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niños brujos y parias


[Sharon LaFraniere] En amplias regiones de África, los acusan de brujería para poder deshacerse de ellos.
Uige, Angola. Domingos Pedro tenía sólo doce años cuando murió su padre. Su muerte fue repentina; la causa fue un misterio para los doctores. Pero no para los familiares de Domingo.
Se reunieron esa tarde en la choza de adobe de Domingos, contó, lo agarraron y le amarraron las piernas con una cuerda. Arrojaron la cuerda por sobre las vigas de la casa y lo izaron hasta que quedó suspendido cabeza abajo sobre el duro suelo de tierra. Entonces le dijeron que cortarían la cuerda si no confesaba el asesinato de su padre.
"Me gritaban: ‘¡Brujo, brujo!'", recordó Domingos, las lágrimas rodando por sus mejillas. "Había mucha gente y todos me gritaban al mismo tiempo".
Aterrado, Domingos le dijo lo que querían oír, pero sus familiares no se contentaron. Ferraz Bulio, líder tradicional del vecindario, dijo que siete u ocho hombres arrastraban a Domingos hacia el río, aparentemente para ahogarlo, cuando él intervino.
"Lo estaban abofeteando y pegándole", dijo. "Así es como reacciona la gente cuando se acusa a alguien de brujería. Hay un montón de esos casos".
Bulio tiene razón. En regiones de Angola, el Congo y la República del Congo, un sorprendente número de niños son acusados de ser brujos, y luego golpeados, maltratados y/o abandonados. Defensores de los niños estiman que miles de niños que viven en las calles de Kinshasa, la capital del Congo, fueron acusados de brujería y expulsados de sus familias, a menudo como una excusa para no tener que alimentarlos o cuidarlos.
Funcionarios de una ciudad al norte de Angola identificaron a 432 niños de la calle que fueron abandonados o maltratados después de ser acusados de brujería. Un informe del año pasado del oficial Instituto Nacional de la Infancia y de la UNICEF, describieron la cantidad de niños acusados de brujería como "enorme".
La idea de que existen niños brujos no es nueva aquí. Es una creencia común en la cultura bantú -dominante en Angola- de que los brujos se pueden comunicar con el mundo de los muertos y usurpar o ‘comer' la fuerza vital de otros, ocasionando a sus víctimas desgracias, enfermedades y muerte. Se dice que brujos adultos hechizan a los niños dándoles comida, y luego les obligan a reciprocar sacrificando a un miembro de la familia.
Pero los funcionarios atribuyen el aumento en las persecuciones de niños a la guerra: veintisiete años en Angola, finalizando en 2002, y una guerra casi permanente en el Congo. Los conflictos causaron la orfandad de muchos niños, y dejaron a otras familias intactas, pero en tal indigencia que no son capaces de alimentarse a sí mismas.
"Las acusaciones de brujería empezaron cuando los padres dejaron de ser capaces de cuidar de los niños", dijo Ana Silva, que está a cargo de la protección a la infancia en el instituto. "Así que empezaron a buscar justificaciones para expulsarlos de la familia".
Desde entonces, dijo, el fenómeno se ha extendido desde los inmigrantes pobres de las provincias de Uige y Zaire, al norte del país, a los barrios bajos de la capital, Luanda.

Dos casos recientes horrorizaron a los funcionarios aquí. En junio, dijo Silva, una madre de Luanda provocó con lejía la ceguera de su hija de catorce en un intento de terminar con sus visiones demoníacas. En agosto, un padre inyectó ácido de batería en el estómago de su hijo de doce porque pensaba que el niño era un brujo, dijo.
Desde 2000 que el gobierno de Angola ha hecho campañas para disipar las ideas sobre los niños brujos, dijo Silva, pero el progreso es lento. "No podemos cambiar la noción de que los brujos existen", dijo. "Hasta los trabajadores profesionales creen que existen".
En lugar de eso, su instituto está tratando de enseñar a figuras de autoridad -agentes de policía, maestros y líderes religiosos- que la violencia contra los niños no se justifica nunca.
La ciudad angoleña de Mbanza Congo, a apenas ochenta kilómetros de la frontera con el Congo, ha abierto un camino. Después de que un niño acusado de brujería fuera apuñalado hasta la muerte en 2000, funcionarios de la provincia y Save the Children, la organización benéfica global, juntaron a 432 niños de la calle y reunieron a 380 de ellos con sus familiares, dice el informe sobre brujería.
Once iglesias fundamentalistas fueron cerradas debido a informes sobre explotación y maltrato de niños. Deportaron a ocho pastores congoleños. Las aldeas formaron comisiones para velar por los derechos de los niños. Las autoridades dicen que el número de niños maltratados o que viven en la calle se ha reducido drásticamente.

