alto mando ordenó matar
Revelan inédita orden de alto mando para "eliminar" a elementos marxistas.
Chillán, Chile. Una orden de seguridad emanada desde la Segunda Comisaría de Chillán, poco después del golpe militar del 11 de septiembre de 1973, podría representar una prueba fundamental para quienes sostienen que las detenciones y desapariciones ocurridas fueron ordenadas desde el alto mando del Ejército y no se debió a actuaciones aisladas.
La circular, elaborada el 26 de septiembre de 1973, por el entonces jefe de la Segunda Comisaría de Chillán, mayor Cecilio Soto Pacheco, instruye a Carabineros, Investigaciones y el Ejército, sobre cómo proceder durante el Estado de Sitio.
El documento, de tres páginas, comienza señalando que es deber de las policías y el Ejército mantener el buen nombre ante la ciudadanía, por lo que llama a tener máximo cuidado en las detenciones, "pues no todos los partidarios del gobierno marxista son extremistas".
Posteriormente, sin embargo, el informe establece claramente que se debe eliminar el marxismo. "La actuación de la fuerza pública debe tener como norma general el cumplimiento de diversos objetivos básicos como neutralizar definitivamente o eliminar a elementos extremistas y erradicar para siempre el marxismo", establece el informe en los puntos a y c de la página 1.
En la página 3, establece, "realizar el ciclo informativo a fin de lograr información que permita lograr al más corto plazo un aniquilamiento de los extremistas".
Piden Reabrir Sumario
El informe de inmediato motivó una reactivación de casos de derechos humanos. "Me llama mucho la atención el contenido, se dicen cosas como erradicar para siempre el marxismo, como si las ideas pudieran matarse por decreto", explicó el abogado Eduardo Contreras Mella, quien a partir de estos antecedentes pidió al ministro Joaquin Billard, la reapertura del sumario por el fusilamiento del ex alcalde de Chillán, Ricardo Lagos Reyes, su esposa Sonia Ojeda y un hijo, Carlos, ocurrido el 16 de septiembre de 1973, en las afueras de su hogar en Chillán Viejo.
Contreras indicó que en el informe, el mayor Soto certifica bajo su firma, que dicha orden la firmó a su vez Juan Guillermo Toro Dávila, coronel Jefe de Zona en Estado de Sitio y Lutgardo Fuentes Contreras, capitán Ayudante, razón por la que pidió al ministro Billard, cite a declarar al general en retiro, Guillermo Toro Dávila, junto a los oficiales que conformaban la Oficina de Seguridad Interior en Chillán, Nelson Robledo Romero y Andrés Morales Pereira, además del ex mayor de carabineros Cecilio Soto Pacheco.
Pidió además que los nombrados se careen con el ex teniente Patricio Jeldres y el ex carabinero Juan Francisco Opazo Guerrero, dos de los procesados en la causa, junto con los ex carabineros Pedro Loyola Osorio y Arturo Alarcón Navarrete.
La circular, elaborada el 26 de septiembre de 1973, por el entonces jefe de la Segunda Comisaría de Chillán, mayor Cecilio Soto Pacheco, instruye a Carabineros, Investigaciones y el Ejército, sobre cómo proceder durante el Estado de Sitio.
El documento, de tres páginas, comienza señalando que es deber de las policías y el Ejército mantener el buen nombre ante la ciudadanía, por lo que llama a tener máximo cuidado en las detenciones, "pues no todos los partidarios del gobierno marxista son extremistas".
Posteriormente, sin embargo, el informe establece claramente que se debe eliminar el marxismo. "La actuación de la fuerza pública debe tener como norma general el cumplimiento de diversos objetivos básicos como neutralizar definitivamente o eliminar a elementos extremistas y erradicar para siempre el marxismo", establece el informe en los puntos a y c de la página 1.
En la página 3, establece, "realizar el ciclo informativo a fin de lograr información que permita lograr al más corto plazo un aniquilamiento de los extremistas".
Piden Reabrir Sumario
El informe de inmediato motivó una reactivación de casos de derechos humanos. "Me llama mucho la atención el contenido, se dicen cosas como erradicar para siempre el marxismo, como si las ideas pudieran matarse por decreto", explicó el abogado Eduardo Contreras Mella, quien a partir de estos antecedentes pidió al ministro Joaquin Billard, la reapertura del sumario por el fusilamiento del ex alcalde de Chillán, Ricardo Lagos Reyes, su esposa Sonia Ojeda y un hijo, Carlos, ocurrido el 16 de septiembre de 1973, en las afueras de su hogar en Chillán Viejo.
Contreras indicó que en el informe, el mayor Soto certifica bajo su firma, que dicha orden la firmó a su vez Juan Guillermo Toro Dávila, coronel Jefe de Zona en Estado de Sitio y Lutgardo Fuentes Contreras, capitán Ayudante, razón por la que pidió al ministro Billard, cite a declarar al general en retiro, Guillermo Toro Dávila, junto a los oficiales que conformaban la Oficina de Seguridad Interior en Chillán, Nelson Robledo Romero y Andrés Morales Pereira, además del ex mayor de carabineros Cecilio Soto Pacheco.
Pidió además que los nombrados se careen con el ex teniente Patricio Jeldres y el ex carabinero Juan Francisco Opazo Guerrero, dos de los procesados en la causa, junto con los ex carabineros Pedro Loyola Osorio y Arturo Alarcón Navarrete.
21 de julio de 2007
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