cuánto vale la vida de un perro
[Molly Selvin y Abigail Goldman] Iniciativas para elevar la condición jurídica de las mascotas puede afectar las pólizas de seguro. Y hay otros problemas.
Si ves a Rover y Fluffy como miembros de la familia, te puedes imaginar que cobrarías indemnizaciones por daños y perjuicios si resultase que mueren como resultado de alguna agresión.
En California y muchos otros estados, la ley ve las cosas de modo diferente. Trata a las mascotas como propiedad personal, tal como los coches y los ordenadores.
Pero esto podría cambiar.
La semana pasada las denuncias presentadas por dueños de gatos y perros devastados por el alimento para mascotas contaminado, podrían presionar a legisladores y tribunales para que actualicen el estatus jurídico de las mascotas. El alimento, producido por Menu Foods, de Canadá, es probablemente responsable de la muerte de decenas de perros y gatos a nivel nacional.
"Vamos a ver un montón de presión sobre los legisladores para retirar obstáculos a la responsabilidad, para no ver a estos animales como propiedad sino como entidades como las humanas", dijo Jon Katz, autor de varios libros sobre la cambiante relación entre perros y humanos.
Algunos obstáculos ya han sido removidos. Resoluciones de cortes de apelaciones en al menos seis estados permiten, en algunos casos, el cobro de indemnizaciones por estrés emocional, dijo Alan Calnan, que enseña responsabilidad civil por productos en la facultad de leyes de la Universidad de Southwestern.
Aunque California no es uno de esos seis estados, el abogado de Beverly Hills, Kenneth Phillips, dice que varios dueños de mascotas han cobrado indemnizaciones por daños y perjuicios. En un caso, negoció un acuerdo para una mujer con distrofia muscular que quedó desconsolada después de que su perro fuera atacado por otro y muriera. Y en 2004, en un caso de negligencia en el condado de Orange, un jurado asignó a los dueños de un perro de rescate una indemnización de 30 mil dólares por su exclusivo valor emocional, además de nueve mil dólares para cuentas del veterinario.
Lo que es más, el estado de Rhode Island y varias otras ciudades, entre ellas Hollywood West, Berkeley y San Francisco, han definido jurídicamente a los dueños de mascotas como ‘tutores' -haciendo, en efecto, equivaler a animales con niños, que es como mucha gente mira a sus mascotas.
"Brutus era muy especial. Era mi compañero; era mi mejor amigo; estaba conmigo las 24 horas del día", dijo Catherine Golden, 46, vecina de San Clemente, sobre su gato, que murió de insuficiencia renal después de comer alimento contaminado. "Todos nuestros gatos han sido siempre miembros de la familia. No tengo hijos, así que amo seriamente a mis gatos".
Por todo eso, Katz advierte que otorgar a las mascotas un estatus jurídico similar al de los humanos, podría acarrear molestas consecuencias para los veterinarios, los alimentos para mascotas y las compañías de juguetes, los operadores de refugios y quizás incluso para los dueños mismos. Indemnizaciones más altas por negligencia podrían conducir a innecesarias pruebas y a tarifas de veterinario más altas. Y arropar a los animales en un estatus similar al humano podría eventualmente limitar la libertad del dueño de decidir aplicar la eutanasia a una mascota que sufre.
Históricamente, sin importar el amor por los animales, las leyes del estado han permitido indemnizar a los dueños solamente los costes de su remplazo en la eventualidad de lesiones, muerte o robo. Esas leyes estaban enraizadas en la idea de que algunos animales -como perros ovejeros, caballos de tiro y ganado- tienen un valor económico cuantificable derivado de su trabajo para granjeros y ganaderos.
En los casos contra Menu Foods, "no hay ninguna duda en la ley" que los dueños de mascotas tendrán derecho a indemnización para cubrir la cuenta del veterinario, el coste de los alimentos comprados y los ‘gastos de funeral'", dijo el abogado de Chicago, Jay Edelson, que la semana pasada presentó una demanda a nombre de una mujer de Chicago que tuvo que aplicar eutanasia a su gato después de que mostrara síntomas de insuficiencia renal. El abogado de Los Angeles, Michael Morrison, cree que la demanda que presentó el martes podría incluir a mil o más dueños de mascotas.
Menu Foods ha dicho que pagará los costes médicos de animales contaminados por algunos de sus productos. Los abogados implicados en las demandas -presentadas en California, Washington, Illinois, Tennessee y Wisconsin- dicen que exigirán indemnización para sus clientes.