Uige, a unos 160 kilómetros al sur de Mbanza Congo, es otra historia. Rodeado por exuberantes y verdes colinas, es un villorrio de chozas de adobe en torno a tiendas desmoronadas marcadas por agujeros de bala. En esta región, dice el obispo Emilio Sumbelelo, de la iglesia de San José, la persecución de niños está aumentando.
"Es muy, muy común en los pueblos", dijo. "Sabemos que han asesinado a algunos niños".
Su iglesia gestiona el único santuario de la ciudad para acoger a niños acusados de brujería, un refugio apenas más grande que un garaje para tres coches. Aquí, treinta y dos niños, incluyendo a Domingos, ocupan literas montadas a treinta centímetros de distancia; sus escasas ropas las guardan en cajas debajo. No existe un refugio para niñas.
Desde julio, todos los que llegaron han sido devueltos. "Los niños llegan aquí a pedir protección, pero no tenemos espacio", dijo el obispo. "Hasta la fecha, no hemos encontrado ningún método especial para combatir este fenómeno".
Muchos niños describen maltratos pasados, rechazo y temor. Saldanha David Gomes, 18, que vivió con su tía hasta los doce, dijo que ella se volvió contra él después de que su hija de tres enfermara y muriera.
Después, dijo, su tía se negó a alimentarlo y lo ataba de pies y manos todas las noches, por temor a que se cobrara nuevas víctimas.
Finalmente un vecino le advirtió que escapara. "Yo no soy brujo, ni era brujo", dijo Saldanha. "Pero tenía que escapar, porque me amenazaron con matarme".
Afonso García, 6, llegó al último catre disponible del refugio en julio. "Me vine porque mi padre no me quiere, y no estaba comiendo todos los días", dijo, flemático.
Después de la muerte de su madre hace tres años, se mudó a vivir con su padre. Su madrastra, Antoinette Eduardo, dijo que ella empezó a sospechar que era un brujo después de que otros niños del vecindario le dijeran que lo habían visto comer una hoja de afeitar. Aparte eso, dijo, "estaba cada vez más flaco, pese a que comía bien".
Tras ser interrogado, dijo la madrastra, Afonso confesó que un familiar lo había visitado en sueños, exigiéndole que matara a un miembro de su familia. Afonso niega haber confesado que era brujo.
Lo que pasó después es típico de muchos casos. Los familiares de Afonso buscaron la ayuda de un curandero profesional.

El curandero, João Ginga, 30, lleva una chaqueta con cuello de piel y trabaja en lo que llama hospital: un destartalado cuarto con paredes de adobe.
"Puedo detectar si se trata de algún espíritu malo", dijo una mañana hace poco mientras sus clientes esperaban en una banca. "Aquí tratamos más de mil casos al año".
Con un negocio tan próspero, dijo Ginga, no podía recordar el caso de Afonso. La tía de Afonso, Isabella Armando, dijo que su familia pagó a Ginga 270 dólares en dinero, velas, perfumes y talco para tratar a Afonso.
Ginga realizó algunos rituales, puso una substancia en los ojos de Afonso que lo hicieron llorar de dolor y lo pronunció curado, dijo. Pero el padre de Afonso, y su madrastra, los únicos familiares que podían cuidarlo, no estuvieron de acuerdo, y lo echaron de la casa.
"Me apiadé de él, y todavía le compadezco, porque estaba viviendo en la calle", explicó la madrastra. "Pero teníamos miedo".
Ginga no es el único curandero que reclama que puede sanar a los niños brujos. Sivi Munzemba dijo que ella exorcizaba a niños poseídos insertándoles un emplasto de plantas en su ano, afeitando sus cabezas y reteniéndolos durante dos semanas en su casa.
Moises Samuel, director de la oficina provincial del instituto de la infancia, dijo que le preocupaba no solamente los curanderos tradicionales, sino también toda un enjambre de iglesias con adivinos que reclaman poder exorcizar a los malos espíritus y que atraen a multitudes, incluso los días de semana.
Una vez que un adivino o curandero tilda de brujo a un niño, dijo el especialista en protección al menor, hasta la policía retrocede.
Los agentes de policía mantuvieron a Domingos, el niño que fue suspendido de las vigas, durante una noche en la comisaría, y luego lo enviaron a casa, dijo Bulio, el líder de la comunidad. Nunca investigaron al tío de Domingos, que según Bulio dirigió el ataque.
"Por supuesto que era un delito", dijo Bulio. "Pero como se trata de brujería, la policía no asume ninguna responsabilidad".
Domingos, ahora de 15, insistió en que dijo que era brujo sólo para salvar su vida. Pero ni su madre de 32 años, María Pedro, le cree.
Es evidente que Pedro quiere a Domingos, su hijo mayor. Brilla con los progresos académicos de su hijo y está preocupada de que lo continúen acosando, si no puede quedarse en el refugio.
Sin embargo, dijo, sospecha que fue embrujado para asesinar. "Debe ser verdad, porque lo confesó él mismo", dijo, mirando a Domingos al otro lado de la mesa en su casa de dos dormitorios.
Entonces Domingos se levantó y salió rápidamente de la casa. Diez minutos después, volvió a aparecer en la puerta, con la cara roja y sucia. "Madre, a partir de hoy ya no seré tu hijo", declaró.
Pedro lo miró sin abrir la boca. "No sé porqué se enoja tanto", dijo más tarde.

