marina participó en asesinatos
[Jorge Escalante] Operaron en la ‘Brigada Lautaro' de la DINA. Por primera vez aparecen infantes de marina en el crimen del dirigente comunista Víctor Díaz.
La indagatoria del juez Víctor Montiglio y la Brigada de Asuntos Especiales y Derechos Humanos de Investigaciones determinó que la casa de calle Simón Bolívar fue el destino final de varios prisioneros comunistas cuyos cuerpos fueron después lanzados al mar.
Infantes de Marina (IM) que operaban con la DINA en la identificada como la ‘brigada de exterminio Lautaro' que funcionó en una casa de calle Simón Bolívar con Ossandón en la comuna de La Reina, comandada por el entonces mayor de Ejército Juan Morales Salgado, participaron en el asesinato del dirigente comunista Víctor Díaz López, padre de la vicepresidente de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Viviana Díaz.
La participación de los ‘cosacos' (IM) Bernardo Daza y Sergio Escalona, agentes de la marina en la DINA todavía en los meses posteriores a mayo de 1976 cuando fue secuestrado Víctor Díaz como parte de la ‘ratonera' instalada en Calle Conferencia 1587 en Santiago, es otro de los antecedentes nuevos que surgieron del procesamiento dictado el viernes por el juez Víctor Montiglio, en contra de siete integrantes de la hasta ahora poco conocida brigada Lautaro.
Sí o No
Ello contradice que la marina retiró a todo su personal de la DINA en el año 1975, como ha sido permanentemente informado por la institución. Daza y Escalona, que serían suboficial uno y oficial el otro, ambos en retiro, son nombres nuevos respecto de los agentes de la armada más conocidos que colaboraron con la DINA y luego con el Comando Conjunto.
Otro elemento nuevo surgido del dictamen del juez Montiglio, es que la casa que la ‘brigada de exterminio Lautaro' -como se le conoce en algunas causas judiciales- ocupó en calle Simón Bolívar y que hoy colinda con un colegio, sirvió como lugar de destino final de varios prisioneros que hoy se encuentran desaparecidos, entre ellos algunos dirigentes comunistas. Hasta ahora, por ejemplo, se desconocía que Víctor Díaz fue asesinado en ese lugar, utilizando métodos crueles.
Del dictamen de Montiglio se desprende que la orden para matar a Víctor Díaz la dio el jefe de la brigada Morales Salgado.
Si bien la Brigada Lautaro estaba bajo el mando del mayor Morales, ésta obedecía directamente las órdenes del jefe operativo de la DINA Manuel Contreras. Se trataba de un grupo dedicado a ‘misiones especiales' y que también operaba como responsable de la seguridad de Contreras.
En las indagaciones del ministro Montiglio, calificado por organismos y abogados de derechos humanos como "uno de los pocos jueces que realmente sigue investigando", éste logró identificar a un nuevo grupo de ex agentes vinculados a las tareas de exterminio de prisioneros, gracias a la colaboración de la Brigada de Asuntos Especiales y Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones,
De esta manera, el juez y los funcionarios de Investigaciones permitieron dilucidar una serie de aspectos de la represión al Partido Comunista en 1976, que hasta ahora permanecían desconocidos.
Féminas Negras
Una de ellas es la participación de dos mujeres de la Dirección de Inteligencia Nacional de las filas del Ejército no ubicadas hasta ahora, Gladys Calderón, quien sería teniente a 1976, y la entonces con grado de suboficial Elisa del Carmen Magna Astudillo. Una de ellas, presumiblemente Calderón, participó en el secuestro de Víctor Díaz, identificada por un testigo como "una mujer que daba órdenes" con un comportamiento "muy violento".
Con los nuevos antecedentes descubiertos, las detenciones podrían continuar este semana y aumentaría el número de procesados, algunos también ex agentes cuya identidad no se conocía hasta la fecha.
Los otros procesados por Montiglio, todos como autores del secuestro y homicidio de Víctor Díaz, son el teniente coronel (R) de Carabineros Guillermo Lawrence Mires, y el suboficial (R) de Ejército Guillermo Ferrán Martínez.
El juez encausó también por el delito de homicidio, además de secuestro, a pesar de que el cuerpo de Víctor Díaz nunca apareció pues habría sido arrojado al mar, inmediatamente después de su ejecución.
En la operación de calle Conferencia que dio cuenta de la primera dirección clandestina del PC, fueron secuestrados también Jorge Muñoz Poutays, esposo de la fallecida dirigente comunista Gladys Marín, entre otros. LN
Los Antiguos Operadores de la Brigada Lautaro
Otros que integraron la ‘brigada de exterminio Lautaro' fueron los agentes Jorge Escobar Fuentes, Celinda Aspeé Rojas (con chapa Carolina Bascuñán Rodríguez), Adriana Rivas González, María Guerrero, Orfa Saavedra, Violeta González, Joice Ahumada, Luisa Durandi, Italia Vaccarella Giglio, René Riveros Valderrama, Armando Fernández Larios (hoy refugiado en Estados Unidos y uno de los criminales de la Caravana de la Muerte) y un oficial de apellido Chaigneau.
En el proceso de calle Conferencia ha sido determinante la confesión de varios suboficiales (R) de ejército, ex mecánicos del Cuerpo de Aviación del ejército, prestadas a funcionarios de Asuntos Especiales y Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones.
Los ex militares han revelado con detalle el método para hacer desaparecer en el mar a bordo de helicópteros, los cuerpos de los prisioneros asesinados por la DINA, muchos de ellos militantes comunistas, del MIR y socialistas.
