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documentos son verdaderos


[Sergio Espinosa V.] Broker asegura que multinacional CCI fue contactada por la inteligencia chilena.
Al Landry revela misteriosa llamada de la ANI por el supuesto depósito de oro.

Empresa insiste en que certificados del HSBC son verdaderos y quiere negociar con el gobierno chileno para determinar a nombre de quién se encuentran las 9,6 toneladas.
Albert Harold Landry es un hombre bajo y de trato afable, que entró al último tercio de su vida hace rato. El 29 de agosto pasado celebró sus 75 años con su mujer y sus cuatro hijos, en la casa en la que ha vivido las últimas cuatro décadas en el acomodado barrio Pacific Palisades de Los Ángeles, California, donde trabaja como broker de oro para una serie de empresas, entre ellas la multinacional CCI.
Pero la apacible vida a la que está acostumbrado sufrió un pequeño cambio este mes, cuando recibió un e-mail en el que le ofrecían comprar lingotes del preciado metal. Uno más de los cinco que, en promedio, recibe cada semana con las mismas características. Sólo que esta vez el monto, y especialmente el origen, escapaban a lo normal.

Oferta Insólita
Un broker llamado Kevin Shari le ofrecía adquirir 9,6 toneladas de lingotes de alta pureza avaluados en US$184 millones, que aparecían a nombre de Augusto Pinochet, "Presidente de Chile", depositados en el Hongkong & Shangai Banking Corporation (HSBC) desde el 7 de noviembre de 1980.
En lugar de aceptar, tomó el teléfono y llamó al consulado chileno de esta ciudad para advertirles lo que pasaba. "Yo conocía mucho de Pinochet porque he seguido su arresto en Gran Bretaña debido a una orden de la justicia española y sabía que había otros crímenes, aparte de la tortura, secuestro y asesinatos, por los que estaba siendo perseguido. Por eso, cuando descubrí su nombre en los documentos que recibí, no tuve dudas de quién se trataba", señala.
Landry habla pausadamente mientras saborea un café en ‘Morts', la cafetería en la que varios parroquianos suelen desayunar los fines de semana, y a quienes saluda con afecto cuando pasan a su lado.
Cuenta que después de alertar al cónsul Fernando Urrutia se comunicó con CCI, que se interesó inmediatamente en la oferta. Landry les advirtió que el dueño de esa fortuna era requerido por la justicia y que no podían aceptar. De hecho, reconoce que se tomó la libertad de llamar al consulado sin notificar previamente a la compañía, aunque ésta lo respaldó.
Sus superiores le pidieron entonces que notificara al gobierno chileno el interés de CCI de comprar finalmente el oro.
"Me pidieron que les dijera que los ayudaríamos con gusto si necesitan asesoría para cambiar el registro del oro a nombre del gobierno, si es que deciden venderlo, lo que transmití al cónsul", explica.
Poco después -según el mismo testimonio de Landry-, el ejecutivo de CCI encargado de aprobar las transacciones de oro, Gerald Drown, recibió en su oficina de Arizona tres llamadas desde Chile, pero dos fueron particularmente importantes. Una habría provenido de un funcionario del gobierno chileno, cuyo nombre no revela. En la otra dice que les ofrecieron algo así como una recompensa, pero la compañía habría aclarado que no buscaban eso, y que en todo caso le correspondería recibirla al broker.
"Quien llamó dijo que era de la Agencia Nacional de Inteligencia y que habían determinado que la cuenta sí existe, que son 9,6 toneladas de oro por un valor de US$185 millones, pero que probablamente no están a nombre de Pinochet en este momento", revela.
Agrega que Drown no recuerda (o no quiere decir) el nombre del misterioso interlocutor, pero que éste quedó de llamarlo nuevamente para seguir analizando el tema.
Dicha postura contradice la fijada por el propio HSMC, el cual informó el viernes que los documentos presentados por Landry son falsos y que no posee el mencionado oro a nombre del general. Con todo, el supuesto funcionario de la ANI le habría insistido a Drown que ellos no compartían la declaración del banco chino.
Por su parte, Landry ha intentado en los últimos días contactar a Shari, con quien había realizado dos negocios anteriormente, pero al que no conoce personalmente ni sabe de dónde es o para qué empresa trabaja. "No he podido encontrarlo, pienso que vive en Asia, pero no estoy seguro".
Aunque está consciente del categórico desmentido del HSBC, el operador insiste en la autenticidad de los documentos que le fueron exhibidos.
"Creo que lo que trataron de decir es que el nombre (de los documentos) probablemente cambió de Pinochet a algún otro nombre desde 2004, que es la última fecha que tienen esos documentos, hasta ahora. Por eso pueden decir honesta y legalmente que no tienen nada del general (r) Pinochet".

