Blogia
mQh

murió william lee brent


[Jocelyn Y. Stewart] Murió el ex Pantera Negra que secuestró un avión a Cuba. A los 75.
En 1968, William Lee Brent, un ex convicto, asistió a una manifestación del Partido Panteras Negras en Oakland y se marchó a casa con una nueva e inquebrantable visión del mundo.
A partir de ese día, Brent se consideró a sí mismo como un recluta de la guerra contra la opresión racial y económica. En el Partido Panteras Negras, al que juró lealtad, ascendió al rango de capitán y sirvió como guardaespaldas del prominente miembro del partido Eldridge Cleaver. Los Panteras Negras ofrecían un programa de desayunos gratuitos para los niños, protegían a los ancianos de la delincuencia callejera y exigían un trato más justo para los afro-americanos y otros grupos.
La ironía de la vida de Brent era que había adquirido un profundo compromiso con una causa que muchos veían como justa, y, sin embargo, había participado en actos que muchos consideraron criminales. Brent participó con otros miembros del partido en el asalto a una gasolinera en 1969 y luego disparó e hirió a dos agentes de policía. Tras su detención y libertad bajo fianza, se subió en Oakland a un Boeing 707, sacó un revólver calibre 38 y ordenó a los pilotos digirirse hacia Cuba.
Pasó el resto de su vida en el exilio en la isla comunista.
Brent murió el 4 de noviembre de bronconeumonía en La Hababa, dijo Steve Wasserman, su amigo y editor de su autobiografía ‘Long Time Gone: A Black Panther's True-Life Story of His Hijacking and Twenty-Five Years in Cuba'. Tenía 75 años.
Décadas después del secuestro del avión, seguía convencido de que sus acciones habían sido justificadas.
"Me consideré a mí mismo un soldado de infantería, y podía contribuir con los otros soldados al movimiento de liberación negro", dijo a un periodista del New York Times en 1996. "Yo estaba en una guerra, por extraño que eso pueda sonar a la gente ahora, en guerra con un enemigo, que era el gobierno de Estados Unidos, y el secuestro del avión era una continuación de esa guerra".
Antes de unirse a los Panteras Negras, la vida de Brent no tenía rumbo fijo. Nacido en Franklin, Louisiana, el 10 de noviembre de 1930, Brent y su familia finalmente se asentaron en Oakland. A los 17 Brent se alistó en el ejército con un certificado de nacimiento falso. Ocho meses después descubrieron su truco y fue licenciado.
De adulto Brent trabajó como cocinero de comida rápida y lavaplatos y estuvo un tiempo en la cárcel por asalto. Tenía 37 cuando oyó hablar a los Panteras Negras en una manifestación y "la audacia de esos jóvenes negros me conmovió y provocó emociones en mí que yo pensaba que habían muerto hacía años", escribió.
Enmarcaron su mundo y lo inspiraron. Cuando la gente blanca le preguntaba que querían él y los otros del partido, tenía una respuesta sencilla.
"Les decía siempre que queríamos las mismas cosas que ellos... un trabajo digno y gratificante; un lugar decente donde vivir; servicios médicos y educación adecuados para los negros; justicia en los tribunales; una policía que no abusara de su poder; y un gobierno que respetara a toda la gente, independientemente de su raza o credo".
Brent secuestró solo el vuelo 154 de la TWA con destino a Nueva York. Ninguno de los 76 pasajeros resultó herido.
En Cuba, Brent no fue recibido con los brazos abiertos; las autoridades lo enviaron a la cárcel. Circulaban rumores de que Brent era un agente del gobierno.
Brent permaneció en una cárcel cubana durante 22 meses. También fueron tiempos difíciles para su hermana, Elouise Rawlins, que vivía en Oakland; Brent era su único hermano.
"Odiaba pensar que era posible que nunca le volviera a ver... pero después de un tiempo, también tuve que aceptar esa idea", dijo Rawlins en una entrevista con el Times. "Sé que era más difícil para él que para mí, debido al hecho de que él y mi madre eran muy cercanos. Él la extrañaba y ella lo extrañaba".
Cuando Brent salió de la cárcel, trabajó en las plantaciones de caña de azúcar, en una granja porcina, como disc jockey y como profesor en una escuela secundaria. Sacó un diploma en literatura española y se casó con la escritora Jane McManus, un amiga radical. A veces veía a extranjeros y periodistas de visita en el país, entre ellos a Wasserman.
"Siempre supe que se dijera lo que se dijera sobre Bill Brent, siempre podías confiar en que diría la verdad, y te contaría la verdad, por dolorosa que fuese, sobre la realidad de la revolución cubana", dijo Wasserman, ex editor de reseñas bibliográficas del Times.
Tomó años convencer a Brent para que escribiera su autobiografía, pero cuando lo hizo, fue una experiencia extraordinaria para los dos, dijo Wasserman.
"Fue muy emocionante", dijo Wasserman. "Tengo que decir que era un hombre cambiado que había impuesto una coherencia narrativa a lo que a menudo fue una vida atormentada y amargada".
El Washington Post calificó la autobiografía de "honesta y a veces tan apasionante como una novela de suspenso".
El libro de Brent llamó la atención de la prensa, incluyendo a los productores de un importante programa de una red de televisión. Los planes para un episodio fueron vetados, pero después de que el equipo de filmación visitara a Brent en Cuba, y luego a Rawlins y su familia en Oakland.
Las sobrinas y sobrinos se reunieron en torno a un televisor para mirar un video del tío al que nunca habían conocido. Luego el productor filmó a la familia hablándole a Brent. Una sobrina nieta dejó un pesaroso mensaje.
"Le dijo que le habría gustado conocerlo en persona; que creía que él había tratado realmente de mejorar las cosas para la gente negra y que estaba orgullosa de él", dijo Rawlins.
Más tarde, en Cuba, Brent miró la grabación.
"Se quebró y se echó a llorar", dijo Wasserman. "Era como si su vida, a pesar de todo el dolor y el exilio, hubiese servido para algo".

jocelyn.stewart@latimes.com

20 de noviembre de 2006
©los angeles times
©traducción mQh
rss

0 comentarios