "presa fácil" cuando la sacó y la metió en un coche estacionado cerca.
En un momento, ella puede haber estado colocada, dijeron las fuentes.
Los detectives creen que Littlejohn trató de tener sexo con ella, y cuando ella se resistió, se asustó y la mató, posiblemente en su casa en Jamaica, Queens, dijeron las fuentes.
La poli cree que como un "preso condicional", puede haberse asustado porque si hubiera sido condenado por otro delito, como agresión sexual, le habría significado un mínimo de ocho y hasta quince años de cárcel, especularon las fuentes.
El cuerpo magullado y estrangulado de St. Guillen fue encontrado envuelto en una manta con estampado de flores barata, entre los matorrales en Belt Parkway en Brooklyn, la noche del 25 de febrero.
Sus uñas estaban parcialmente destrozadas, lo que indica que se defendió furiosamente. Su cabeza había sido envuelta en cinta de pegar, como una momia.
Entretanto, Littlejohn se presentó a trabajar esa noche a las 9:30, con un rasguño en la parte de atrás de su cuello, dijeron fuentes.
Tres días después de encontrado el cuerpo, Littlejonh volvió a presentarse al trabajo -esta vez en su día libre- y estuvo preguntando intensamente sobre la mujer desaparecida, dijeron las fuentes.
Littlejohn todavía estaba siendo interrogado por los polis ayer tarde, aunque la policía dijo que ha contratado a un abogado. No ha sido acusado de nada en conexión con el caso.
Las fuentes dijeron que los detectives fueron capaces de detenerlo durante tanto tiempo debido a que violó su régimen de libertad condicional.
La policía empezó a registrar la casa de Littlejohn en el número 153-26 de la Avenida 121 como la posible escena del crimen después de conseguir una orden judicial.
Varios investigadores tomaron moldes de pisadas en el pasto de la entrada, mientras otros usaron un martillo para entrar por una puerta trasera, y cinco polis vestidos con uniformes anti-contaminación revisaron un tacho de basura.
Un apartamento arriba no fue incluido en la orden, de acuerdo a su tía Addie Harris, que ha cuidado de la casa con Littlejohn desde que su mamá fuera internada en una institución mental.
La poli prestó particular atención a la parte de atrás de una furgoneta azul aparcada en la entrada de la casa de Littlejohn. La furgoneta, que la policía sospecha que pudo haber sido utilizada para llevar el cuerpo de St. Guillen a Brooklyn, no tiene una matrícula legal.
Fuentes policiales dijeron que otras evidencias incluyen los pelos de gato que fueron encontrados en la cinta de empaque con la que el asesino envolvió la cabeza de St. Guillen. Los pelos están siendo analizados, junto con los pelos de gato encontrados previamente en la manta en la que fue envuelto su cuerpo, para ver si correspondían con los de los dos gatos que viven en el sótano del bar, dijeron las fuentes.
Los detectives sospechan ahora que el asesino puede haber cortado parte del pelo de St. Guillen no como un trofeo después de la agresión, sino porque sabía que había dejado sus huellas digitales en la cinta de pegar donde se había pegado el pelo, e intentó ocultar las evidencias.
La poli descubrió cinta y cables similares a los encontrados en el cuerpo de St. Guillén en el sótano del bar.
Las fuentes dijeron que una posible clave vinculando a Littlejohn con el crimen es una llamada trazada a su celular hacia las 7 u 8 de l tarde de febrero 25, desde el área donde se encontró el cuerpo.
Littlejohn, que ha estado entrando y saliendo de la cárcel durante 20 años, ha usado un apodo diferente para casi todos sus delitos.
Dos nombres usados por él fueron ‘John Handsome’ y ‘Jonathan Blaze’, que es también la identidad secreta del terrible personaje ‘El motorista fantasma’ [Ghost Rider], una historieta.
Dorrian no pudo ser localizado para pedir su comentario, y su esposa se negó a hablar con periodistas en su casa.
John Kekalos, que es co-propietario de The Falls, también se negó a responder a preguntas sobre por qué los empleados del bar tardaron tanto en decir la verdad sobre la desaparición de St. Guillen.
"No estuve aquí esa noche", dijo. "Ninguno de los dueños estábamos aquí esa noche".

Jeane MacIntosh, Tom Liddy, Stefanie Cohen, Erin Calabrese, John Mazor y Leonard Greene contribuyeron a este reportaje.

larry.celona@nypost.com
7 de marzo de 2006
©new york post
©traducción mQh
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