El procedimiento que se usó años más tarde para desenterrar cuerpos y lanzarlos al mar fue conocido como ‘Operación Retiro de Televisores'.
Infantes de Marina (IM) que operaban con la DINA en la identificada como la ‘brigada de exterminio Lautaro' que funcionó en una casa de calle Simón Bolívar con Ossandón en la comuna de La Reina, comandada por el entonces mayor de Ejército Juan Morales Salgado, participaron en el asesinato del dirigente comunista Víctor Díaz López, padre de la vicepresidente de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Viviana Díaz.
La participación de los ‘cosacos' (IM) Bernardo Daza y Sergio Escalona, agentes de la marina en la DINA todavía en los meses posteriores a mayo de 1976 cuando fue secuestrado Víctor Díaz como parte de la ‘ratonera' instalada en Calle Conferencia 1587 en Santiago, es otro de los antecedentes nuevos que surgieron del procesamiento dictado el viernes por el juez Víctor Montiglio, en contra de siete integrantes de la hasta ahora poco conocida brigada Lautaro.
Sí o No
Ello contradice que la marina retiró a todo su personal de la DINA en el año 1975, como ha sido permanentemente informado por la institución. Daza y Escalona, que serían suboficial uno y oficial el otro, ambos en retiro, son nombres nuevos respecto de los agentes de la armada más conocidos que colaboraron con la DINA y luego con el Comando Conjunto.
Otro elemento nuevo surgido del dictamen del juez Montiglio, es que la casa que la ‘brigada de exterminio Lautaro' -como se le conoce en algunas causas judiciales- ocupó en calle Simón Bolívar y que hoy colinda con un colegio, sirvió como lugar de destino final de varios prisioneros que hoy se encuentran desaparecidos, entre ellos algunos dirigentes comunistas. Hasta ahora, por ejemplo, se desconocía que Víctor Díaz fue asesinado en ese lugar, utilizando métodos crueles.
Del dictamen de Montiglio se desprende que la orden para matar a Víctor Díaz la dio el jefe de la brigada Morales Salgado.
Si bien la Brigada Lautaro estaba bajo el mando del mayor Morales, ésta obedecía directamente las órdenes del jefe operativo de la DINA Manuel Contreras. Se trataba de un grupo dedicado a ‘misiones especiales' y que también operaba como responsable de la seguridad de Contreras.
En las indagaciones del ministro Montiglio, calificado por organismos y abogados de derechos humanos como "uno de los pocos jueces que realmente sigue investigando", éste logró identificar a un nuevo grupo de ex agentes vinculados a las tareas de exterminio de prisioneros, gracias a la colaboración de la Brigada de Asuntos Especiales y Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones,
De esta manera, el juez y los funcionarios de Investigaciones permitieron dilucidar una serie de aspectos de la represión al Partido Comunista en 1976, que hasta ahora permanecían desconocidos.
Féminas Negras
Una de ellas es la participación de dos mujeres de la Dirección de Inteligencia Nacional de las filas del Ejército no ubicadas hasta ahora, Gladys Calderón, quien sería teniente a 1976, y la entonces con grado de suboficial Elisa del Carmen Magna Astudillo. Una de ellas, presumiblemente Calderón, participó en el secuestro de Víctor Díaz, identificada por un testigo como "una mujer que daba órdenes" con un comportamiento "muy violento".
Con los nuevos antecedentes descubiertos, las detenciones podrían continuar este semana y aumentaría el número de procesados, algunos también ex agentes cuya identidad no se conocía hasta la fecha.
Los otros procesados por Montiglio, todos como autores del secuestro y homicidio de Víctor Díaz, son el teniente coronel (R) de Carabineros Guillermo Lawrence Mires, y el suboficial (R) de Ejército Guillermo Ferrán Martínez.
El juez encausó también por el delito de homicidio, además de secuestro, a pesar de que el cuerpo de Víctor Díaz nunca apareció pues habría sido arrojado al mar, inmediatamente después de su ejecución.
En la operación de calle Conferencia que dio cuenta de la primera dirección clandestina del PC, fueron secuestrados también Jorge Muñoz Poutays, esposo de la fallecida dirigente comunista Gladys Marín, entre otros. LN
Los Antiguos Operadores de la Brigada Lautaro
Otros que integraron la ‘brigada de exterminio Lautaro' fueron los agentes Jorge Escobar Fuentes, Celinda Aspeé Rojas (con chapa Carolina Bascuñán Rodríguez), Adriana Rivas González, María Guerrero, Orfa Saavedra, Violeta González, Joice Ahumada, Luisa Durandi, Italia Vaccarella Giglio, René Riveros Valderrama, Armando Fernández Larios (hoy refugiado en Estados Unidos y uno de los criminales de la Caravana de la Muerte) y un oficial de apellido Chaigneau.
En el proceso de calle Conferencia ha sido determinante la confesión de varios suboficiales (R) de ejército, ex mecánicos del Cuerpo de Aviación del ejército, prestadas a funcionarios de Asuntos Especiales y Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones.
Los ex militares han revelado con detalle el método para hacer desaparecer en el mar a bordo de helicópteros, los cuerpos de los prisioneros asesinados por la DINA, muchos de ellos militantes comunistas, del MIR y socialistas.
El procedimiento que se usó años más tarde para desenterrar cuerpos y lanzarlos al mar fue conocido como ‘Operación Retiro de Televisores'.
29 de enero de 2007
©la nación
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