piden perpetua para diablo con sotana
Argentina: piden perpetua para ex párroco de El Quisco.
Los querellantes en el juicio al que es sometido Christian Von Wernich solicitaron hoy que el sacerdote, que antes del proceso ejerció como cura en el balneario chileno de El Quisco, sea condenado a reclusión perpetua por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar argentina (1976- 1983).
En sus alegatos, representantes de las víctimas de la represión ilegal coincidieron en que el ex capellán de la policía de la provincia de Buenos Aires debe ser condenado por el delito de ‘genocidio' por haber colaborado activamente con el régimen militar.
Tal como ocurre desde julio pasado, cuando Von Wernich empezó a ser juzgado por siete homicidios, 31 casos de torturas y 42 privaciones ilegales de la libertad, el religioso, de 68 años, presenció la audiencia con un chaleco antibalas colocado encima de la vestimenta sacerdotal y rodeado de policías.
Se trata del primer proceso que se realiza en Argentina en el que un sacerdote se sienta en el banquillo de los acusados por violaciones de los derechos humanos perpetradas durante la dictadura.
Los querellantes citaron en sus alegatos las declaraciones de varios testigos de cargo durante el proceso, quienes aseguraron que el ex capellán participó en sesiones de torturas a detenidos en cárceles clandestinas. Entre esas citas, se recordaron las del periodista Héctor Timerman, que aseguró que Von Wernich estuvo presente en las sesiones de tormentos que sufrió su padre, Jacobo Timerman, ya fallecido, y quien estuvo ilegalmente detenido.
El abogado Alejo Ramos Padilla, representante de la familia Timerman, sostuvo que "quedó probado que Von Wernich fue colaborador de los militares", además de señalar que formó "parte de un cuerpo colegiado de la tortura y su rol era de agente de inteligencia. Era un investigador vestido de sotana".
"No es partícipe, es autor y pieza clave del genocidio. Es un engranaje de una única maquinaria represiva que actuaba en todo el país", afirmó a su vez Miriam Bregman, abogada del colectivo de organizaciones de derechos humanos Justicia Ya.
Durante la audiencia también se mencionó el testimonio del ex juez Julio Mirailles, quien declaró que el sacerdote advertía a los detenidos que si "colaboraban con Dios y con la patria no les iban a torturar más".
Tras las exposiciones de los querellantes, se pasó a un cuarto intermedio y esta misma tarde se presume que la Fiscalía pedirá en su alegato que el religioso sea condenado a reclusión perpetua, según adelantaron fuentes judiciales.
Von Wernich es juzgado por el mismo tribunal de la ciudad bonaerense de La Plata que en septiembre del año pasado condenó a prisión perpetua al ex policía Miguel Etchecolatz por homicidios, secuestros y aplicación de tormentos durante la dictadura.
Antes de ingresar hoy a la sala de audiencias donde se realiza el proceso, el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel reclamó "un pronunciamiento de la jerarquía de la iglesia" católica por la actuación del sacerdote en el régimen militar.
"La jerarquía de la iglesia se va a tener que pronunciar porque hasta ahora las autocríticas han sido leves", dijo a periodistas el activista de derechos humanos.
Von Wernich fue capellán de la policía de la provincia de Buenos Aires cuando la jefatura de la mayor fuerza de seguridad del país estaba a cargo del fallecido general Ramón Camps, quien había sido condenado a prisión perpetua en 1986 por delitos de lesa humanidad.
Varios sobrevivientes de la denominada "guerra sucia" que desató la dictadura contra sus opositores han asegurado que Von Wernich además de visitar cárceles ilegales, acompañaba a los escuadrones paramilitares que secuestraban personas y presenció fusilamientos.
En sus alegatos, representantes de las víctimas de la represión ilegal coincidieron en que el ex capellán de la policía de la provincia de Buenos Aires debe ser condenado por el delito de ‘genocidio' por haber colaborado activamente con el régimen militar.
Tal como ocurre desde julio pasado, cuando Von Wernich empezó a ser juzgado por siete homicidios, 31 casos de torturas y 42 privaciones ilegales de la libertad, el religioso, de 68 años, presenció la audiencia con un chaleco antibalas colocado encima de la vestimenta sacerdotal y rodeado de policías.
Se trata del primer proceso que se realiza en Argentina en el que un sacerdote se sienta en el banquillo de los acusados por violaciones de los derechos humanos perpetradas durante la dictadura.
Los querellantes citaron en sus alegatos las declaraciones de varios testigos de cargo durante el proceso, quienes aseguraron que el ex capellán participó en sesiones de torturas a detenidos en cárceles clandestinas. Entre esas citas, se recordaron las del periodista Héctor Timerman, que aseguró que Von Wernich estuvo presente en las sesiones de tormentos que sufrió su padre, Jacobo Timerman, ya fallecido, y quien estuvo ilegalmente detenido.
El abogado Alejo Ramos Padilla, representante de la familia Timerman, sostuvo que "quedó probado que Von Wernich fue colaborador de los militares", además de señalar que formó "parte de un cuerpo colegiado de la tortura y su rol era de agente de inteligencia. Era un investigador vestido de sotana".
"No es partícipe, es autor y pieza clave del genocidio. Es un engranaje de una única maquinaria represiva que actuaba en todo el país", afirmó a su vez Miriam Bregman, abogada del colectivo de organizaciones de derechos humanos Justicia Ya.
Durante la audiencia también se mencionó el testimonio del ex juez Julio Mirailles, quien declaró que el sacerdote advertía a los detenidos que si "colaboraban con Dios y con la patria no les iban a torturar más".
Tras las exposiciones de los querellantes, se pasó a un cuarto intermedio y esta misma tarde se presume que la Fiscalía pedirá en su alegato que el religioso sea condenado a reclusión perpetua, según adelantaron fuentes judiciales.
Von Wernich es juzgado por el mismo tribunal de la ciudad bonaerense de La Plata que en septiembre del año pasado condenó a prisión perpetua al ex policía Miguel Etchecolatz por homicidios, secuestros y aplicación de tormentos durante la dictadura.
Antes de ingresar hoy a la sala de audiencias donde se realiza el proceso, el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel reclamó "un pronunciamiento de la jerarquía de la iglesia" católica por la actuación del sacerdote en el régimen militar.
"La jerarquía de la iglesia se va a tener que pronunciar porque hasta ahora las autocríticas han sido leves", dijo a periodistas el activista de derechos humanos.
Von Wernich fue capellán de la policía de la provincia de Buenos Aires cuando la jefatura de la mayor fuerza de seguridad del país estaba a cargo del fallecido general Ramón Camps, quien había sido condenado a prisión perpetua en 1986 por delitos de lesa humanidad.
Varios sobrevivientes de la denominada "guerra sucia" que desató la dictadura contra sus opositores han asegurado que Von Wernich además de visitar cárceles ilegales, acompañaba a los escuadrones paramilitares que secuestraban personas y presenció fusilamientos.
8 de octubre de 2007
©la nación
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