sobredosis de codeína
[Claudia Lauer] La codeína puede ser un peligro para la leche materna. Algunas mujeres metabolizan rápidamente el analgésico, convirtiéndolo en morfina y exponiendo a sus bebés a riesgos de sobredosis.
Las madres que amamantan a sus hijos e ingieren medicinas con codeína deben observar a sus bebés para detectar posibles signos de sobredosis de morfina, tales como somnolencia, advirtió el viernes la Administración de Fármacos y Alimentos [FDA].
Un nuevo aviso de la agencia dice que un pequeño porcentaje de madres metabolizan la codeína a gran velocidad, convirtiéndola en morfina y exponiendo a sus bebés al riesgo de sobredosis.
La agencia sanitaria tomó conciencia del problema el año pasado tras la muerte en Toronto de un bebé de trece días, que fue atribuida al rápido metabolismo de su madre.
"Cuando la codeína entra al cuerpo y se metaboliza, se convierte en morfina", dijo la doctora Sandra L. Kweder, subdirectora de la Oficina de Nuevos Fármacos de la FDA. "La morfina puede entonces ser transportada hacia la sangre y la leche".
Kweder dijo que algunas personas presentan una variación biológica en una enzima del hígado que los convierte en capaces de transformar la codeína en morfina más rápida y completamente que otras.
La codeína es ingerida a menudo por mujeres que han dado a luz recientemente -después de cesáreas y episiotomías, por ejemplo. La codeína es habitual en analgésicos de inferior calidad, tales como algunas formas de paracetamol e incluso en algunos jarabes para la tos que no requieren receta médica.
La FDA ha pedido a los fabricantes de fármacos con codeína que incluyan un aviso en las etiquetas sobre los peligros de contaminar con morfina la leche materna.
Sin embargo, los funcionarios dijeron que no pretendían desalentar el amamantamiento. "Nuestro consejo a los médicos que prescriben productos que contienen codeína a madres que están amamantando es que prescriban dosis menores durante periodos breves", dijo Kweder.
La agencia sanitaria también aconseja a las madres estar alertas ante efectos secundarios que puedan experimentar, y especialmente ante cualquier efecto que puedan tener las medicinas en sus infantes.
Síntomas comunes de problemas con la morfina en infantes incluyen dormir durante períodos prolongados, problemas al amamantar, constipación, problemas respiratorios y flaccidez en brazos y piernas.
Para una madre primeriza o para alguien que no ha ingerido antes fármacos con codeína, saber cuándo preocuparse puede ser difícil, reconoció Marcia L. Buck, profesora en el centro médico de la Universidad de Virginia.
Esas madres deben mantener "un umbral muy bajo" a la hora de decidir cuándo buscar ayuda, dijo. "No dudéis en llamar al doctor".
En el caso de Toronto, una mujer llevó a su hijo al pediatra cuatro días antes de que se pusiera letárgico y empezara a rechazar la leche de su madre. El bebé murió dos días después de esa visita. Tenía en el cuerpo más de seis veces más que la cantidad inocua de morfina.
Nuevas tecnologías genéticas que hacen posible clasificar lo bien que una persona metaboliza algunos fármacos está haciendo avanzar a la medicina. Pero Buck dijo que también hace más difícil el trabajo de la autoridad sanitaria.
"Entiendo su dilema sobre querer ser transparente y entregar información, y al mismo tiempo no alarmar a la población", dijo. "Para ser claros, esto es algo raro".
De acuerdo a Kweder, los estudios de la FDA han constatado de entre el uno y diez por ciento de los blancos y cerca del tres por ciento de los asiáticos-americanos y afro-americanos poseen un combinación de enzimas del hígado que procesa rápidamente la codeína.
Los norafricanos, saudíes y nativos africanos corren un riesgo más alto de presentar esa combinación: Hasta el 28 por ciento de esas poblaciones son de metabolismo rápido, de acuerdo a algunos estudios.
La FDA aprobó hace poco un test para las enzimas del hígado que pueden diagnosticar si alguien presenta metabolismo rápido, pero es una técnica cara y poco común.
