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¿hezbolá en paraguay?


[Monte Reel] Región trifronteriza es considerada como un centro de ayuda a grupos radicales.
Ciudad del Este, Paraguay. Durante años, esta región donde convergen las fronteras de Paraguay, Brasil y Argentina- ha sido considerada un caldo de cultivo de los productos secundarios más indecorosos de la globalización. Gran parte del comercio que cruza esas fronteras, dicen los funcionarios, es ilegal. La región abunda en artículos de contrabando y dinero blanqueado.
Ahora funcionarios estadounidenses están lanzando una serie de nuevas medidas dirigidas a detectar a bandas de lavado de dinero que se cree que están financiando a Hezbolá y otros grupos radicales.
"Tengo la absoluta certeza de que es el caso", dijo Daniel Glaser, subsecretario de Hacienda para financiamiento y otros delitos financieros terroristas. "Creemos que tenemos pruebas".
Los intentos del gobierno estadounidense para capturar grupos de lavado de dinero asociados al terrorismo depende en gran parte del trabajo de funcionarios locales. Pero un suceso con el que se tropezó en la oscuridad la semana pasada fue una muestra de los retos que deben enfrentar funcionarios norteamericanos y locales.
En un puente que conecta a Brasil con Paraguay, funcionarios aduaneros paraguayos estaban trabajando en la oscuridad, usando linternas para controlar los pasaportes de sólo una pequeña fracción de los viajeros que cruzaban la frontera, quizás unos veinte conductores, de acuerdo a un conteo informal.
Al mismo tiempo, a pocos metros río arriba, dos pequeñas lanchas se deslizaban por el agua. Las lanchas transportaban casi 640 kilos de marihuana, empaquetados como ladrillos envueltos en cinta de embalaje y metidos en cajas de cartón. La única razón por la que la agente federal paraguaya María Adelaida Vásquez se enteró del transporte de marihuana fue que dos agentes del despacho de la fiscalía federal se encontraban de casualidad en la cercanía de donde habían desembarcado las lanchas.
"No estamos preparados para librar una guerra contra este tipo de empresas", dijo Vásquez, que dijo que el blanqueo de dinero y otras transacciones financieras ilegales estaban cada vez más entrelazadas con el comercio en narcóticos. "Los criminales están a la vanguardia de la tecnología y nosotros ni siquiera tenemos acceso a internet en nuestras oficinas. Si tenemos celulares, es porque los hemos comprado con dinero de nuestros bolsillos".
Los veinte fiscales paraguayos de la región tiene dos camiones a su disposición. Vásquez pudo usar uno de ellos el otro día y pudo arrestar a ocho personas implicadas en el transporte de marihuana. Su captura fue pura suerte, dijo.
Funcionarios de Hacienda de Estados Unidos han realizado seminarios en la región para estimular la participación del sector bancario en los proyectos regionales contra el lavado de dinero. La oficina de inmigración del ministerio de Seguridad Interior envió la semana pasada un equipo a Argentina para implementar una ‘unidad de transparencia comercial' -un equipo que recogerá y analizará datos comerciales para detectar irregularidades que sugieran operaciones de lavado de dinero- y equipará una unidad similar en Paraguay en septiembre.
Entretanto, este año el ministerio de Relaciones Exteriores ayudó a redactar una ley más estricta contra el lavado de dinero que fue aprobada por el congreso argentino, según el asesor jurídico de la embajada norteamericana en Asunción. El año pasado Paraguay realizó cursos de adiestramiento para fiscales e investigadores a cargo de combatir posibles vínculos con el terrorismo, de acuerdo al ministerio de Justicia.
Glaser dijo que "lo que más nos preocupa" son los vínculos con Hezbolá y otros grupos radicales.
Funcionarios estadounidenses mencionan un caso de contrabando descubierto en Detroit en marzo en el que 19 personas fueron acusadas de operar una banda internacional que se dedicaba al contrabando de cigarrillos en Paraguay y Brasil. La acusación dice que los beneficios de la operación eran canalizados hacia Hezbolá.