17 de noviembre de 2007
15 de noviembre de 2007
©new york times
©traducción mQh
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Astrologer Don Zodiac Guille goes on publishing his colleague Chandrasiri Bandara´s prediction in Argentina:
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Dorys Dodier -

Walter Mercado, el excéntrico y millonario astrólogo de Puerto Rico, demandó a su ex Representante Guillermo BAKULA, propietario de la Bart Enterprises International, por 14,5 millones de dólares por uso de buen nombre e imagen. El juicio se ventilará en la Corte de Miami.
Pero el nudo gordiano del litigio apunta al MERCADO esótérico-místico que acumula y reparte desde la Economía Informal unos 4.500 millones de dólares sin control fiscal en Latinoamérica. Esta gigantesca parva de dólares se distribuye entre las Iglesias evangélicas del Brasil inventadas por pastores inescrupulosos, sanateros de milagros, videntes, astrólogos, chamanes, reikistas, psíquicos, curanderos, magos, etc., etc., quienes están en beligerancia en una lucha que preanuncia el Retorno de los Brujos.
BAKULA anticipó a Walter lo adoro, pero esta vez la loca me cansó y de inmediato un madrileño desde el oscurantismo de los negocios astrales contrató a un Brujo de Argentina, Don Zodiac Guille, quien recibió hasta hoy más de 800.000 consultas en su sitio: http://www.zodiacguille.com .
Por su parte, el místico Walter MERCADO desde su propia corporación, la Galaxy Entertainments, se lanza a sí mismo, o sea al MERCADO DE LOS INCAUTOS, con un CD, el último gran NEGOCIO de su vida, en el que dará a conocer las Revelaciones de los Ángeles que le hicieron hace 50 años sobre el Fin del Mundo. El andrógino y anciano pitoniso de 76 años, entre la depresión por el abandono de su novio colombiano y el furor de pretensiones megalómanas, ahora deberá enfrentar al Brujo de Argentina, Don Zodiac Guille, pelea en el ring del ocultismo y los poderes sobrenaturales con los que WALTER MERCADO asegura tener y utilizar contra los enemigos de su obra.
Mercado se regodeaba de sus poderes psíquicos por haber logrado que la Jueza de Miami, Patricia Seitz y el Jurado dijeron que la Bart Enterprises International Limited tenía razón pero lo liberaron de pagarle, en otro juicio, 5 millones de dólares que su ex socio Bakula le reclamara por incumplimiento de contrato.
Ahora, este contra-ataque astro financiero contra BAKULA de Walter MERCADO y su demanda millonaria por uso de imagen hace salir, desde las sombras del Oculto Mundo de los Misterios, a Don Zodiac Guille como el más feroz y peligroso contrincante en las huestes de la Astrología y afines. Una pelea que, de darse, produciría tanto o más dinero que una pelea de pesos pesados en el Caesar Palace de los Ángeles. ( Fuentes:CNN Extension-La Revista City.com - Peruanos en USA)