"No lo recomendamos para la madre promedio", dijo Buck. "Cuesta entre cien y quinientos dólares y el seguro médico no lo cubre".
Un nuevo aviso de la agencia dice que un pequeño porcentaje de madres metabolizan la codeína a gran velocidad, convirtiéndola en morfina y exponiendo a sus bebés al riesgo de sobredosis.
La agencia sanitaria tomó conciencia del problema el año pasado tras la muerte en Toronto de un bebé de trece días, que fue atribuida al rápido metabolismo de su madre.
"Cuando la codeína entra al cuerpo y se metaboliza, se convierte en morfina", dijo la doctora Sandra L. Kweder, subdirectora de la Oficina de Nuevos Fármacos de la FDA. "La morfina puede entonces ser transportada hacia la sangre y la leche".
Kweder dijo que algunas personas presentan una variación biológica en una enzima del hígado que los convierte en capaces de transformar la codeína en morfina más rápida y completamente que otras.
La codeína es ingerida a menudo por mujeres que han dado a luz recientemente -después de cesáreas y episiotomías, por ejemplo. La codeína es habitual en analgésicos de inferior calidad, tales como algunas formas de paracetamol e incluso en algunos jarabes para la tos que no requieren receta médica.
La FDA ha pedido a los fabricantes de fármacos con codeína que incluyan un aviso en las etiquetas sobre los peligros de contaminar con morfina la leche materna.
Sin embargo, los funcionarios dijeron que no pretendían desalentar el amamantamiento. "Nuestro consejo a los médicos que prescriben productos que contienen codeína a madres que están amamantando es que prescriban dosis menores durante periodos breves", dijo Kweder.
La agencia sanitaria también aconseja a las madres estar alertas ante efectos secundarios que puedan experimentar, y especialmente ante cualquier efecto que puedan tener las medicinas en sus infantes.
Síntomas comunes de problemas con la morfina en infantes incluyen dormir durante períodos prolongados, problemas al amamantar, constipación, problemas respiratorios y flaccidez en brazos y piernas.
Para una madre primeriza o para alguien que no ha ingerido antes fármacos con codeína, saber cuándo preocuparse puede ser difícil, reconoció Marcia L. Buck, profesora en el centro médico de la Universidad de Virginia.
Esas madres deben mantener "un umbral muy bajo" a la hora de decidir cuándo buscar ayuda, dijo. "No dudéis en llamar al doctor".
En el caso de Toronto, una mujer llevó a su hijo al pediatra cuatro días antes de que se pusiera letárgico y empezara a rechazar la leche de su madre. El bebé murió dos días después de esa visita. Tenía en el cuerpo más de seis veces más que la cantidad inocua de morfina.
Nuevas tecnologías genéticas que hacen posible clasificar lo bien que una persona metaboliza algunos fármacos está haciendo avanzar a la medicina. Pero Buck dijo que también hace más difícil el trabajo de la autoridad sanitaria.
"Entiendo su dilema sobre querer ser transparente y entregar información, y al mismo tiempo no alarmar a la población", dijo. "Para ser claros, esto es algo raro".
De acuerdo a Kweder, los estudios de la FDA han constatado de entre el uno y diez por ciento de los blancos y cerca del tres por ciento de los asiáticos-americanos y afro-americanos poseen un combinación de enzimas del hígado que procesa rápidamente la codeína.
Los norafricanos, saudíes y nativos africanos corren un riesgo más alto de presentar esa combinación: Hasta el 28 por ciento de esas poblaciones son de metabolismo rápido, de acuerdo a algunos estudios.
La FDA aprobó hace poco un test para las enzimas del hígado que pueden diagnosticar si alguien presenta metabolismo rápido, pero es una técnica cara y poco común.
"No lo recomendamos para la madre promedio", dijo Buck. "Cuesta entre cien y quinientos dólares y el seguro médico no lo cubre".
claudia.lauer@latimes.com
18 de agosto de 2007
©los angeles times
©traducción mQh
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