Además, en 2004 funcionarios estadounidenses acusaron a un hombre de negocios que opera en Ciudad del Este de ser un terrorista, diciendo que era un financista de Hezbolá. El hombre, Assad Ahmad Barakat, gestionaba una importante firma de importaciones-exportaciones como fachada de células de Hezbolá, dijo el ministerio de Hacienda.
A pesar de esos cargos, los fiscales locales dijeron que el recabamiento de pruebas de esos casos sigue siendo extremadamente difícil debido a que no pueden acercarse a la extensa comunidad de inmigrantes árabes que viven en la zona trifronteriza, un grupo de unas 30 mil personas que los funcionarios norteamericanos creen que incluye a una minoría de comerciantes que están financiando a grupos implicados en actividades terroristas.
Ni la policía local ni los fiscales cuentan con intérpretes ni hablantes de árabe, dijeron funcionarios aquí, lo que alimenta un rico clima de sospechas, pero sin evidencias que las confirmen.
"Hablan en su propio idioma y no toleran a otros en su mundo", dijo Vásquez. "Sospechamos que están involucrados en el narcotráfico, pero es difícil saberlo en realidad porque están demasiado cerrados para nosotros".
Samir Jebai, un inmigrante libanés que es uno de los hombres de negocios más prominentes de la ciudad, dijo que la descripción no se ajusta a él.
Como presidente de una importante asociación comercial, tiene contactos en los más altos niveles del gobierno de Paraguay. Además, de acuerdo a un informe del Servicio de Investigaciones del Congreso, su cuñado es uno de los arrestados como parte de la banda de Barakat.
Jebai dijo que hace algunos años, cuando decidió que era hora de ayudar a su país adoptivo, llamó al entonces ministro de Educación, Nicanor Duarte -ahora presidente de Paraguay- y le dijo que iba a construir escuelas para los pobres.
Jebai, que se dedica al negocio de relojes, dijo que había sido acusado falsamente de ser un terrorista en la prensa local, lo que considera es una acusación injuriosa que han hecho correr sus competidores. Dijo que la sospecha de lavado de dinero era exagerada, y ofreció una explicación alternativa de la transferencia de enormes sumas en efectivo: la evasión de impuestos.
Al ordenar un embarque de artículos por un valor de 200 mil dólares, dijo, un importador podría emitir una factura falsificada del embarque por un valor de 50 mil dólares para pagar menos aranceles. Entonces, cuando se paga al abastecedor, los investigadores descubrirían los 150 mil dólares restantes no declarados. Se trata de una práctica extendida hasta hace unos seis meses, dijo, antes de que los funcionarios empezaran con controles más detenidos de las facturas de los importadores.
"Antes, había un montón de dinero que se gastaba en funcionarios para poder eludir los impuestos", dijo Jebai, que también dijo que ha visto una masiva disminución en los últimos años en productos falsificados. "Los productos falsificados han desaparecido en un 99 por ciento. Quizás el 95 por ciento".
Un viaje a una de las dos bodegas donde los agentes guardan las tres a cuatro toneladas de artículos confiscados en los mercados todas las semanas, ofrece un corrección instantánea a ese punto de vista. Las cajas de cartón rebosan de CDés y DVDés pirateados, juegos para PlayStation, zapatos, muñecas Hello Kitty y relojes. El aire huele a tabaco, de los miles de cartones de Marlboro falsificados.
Para llegar al camión que lo esperaba en la bodega la semana pasada, el fiscal federal Jorge Moura tuvo que pasar por encima de un desorden de cajas rebosantes de CDés que bloqueaban el pasillo. En el camino afuera, divisó un Mercedes Benz, que le recordó a uno de los obstáculos más grandes en el camino de la actual represión de delitos comerciales aquí.
"Yo no puedo comprarme un Mercedes con mis ingresos, porque sólo gano 700 dólares al mes", dijo, asintiendo hacia el coche. "Pero aquí hay un montón de gente que sí puede. En todos los sectores. Tienen un montón de ingresos extra".

3 de agosto de 2006
©washington post
©traducción mQh
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