no cree en el perdón
[Ana Martínez] Habla viuda de sociólogo degollado durante dictadura: "El perdón no está en mi vocabulario; yo soy de las personas que cree en la justicia".
Valparaíso, Chile. "La pena de lo de mi padre y de lo del José es una pena que termina cuando yo me muera. A mí me destruyeron la vida en ese sentido, pero tengo la alegría de creer que vale la pena vivirla y estoy viviendo un momento maravilloso haciendo lo que profesionalmente me llena y me apasiona y aportando a mi país. Las ausencias están. La justicia es algo que uno requiere y necesita y nunca voy a dejar de pelear por la verdad y la justicia".
Es lo que siente María Estela Ortiz, viuda del sociólogo José Manuel Parada, degollado en la década del '80 cuando trabajaba en la Vicaría de la Solidaridad y cuyo padre, el historiador Fernando Ortiz, miembro del Comité Central del Partido Comunista fue asesinado y figura hasta hoy como "detenido desaparecido".
Excepción
María Estela, profesora de Educación Básica y Educadora de Párvulos es vicepresidenta ejecutiva de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji). Aunque por años fue uno de los rostros en la defensa de los Derechos Humanos, no le gusta hablar de este tema ni menos mezclarlo con su trabajo. Pero esta vez hizo una excepción y dejó un espacio en su apretada agenda durante su visita a la V Región donde inauguró un jardín infantil en Reñaca Alto y se reunió con el intendente Iván de la Maza, entre otras actividades. Accedió a hablar de su vida personal, "porque lo que ocurrió forma parte de lo que soy".
"Lo que soy hoy día tiene que ver con mi historia. Lo que quiero que pase en este país tiene que ver con lo que yo soy como mujer, como profesional, como una persona que cree profundamente en la democracia y la justicia social, que cree que las personas valemos por lo que somos y no por como estamos vestidos o cuantas veces cambiamos el auto o si eres profesional, obrero o cesante. Creo en la gente y en las posibilidades".
Ausencia Imperdonable
¿Cree en el perdón?
"Quiero ser súper clara. El perdón es algo que no está ni siquiera en mi vocabulario. Yo creo que hay justicia. Quien tiene que perdonar es José Manuel y él no está. Quien debiera perdonar es mi padre y mi padre no está", apunta.
"Cuando veo a mis nietos crecer o a mis hijos gozar por el nacimiento de sus hijos y que no está el padre,; cuando veo a mi hijo menor, el último de José Manuel, descubrir la paternidad sin haber él tenido un padre presente (tenía un año cuando mataron a José Manuel) y todo lo que ello implica) y ver la ternura que él tiene, no puedo sino, me emociona hablarlo…... porque me duele profundamente que el José no haya estado y esa ausencia es imperdonable. Quienes decidieron usar el terrorismo de Estado como algo cotidiano para eliminar al otro por el solo hecho de pensar distinto es algo imperdonable no para mí, sino para el país, para la sociedad. En esta época nadie se merece haber vivido esto".
Valparaíso, Chile. "La pena de lo de mi padre y de lo del José es una pena que termina cuando yo me muera. A mí me destruyeron la vida en ese sentido, pero tengo la alegría de creer que vale la pena vivirla y estoy viviendo un momento maravilloso haciendo lo que profesionalmente me llena y me apasiona y aportando a mi país. Las ausencias están. La justicia es algo que uno requiere y necesita y nunca voy a dejar de pelear por la verdad y la justicia".Es lo que siente María Estela Ortiz, viuda del sociólogo José Manuel Parada, degollado en la década del '80 cuando trabajaba en la Vicaría de la Solidaridad y cuyo padre, el historiador Fernando Ortiz, miembro del Comité Central del Partido Comunista fue asesinado y figura hasta hoy como "detenido desaparecido".
Excepción
María Estela, profesora de Educación Básica y Educadora de Párvulos es vicepresidenta ejecutiva de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji). Aunque por años fue uno de los rostros en la defensa de los Derechos Humanos, no le gusta hablar de este tema ni menos mezclarlo con su trabajo. Pero esta vez hizo una excepción y dejó un espacio en su apretada agenda durante su visita a la V Región donde inauguró un jardín infantil en Reñaca Alto y se reunió con el intendente Iván de la Maza, entre otras actividades. Accedió a hablar de su vida personal, "porque lo que ocurrió forma parte de lo que soy".
"Lo que soy hoy día tiene que ver con mi historia. Lo que quiero que pase en este país tiene que ver con lo que yo soy como mujer, como profesional, como una persona que cree profundamente en la democracia y la justicia social, que cree que las personas valemos por lo que somos y no por como estamos vestidos o cuantas veces cambiamos el auto o si eres profesional, obrero o cesante. Creo en la gente y en las posibilidades".
Ausencia Imperdonable
¿Cree en el perdón?
"Quiero ser súper clara. El perdón es algo que no está ni siquiera en mi vocabulario. Yo creo que hay justicia. Quien tiene que perdonar es José Manuel y él no está. Quien debiera perdonar es mi padre y mi padre no está", apunta.
"Cuando veo a mis nietos crecer o a mis hijos gozar por el nacimiento de sus hijos y que no está el padre,; cuando veo a mi hijo menor, el último de José Manuel, descubrir la paternidad sin haber él tenido un padre presente (tenía un año cuando mataron a José Manuel) y todo lo que ello implica) y ver la ternura que él tiene, no puedo sino, me emociona hablarlo…... porque me duele profundamente que el José no haya estado y esa ausencia es imperdonable. Quienes decidieron usar el terrorismo de Estado como algo cotidiano para eliminar al otro por el solo hecho de pensar distinto es algo imperdonable no para mí, sino para el país, para la sociedad. En esta época nadie se merece haber vivido esto".
4 de octubre de 2007
©estrella de valparaíso 
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