indigentes podrán dormir en la calle
[Randal C. Archibold] Los Angeles permitirá dormir en las aceras.
Los Angeles, Estados Unidos. Funcionarios del ayuntamiento acordaron el miércoles no implementar una ordenanza utilizada para permitir las redadas policiales contra indigentes que duermen en las aceras mientras no se construyan 1.250 viviendas sociales de bajo presupuesto.
En los últimos años la policía ha recurrido a una ley de 1968 que prohíbe pernoctar o yacer en espacios públicos para detener a indigentes en Skid Row y alrededores, un barrio del centro de la ciudad cuya concentración de diez mil a doce mil vagabundos es una de las más altas del país.
Pero el año pasado una corte federal de apelaciones anuló condenas pronunciadas bajo esta ley, considerándola como uno de los castigos más restrictivos, crueles e inusuales del país, debido a la aguda ausencia de viviendas para personas sin recursos.
Según el acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento y la Unión Americana por las Libertades Cívicas de California del Sur, que en 2003 demandó a la ciudad a nombre de seis indigentes, el ayuntamiento permitirá dormir en las aceras de nueve de la noche a seis de la mañana. Pero no podrán echarse a dormir a menos de tres metros de la entrada de los edificios, estacionamientos o zonas de carga y descarga.
La medida permanecerá en vigor hasta que Los Angeles termine de construir 1.259 unidades residenciales de bajo presupuesto para indigentes. La mitad de esas viviendas se construirán en la zona céntrica y alrededores.
El presidente del Ayuntamiento, Eric Garcetti, dijo que esperaba que tomará al menos tres años cumplir con la meta, que tiene un coste de 125 millones de dólares. Garceti dijo que el ayuntamiento financiará al menos la mitad, mientras que el resto lo contribuirán organizaciones benéficas y urbanistas.
El ayuntamiento aceptó el acuerdo "porque al hacer así podemos apoyar a la ciudad en el logro de un objetivo compartido, que es terminar con la indigencia", dijo Garcetti. Dijo que la ordenanza entraría en vigor inmediatamente, aunque será anulada si la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito rechaza la moción que será presentada por el ayuntamiento y abogados de los indigentes.
Garcetti dijo que dudaba que el ayuntamiento permita que la policía reanude la implementación de la ley una vez que se construyan las viviendas, aunque sugirió que para entonces el ayuntamiento seguramente habrá adoptado otras leyes con la intención de solucionar el problema de la indigencia.
Ramona Ripston, presidente de la ACLU, calificó el acuerdo de importante y "satisfactorio".
"No creemos que la gente tenga que dormir en la calle; nos gustaría que todos tuviesen una casa o una cama en un albergue, pero hasta que eso ocurra, la gente tiene que poder dormir en algún lugar", dijo Ripston. "Lo que significa la ordenanza es que la gente podrá dormir en cualquier parte de la ciudad, no solamente en Skid Row sino en todas partes de la ciudad sin que la policía los fastidie".
Bob Erlenbusch, presidente de la Coalición contra la Indigencia y el Hambre de Los Angeles, un grupo de activistas, dijo que las viviendas incluidas en el acuerdo eran muy pocas y temía que la policía reiniciara las campañas represivas una vez que se terminara el proyecto habitacional.
"Es terriblemente decepcionante que el ayuntamiento no tenga más visión para solucionar la crisis de la falta de viviendas", dijo Erlenbusch.
En los últimos años la policía ha recurrido a una ley de 1968 que prohíbe pernoctar o yacer en espacios públicos para detener a indigentes en Skid Row y alrededores, un barrio del centro de la ciudad cuya concentración de diez mil a doce mil vagabundos es una de las más altas del país.
Pero el año pasado una corte federal de apelaciones anuló condenas pronunciadas bajo esta ley, considerándola como uno de los castigos más restrictivos, crueles e inusuales del país, debido a la aguda ausencia de viviendas para personas sin recursos.
Según el acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento y la Unión Americana por las Libertades Cívicas de California del Sur, que en 2003 demandó a la ciudad a nombre de seis indigentes, el ayuntamiento permitirá dormir en las aceras de nueve de la noche a seis de la mañana. Pero no podrán echarse a dormir a menos de tres metros de la entrada de los edificios, estacionamientos o zonas de carga y descarga.
La medida permanecerá en vigor hasta que Los Angeles termine de construir 1.259 unidades residenciales de bajo presupuesto para indigentes. La mitad de esas viviendas se construirán en la zona céntrica y alrededores.
El presidente del Ayuntamiento, Eric Garcetti, dijo que esperaba que tomará al menos tres años cumplir con la meta, que tiene un coste de 125 millones de dólares. Garceti dijo que el ayuntamiento financiará al menos la mitad, mientras que el resto lo contribuirán organizaciones benéficas y urbanistas.
El ayuntamiento aceptó el acuerdo "porque al hacer así podemos apoyar a la ciudad en el logro de un objetivo compartido, que es terminar con la indigencia", dijo Garcetti. Dijo que la ordenanza entraría en vigor inmediatamente, aunque será anulada si la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito rechaza la moción que será presentada por el ayuntamiento y abogados de los indigentes.
Garcetti dijo que dudaba que el ayuntamiento permita que la policía reanude la implementación de la ley una vez que se construyan las viviendas, aunque sugirió que para entonces el ayuntamiento seguramente habrá adoptado otras leyes con la intención de solucionar el problema de la indigencia.
Ramona Ripston, presidente de la ACLU, calificó el acuerdo de importante y "satisfactorio".
"No creemos que la gente tenga que dormir en la calle; nos gustaría que todos tuviesen una casa o una cama en un albergue, pero hasta que eso ocurra, la gente tiene que poder dormir en algún lugar", dijo Ripston. "Lo que significa la ordenanza es que la gente podrá dormir en cualquier parte de la ciudad, no solamente en Skid Row sino en todas partes de la ciudad sin que la policía los fastidie".
Bob Erlenbusch, presidente de la Coalición contra la Indigencia y el Hambre de Los Angeles, un grupo de activistas, dijo que las viviendas incluidas en el acuerdo eran muy pocas y temía que la policía reiniciara las campañas represivas una vez que se terminara el proyecto habitacional.
"Es terriblemente decepcionante que el ayuntamiento no tenga más visión para solucionar la crisis de la falta de viviendas", dijo Erlenbusch.
11 de octubre de 2007
©new york times
©traducción mQh
0 comentarios