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otros crímenes de blackwater


[Karen DeYoung] Revelan más crímenes de los guardias de Blackwater. Documentos del Departamento de Estado mencionan encubrimiento.
Bagdad, Iraq. Los contratistas de seguridad de Blackwater en Iraq han estado implicados en al menos 195 incidentes en los que han usado armas de fuego desde principios de 2005, incluyendo varios asesinatos previamente no reportados de civiles iraquíes, de acuerdo a un nuevo informe del congreso sobre documentos del Departamento de Estado y la compañía.
De acuerdo a un documento del Departamento de Estado, en uno de esos asesinatos el personal de Blackwater trató de ocultar lo que había ocurrido y entregó un informe falso. En otro caso -el choque de una caravana de Blackwater con dieciocho vehículos civiles- la firma acusó a sus propios empleados de mentir sobre el incidente.
El Departamento de Estado apenas si realizó esfuerzos para exigir responsabilidades del personal de Blackwater, limitándose a presionar a la compañía para que pagara compensaciones económicas a las familias de las víctimas, indican algunos documentos. En un caso en el que un empleado de Blackwater ebrio asesinó a uno de los guardias de seguridad de uno de los vicepresidentes de Iraq en Nochebuena, personal del gobierno de Estados Unidos ayudó a negociar un convenio económico y permitió que el empleado se marchara de Iraq.
Detalles de este y otros incidentes fueron entregados ayer por el presidente del Comité de Control y Reforma del Gobierno de la Cámara, el representante Henry A. Waxman (demócrata de California), después de que el personal del comité estudiara cientos de documentos internos de Blackwater y del Departamento de Estado. Erik Prince, presidente de Blackwater, y David M. Satterfield, coordinador para Iraq del Departamento de Estado, deben declarar hoy ante el comité.
En vísperas de la audiencia, el FBI anunció que enviara un equipo de agentes para ayudar al Departamento de Estado en la investigación del presunto homicidio de al menos once civiles iraquíes por personal de Blackwater el 16 de septiembre.
Ese incidente provocó controversias en Washington y la exigencia del ministerio iraquí del Interior de que Blackwater cesara sus operaciones en Iraq y entregara a los responsables para ser procesados. El ministerio fue entonces desautorizado por el primer ministro Nuri al-Maliki, que aceptó una investigación conjunta de Estados Unidos y el gobierno iraquí. El FBI participará en una pesquisa aparte que será dirigida por el Servicio de Seguridad Diplomática del Departamento de Estado.
Waxman y otros detractores han dicho que el Departamento de Estado, que ha pagado a Blackwater casi mil millones de dólares por labores de seguridad en Iraq, permitió que la compañía operara con impunidad. "En los documentos que ha estudiado el comité, no hay evidencias", dice un memorándum dado a conocer por los demócratas, "de que el Departamento de Estado intentara limitar las acciones de Blackwater, haciendo surgir temores sobre la cantidad de incidentes en los que han estado implicados empleados de Blackwater o sobre la alta tasa de incidentes provocados por la compañía, ni ha investigado a contratistas de Blackwater para ser investigados".
En total, indican los documentos, Blackwater ha despedido a 122 empleados de su contrato con el Departamento de Estado. De acuerdo a Prince, actualmente la compañía tiene unos mil empleados en Iraq.
La compañía, en una declaración dada a conocer ayer tarde, prometió completa cooperación con la investigación del FBI sobre el incidente del 16 de septiembre. "Blackwater USA ha sido siempre un fuerte partidario de la rendición de responsabilidades de los contratistas y este último paso es una decisión positiva", dice la declaración.
En su declaración escrita, Prince dijo que Blackwater opera bajo "circunstancias difíciles y peligrosas" y su trabajo asegura que "más militares norteamericanos estén disponibles para luchar contra el enemigo". Dice que la compañía "cumple con todas las condiciones y términos contractuales relevantes" y leyes correspondientes y ha sido objeto de "acusaciones negativas y sin fundamento presentadas como verdades".
Los republicanos en el comité pidieron a Waxman sin éxito que pospusiera la audiencia de hoy hasta que se completen las investigaciones. En su propio memorándum de ayer, lo acusaron de "precipitarse a prejuzgar y a determinar culpabilidades antes de que se conozcan los hechos". Aunque reconocieron que "los problemas surgen del uso de contratistas militares privados", advirtieron contra los intentos de presentar el incidente como "el Abu Ghraib del Departamento de Estado".