"Hemos oído por teléfono muchas historias de hombres y mujeres adultos angustiados por la muerte de la mascota", dijo Edelson.
La idea de que los dueños de mascotas tengan derecho a indemnización por estrés emocional reflejan lo que Katz llama un giro sísmico en la relación de los humanos con las mascotas en las últimas décadas.
La mitad de los dueños de mascota norteamericanos, encuestados en un sondeo de 2004 dijeron que si naufragaran en una isla desierta, elegirían a un perro o gato antes que a otra persona, como única compañía. Casi la mitad dijo que sus mascotas eran más comprensivas que sus parejas, familiares o amigos, dijo la Asociación Americana de Clínicas Veterinarias, según la encuesta.
En lo que se refiere a Katz, esos vínculos entre humanos y mascotas pueden ser muy intensos. Le preocupa la gente que considera que sus mascotas son ‘niños peludos' o que insisten en que perder a una mascota es similar a perder a un hijo.
"En cuanto al padre de un niño y al amigo de los perros, sé que no es lo mismo", dijo.
Bob Vetere, presidente de la Asociación de Fabricantes para Productos para Mascotas de Estados Unidos, una asociación comercial de Connecticut, califica de "sin sentido" la tendencia que considera como personas a las mascotas. Vetere, dueño de perro él mismo, dijo: "Esa cháchara sobre la tutoría me vuelve loco, porque el resultado no será más que confusión".
Para Barry Baum, veterinario de Los Angeles West, el problema es que los cambios legales en el estatus de un animal se podría traducir en pólizas de seguro contra la negligencia más altas. "Más aguda", agregó, "será la necesidad de consultorios meticulosos. Eso podría significar más análisis de una mascota y elevar así la cuenta del dueño.
Dar a los animales una identidad legal parecida a la humana podría llevar a indemnizaciones más altas si, por ejemplo, un perro se ahoga chupando un juguete, un avión aplasta a un gato o un animal muere en un accidente de carretera, dice el profesor de leyes Calnan. También le preocupa que "las partes que quieren representar los derechos de las mascotas podrían intervenir y hacer objeciones a la eutanasia".
Dice Katz: "No creo que la gente haya pensado en todas las consecuencias".
En California y muchos otros estados, la ley ve las cosas de modo diferente. Trata a las mascotas como propiedad personal, tal como los coches y los ordenadores.
Pero esto podría cambiar.
La semana pasada las denuncias presentadas por dueños de gatos y perros devastados por el alimento para mascotas contaminado, podrían presionar a legisladores y tribunales para que actualicen el estatus jurídico de las mascotas. El alimento, producido por Menu Foods, de Canadá, es probablemente responsable de la muerte de decenas de perros y gatos a nivel nacional.
"Vamos a ver un montón de presión sobre los legisladores para retirar obstáculos a la responsabilidad, para no ver a estos animales como propiedad sino como entidades como las humanas", dijo Jon Katz, autor de varios libros sobre la cambiante relación entre perros y humanos.
Algunos obstáculos ya han sido removidos. Resoluciones de cortes de apelaciones en al menos seis estados permiten, en algunos casos, el cobro de indemnizaciones por estrés emocional, dijo Alan Calnan, que enseña responsabilidad civil por productos en la facultad de leyes de la Universidad de Southwestern.
Aunque California no es uno de esos seis estados, el abogado de Beverly Hills, Kenneth Phillips, dice que varios dueños de mascotas han cobrado indemnizaciones por daños y perjuicios. En un caso, negoció un acuerdo para una mujer con distrofia muscular que quedó desconsolada después de que su perro fuera atacado por otro y muriera. Y en 2004, en un caso de negligencia en el condado de Orange, un jurado asignó a los dueños de un perro de rescate una indemnización de 30 mil dólares por su exclusivo valor emocional, además de nueve mil dólares para cuentas del veterinario.
Lo que es más, el estado de Rhode Island y varias otras ciudades, entre ellas Hollywood West, Berkeley y San Francisco, han definido jurídicamente a los dueños de mascotas como ‘tutores' -haciendo, en efecto, equivaler a animales con niños, que es como mucha gente mira a sus mascotas.