Oferta al Gobierno
Por lo mismo, adelanta que CCI decidió hacerle una oferta al gobierno chileno una vez que llame nuevamente la persona identificada como de la ANI.
"Si se firma un contrato que faculte a CCI investigar por ellos a nombre de quién está el oro, podríamos deteminar su procedencia y cómo pueden cambiar el registro para que quede a nombre del gobierno chileno. Pero ese oro era de Pinochet, no hay ninguna duda de eso, porque estuvo registrado a su nombre, como Presidente de Chile", subraya.

¿Nunca lo han engañado con documentos falsos?
"Sí, dos veces, pero es muy poco común y no creo que éste sea el caso. El departamento legal de CCI examinó los documentos, y determinó que eran legales. Todos los detalles de los certificados y documentos del HSBC son auténticos. Además, en la industria del oro el dinero debe ir obligatoriamente a quien aparece registrado como el dueño de éste, a nadie más".
Tan convencido está de lo que dice, que entrega un nuevo argumento:
"¿Hay alguna razón, si vas a falsificar un documento, para poner el nombre de Augusto Pinochet, si con eso vas a prender todas las luces rojas en el mundo sobre este oro? Claramente debes usar un nombre menos conocido".
Sin embargo, uno de los sellos que aparecen en los certificados pretende ser del gobierno chileno, pero es uno que nunca ha existido.
"Oh, eso es interesante. No tenía idea".
Con todo, el que la firma de Pinochet no aparezca en ninguno de los papeles no es prueba de nada, dice.
"Es algo normal. Son papeles expedidos por el banco, él no tiene por qué poner su firma. Cuando tienes dinero en una cuenta bancaria y te llega a fin de mes un resumen de tu cartola, aparece tu nombre, pero no tu firma", razona.
En su opinión, existe una sola forma de verificar en definitiva a nombre de quién está el millonario depósito que él insiste es real.
"Para investigar el oro y el nombre por el que está registrado debes estar dispuesto a comprarlo. Es algo bastante caro. Por US$185 millones debes colocar una cifra que anticipe un incremento del 3 a 4 por ciento en el valor del metal, debido a las fluctuaciones de precio, entonces estamos hablando de colocar US$190 millones, sin obtener ningún interés a cambio. Si el gobierno está dispuesto, nosotros queremos hacerlo".
En este punto, Landry ha recordado permanentemente que Shari le mencionó en un momento que Pinochet "habría donado el oro a una iglesia".
"Es muy extraño, fue sólo una frase, que decía 'ahora quizás una Iglesia quiera hacer una venta directa'. Pero si el oro es de él, esa iglesia no tiene nada que ver con él, porque es probablemente robado", indica.
Hoy, admite que el escándalo generado a partir de su denuncia lo tiene un poco abrumado y sus amigos afirman que su esposa está preocupada por lo que le pueda pasar. Pero el maduro operador asegura que no se arrepiente de lo que hizo.
"Lo hice porque es lo correcto", concluye, antes de saludar a una hermosa vecina que pasea con su perro y que él confidencia fue la pareja del actor Anthony Hopkins hasta hace tres años, cuando rompió con ella mientras visitaban Florencia.
"Pero ese oro era de Pinochet, no hay ninguna duda de eso, porque estuvo registrado a su nombre, como Presidente de Chile".

29 de octubre de 2006
©el mercurio
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