Basándose en más de 437 documentos de Blackwater y un "número limitado de informes sobre incidentes y documentos del Departamento de Estado", el memorándum de los demócratas dice que el personal de Blackwater ha participado en 195 incidentes en los que hicieron uso de sus armas de fuego, en los que Blackwater disparó primero en más del 80 por ciento de los casos. El resultado fueron al menos dieciséis víctimas iraquíes.
Funcionarios del Departamento de Estado dijeron que la secretario de Estado, Condoleezza Rice pidió la intervención del FBI para asegurarse de que no surjan apariencias de "prejuicios institucionales" en la investigación del departamento de sus propias acciones. Dijeron que Rice estaba determinada a llegar hasta el fondo del incidente del 16 de septiembre y a asegurarse de que el departamento, que emplea en Iraq a Blackwater y otras dos compañías de seguridad privadas, pueda proteger a diplomáticos norteamericanos mientras las compañías acatan estrictamente las estipulaciones de sus contratos.
En un incidente del 24 de junio de 2005 -mencionado en un memorándum de la embajada norteamericana que fue citado por el comité y obtenido por el Washington Post-, un grupo de guardias de seguridad de Blackwater en la ciudad de Hilla, al sur de Bagdad, mataron a balazos a un civil que estaba parado en la acera por donde pasaban los contratistas. "En este caso, el destacamento de seguridad no informó sobre el incidente, lo ocultó, y fueron subsecuentemente trasferidos" de la ciudad, escribió un oficial de seguridad de la embajada en un informe del 1 de julio de 2005.
El oficial, que se reunió con la familia de la víctima, dijo que "tres mil dólares es la cantidad habitual que pagan las fuerzas armadas norteamericanas" en casos de muerte accidental, "y dos mil dólares adicionales es apropiado, dada la naturaleza del incidente, pues se trata de la muerte accidental de un ciudadano iraquí inocente".
En un incidente del 24 de octubre de 2005 en Mosul, una ciudad al norte del país, que aparece descrito en documentos de la compañía, personal de Blackwater disparó contra un vehículo que parecía que se interpondría en su ruta. Una de las balas atravesó el coche e impactó en la cabeza a un transeúnte. Blackwater informó "el incidente y probable muerte", pero no informó sobre intentos de ayudar a la víctima o su familia.
Un documento de Blackwater del 28 de noviembre de 2005 informaba que la compañía había "despedido" a dos de sus empleados después de que una caravana de automóviles que protegían "colisionó o entró en contacto con unos dieciocho vehículos -seis vehículos en ruta" al ministerio iraquí del Petróleo y "doce vehículos en la dirección contraria". Blackwater estimó las colisiones como "actos de negligencia" y dijo que las declaraciones escritas de los dos empleados eran "inválidas, imprecisas y, en el mejor de los casos, descripciones deshonestas".
El 26 de septiembre de 2006, un convoy de Blackwater escoltaba una limusina diplomática que avanzaba por el lado equivocado de la carretera, y un conductor civil perdió el control de su vehículo en su intento de esquivarla y apartarse. El coche civil impactó en la limusina y chocó contra un poste junto a la carretera. El equipo de Blackwater evacuó la limusina, inutilizó su equipo de radio con disparos y se marcharon.
"El Equipo 46 debería haber prestado ayuda al vehículo local nacional", escribió Blackwater en un informe sobre el incidente. "Sin embargo, el vehículo estalló en llamas casi inmediatamente".
Un informe sobre el incidente escrito por una compañía de seguridad norteamericana, la Triple Canopy, describe la muerte de un guardia de seguridad de uno de los vicepresidentes como "homicidio". En su propia evaluación, Blackwater menciona que el empleado violó las reglas en cuanto al estado de ebriedad y uso de armas de fuego en esas condiciones. Calculando su propio castigo, la compañía determinó que "dada la naturaleza escandalosa de esta infracción, debería prohibírsele toda posterior asociación con Blackwater y se pedirá que se le revoque su permiso para trabajar en seguridad".
En su propio informe preliminar, la embajada observó que "el oficial de seguridad regional... autorizó la libertad del señor [el nombre fue borrado] y su traslado a Blackwater USA".
Aunque un alto funcionario de la embajada sugirió primero que la compañía pagara entre cien mil y doscientos cincuenta mil dolares a la familia de la víctima, informaba el memorándum del comité, un funcionario de la seguridad diplomática consideró esas sumas "estrafalarias" y sugirió que provocaría que los iraquíes "trataran de ser matados para ayudar a sus familias a establecerse económicamente". Finalmente Blackwater pagó quince mil dólares, que el Departamento de Estado ayudó a hacer llegar a la familia.

7 de octubre de 2007
©washington post
©traducción mQh
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