"Brutus era muy especial. Era mi compañero; era mi mejor amigo; estaba conmigo las 24 horas del día", dijo Catherine Golden, 46, vecina de San Clemente, sobre su gato, que murió de insuficiencia renal después de comer alimento contaminado. "Todos nuestros gatos han sido siempre miembros de la familia. No tengo hijos, así que amo seriamente a mis gatos".
Por todo eso, Katz advierte que otorgar a las mascotas un estatus jurídico similar al de los humanos, podría acarrear molestas consecuencias para los veterinarios, los alimentos para mascotas y las compañías de juguetes, los operadores de refugios y quizás incluso para los dueños mismos. Indemnizaciones más altas por negligencia podrían conducir a innecesarias pruebas y a tarifas de veterinario más altas. Y arropar a los animales en un estatus similar al humano podría eventualmente limitar la libertad del dueño de decidir aplicar la eutanasia a una mascota que sufre.
Históricamente, sin importar el amor por los animales, las leyes del estado han permitido indemnizar a los dueños solamente los costes de su remplazo en la eventualidad de lesiones, muerte o robo. Esas leyes estaban enraizadas en la idea de que algunos animales -como perros ovejeros, caballos de tiro y ganado- tienen un valor económico cuantificable derivado de su trabajo para granjeros y ganaderos.
En los casos contra Menu Foods, "no hay ninguna duda en la ley" que los dueños de mascotas tendrán derecho a indemnización para cubrir la cuenta del veterinario, el coste de los alimentos comprados y los ‘gastos de funeral'", dijo el abogado de Chicago, Jay Edelson, que la semana pasada presentó una demanda a nombre de una mujer de Chicago que tuvo que aplicar eutanasia a su gato después de que mostrara síntomas de insuficiencia renal. El abogado de Los Angeles, Michael Morrison, cree que la demanda que presentó el martes podría incluir a mil o más dueños de mascotas.
Menu Foods ha dicho que pagará los costes médicos de animales contaminados por algunos de sus productos. Los abogados implicados en las demandas -presentadas en California, Washington, Illinois, Tennessee y Wisconsin- dicen que exigirán indemnización para sus clientes.
"Hemos oído por teléfono muchas historias de hombres y mujeres adultos angustiados por la muerte de la mascota", dijo Edelson.
La idea de que los dueños de mascotas tengan derecho a indemnización por estrés emocional reflejan lo que Katz llama un giro sísmico en la relación de los humanos con las mascotas en las últimas décadas.
La mitad de los dueños de mascota norteamericanos, encuestados en un sondeo de 2004 dijeron que si naufragaran en una isla desierta, elegirían a un perro o gato antes que a otra persona, como única compañía. Casi la mitad dijo que sus mascotas eran más comprensivas que sus parejas, familiares o amigos, dijo la Asociación Americana de Clínicas Veterinarias, según la encuesta.
En lo que se refiere a Katz, esos vínculos entre humanos y mascotas pueden ser muy intensos. Le preocupa la gente que considera que sus mascotas son ‘niños peludos' o que insisten en que perder a una mascota es similar a perder a un hijo.
"En cuanto al padre de un niño y al amigo de los perros, sé que no es lo mismo", dijo.
Bob Vetere, presidente de la Asociación de Fabricantes para Productos para Mascotas de Estados Unidos, una asociación comercial de Connecticut, califica de "sin sentido" la tendencia que considera como personas a las mascotas. Vetere, dueño de perro él mismo, dijo: "Esa cháchara sobre la tutoría me vuelve loco, porque el resultado no será más que confusión".
Para Barry Baum, veterinario de Los Angeles West, el problema es que los cambios legales en el estatus de un animal se podría traducir en pólizas de seguro contra la negligencia más altas. "Más aguda", agregó, "será la necesidad de consultorios meticulosos. Eso podría significar más análisis de una mascota y elevar así la cuenta del dueño.
Dar a los animales una identidad legal parecida a la humana podría llevar a indemnizaciones más altas si, por ejemplo, un perro se ahoga chupando un juguete, un avión aplasta a un gato o un animal muere en un accidente de carretera, dice el profesor de leyes Calnan. También le preocupa que "las partes que quieren representar los derechos de las mascotas podrían intervenir y hacer objeciones a la eutanasia".
Dice Katz: "No creo que la gente haya pensado en todas las consecuencias".
molly.selvin@latimes.com
abigail.goldman@latimes.com
4 de abril de 2007
30 de marzo de 2007
©los angeles times
©traducción mQh
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