polígamo condenado por violación
[Nicholas Riccardi] Warren Jeffs fue sentenciado a dos penas consecutivas de cinco años por obligar a una niña de catorce a casarse con su primo.
St. George, Utach, Estados Unidos. El líder de una secta polígama fue sentenciado a dos penas consecutivas de cinco años a reclusión perpetua el martes por complicidad en la violación de una niña de catorce a la que obligó a casarse con su primo de diecinueve años.
Un demacrado Warren Jeffs, 51, observó silenciosamente cuando el juez James L. Schumate leyó la sentencia. La acusación había instado al juez a dictar una pena ejemplar contra Jeffs, que es visto como un profeta por cerca de los diez mil miembros de la Iglesia Fundamentalista de los Santos de los Últimos Días, un grupo mormón disidente que ha sido repudiado por la Iglesia de Jesucristo de los Últimos Días.
"Es necesario enviar el mensaje... de que no puedes ocultarte detrás de tu posición como líder religioso", dijo el fiscal Ryan Shaum.
Las leyes de Utah hacen difícil determinar cuánto tiempo pasará Jeffs en prisión. Los jueces dictan un lapso de tiempo que deberán cumplir los convictos, antes que sentencias específicas. La comisión de excarcelación del estado decide cuándo se libera a los reclusos. Shumate impuso a Jeffs la sentencia máxima, decidiendo que deberá cumplir penas seguidas de cinco años por dos cargos de complicidad en la violación.
La comisión de excarcelación evaluará de aquí a tres años el caso de Jeffs, pero es "altamente improbable" que ordene su liberación antes de que cumpla la sentencia mínima, dijo Kent Jones, funcionario de audiencias.
En el tribunal, Shumate observó que Jeffs sabía que en Utah el matrimonio de una chica de catorce era ilegal. La boda se realizó en Nevada.
También hizo un emocional llamado a la víctima, Elissa Wall, ahora de 21, que ha pedido a los periodistas que mencionen su nombre.
Shumate dijo a Wall que entendía que ella hubiera rechazado la idea de hacer pagar a Jeffs la indemnización a la que tiene derecho.
"Sé que nada de lo que haga él hoy será suficiente", le dijo a Wall, que elogió al sistema judicial por creer en ella. "Vives con una sentencia de por vida. Tu coraje para continuar es loable, pero no tienes porqué hacerlo sola".
Wall dijo que no aceptará ninguna reparación de Jeffs. Ha entablado una demanda separada contra él y la Iglesia Fundamentalista de los Santos de los Últimos Días, y ha dicho que todo dinero que se le otorgue en esa demanda lo utilizará para crear un fondo para ayudar a otras niñas y mujeres que han huido de la iglesia.
Jeffs no habló en el tribunal, pero su abogado dijo que recurriría su sentencia.
"La conducta por la que Jeffs está en la cárcel no es violación", dijo el abogado Walter F. Bugden a periodistas. Más bien, es haber presidido un matrimonio ilegal.
"No creo que esto sea igual a un violador que emerge de entre los arbustos y viola a alguien varias veces", alegó Bugden en la corte. "Este es un hombre profundamente religioso, que instaba a la pareja a tener hijos en la profundidad del tiempo".
Durante el juicio en septiembre, los testigos declararon que Jeffs había ignorado las súplicas de Wall de que no la casara con su primo. Después de que su marido la violara, Wall declaró que le dijo a Jeffs que la estaba "tocando de un modo que no me gusta" y le pidió disolver el matrimonio. Jeffs nuevamente la ignoró.
Finalmente Wall empezó una relación con otro hombre y abandonó la iglesia, y Jeffs disolvió el matrimonio. Su ex marido, Allen Steed, declaró que su esposa nunca rechazó tener sexo con él. Steed fue acusado de violación al día siguiente de la condena de Jeffs.
Mientras esperaba el juicio, Jeffs confesó ante visitantes que él no era el verdadero profeta, según se lee en las actas judiciales reveladas antes este mes. También trató de ahorcarse en su celda y desarrolló llagas en las rodillas debido a sus oraciones. Jeffs hace frente a otros cargos criminales en Arizona y en un tribunal federal.
Los seguidores de Jeffs llenaron la sala del tribunal durante la lectura de la sentencia, llevando trajes oscuros y vestidos largos y negándose, según su costumbre, a hablar con periodistas. Flora Jessop, ex miembro de la Iglesia Fundamentalista de los Santos de los Últimos Días, que asistió a la audiencia, dijo que los nuevos líderes ya estaban haciendo maniobras para ocupar su posición en la comunidad.
"Para algunos, Jeffs es un mártir", dijo Jessop. "Pero hay miles de niñas que ahora duermen seguras porque él está en prisión".
Un demacrado Warren Jeffs, 51, observó silenciosamente cuando el juez James L. Schumate leyó la sentencia. La acusación había instado al juez a dictar una pena ejemplar contra Jeffs, que es visto como un profeta por cerca de los diez mil miembros de la Iglesia Fundamentalista de los Santos de los Últimos Días, un grupo mormón disidente que ha sido repudiado por la Iglesia de Jesucristo de los Últimos Días.
"Es necesario enviar el mensaje... de que no puedes ocultarte detrás de tu posición como líder religioso", dijo el fiscal Ryan Shaum.
Las leyes de Utah hacen difícil determinar cuánto tiempo pasará Jeffs en prisión. Los jueces dictan un lapso de tiempo que deberán cumplir los convictos, antes que sentencias específicas. La comisión de excarcelación del estado decide cuándo se libera a los reclusos. Shumate impuso a Jeffs la sentencia máxima, decidiendo que deberá cumplir penas seguidas de cinco años por dos cargos de complicidad en la violación.
La comisión de excarcelación evaluará de aquí a tres años el caso de Jeffs, pero es "altamente improbable" que ordene su liberación antes de que cumpla la sentencia mínima, dijo Kent Jones, funcionario de audiencias.
En el tribunal, Shumate observó que Jeffs sabía que en Utah el matrimonio de una chica de catorce era ilegal. La boda se realizó en Nevada.
También hizo un emocional llamado a la víctima, Elissa Wall, ahora de 21, que ha pedido a los periodistas que mencionen su nombre.
Shumate dijo a Wall que entendía que ella hubiera rechazado la idea de hacer pagar a Jeffs la indemnización a la que tiene derecho.
"Sé que nada de lo que haga él hoy será suficiente", le dijo a Wall, que elogió al sistema judicial por creer en ella. "Vives con una sentencia de por vida. Tu coraje para continuar es loable, pero no tienes porqué hacerlo sola".
Wall dijo que no aceptará ninguna reparación de Jeffs. Ha entablado una demanda separada contra él y la Iglesia Fundamentalista de los Santos de los Últimos Días, y ha dicho que todo dinero que se le otorgue en esa demanda lo utilizará para crear un fondo para ayudar a otras niñas y mujeres que han huido de la iglesia.
Jeffs no habló en el tribunal, pero su abogado dijo que recurriría su sentencia.
"La conducta por la que Jeffs está en la cárcel no es violación", dijo el abogado Walter F. Bugden a periodistas. Más bien, es haber presidido un matrimonio ilegal.
"No creo que esto sea igual a un violador que emerge de entre los arbustos y viola a alguien varias veces", alegó Bugden en la corte. "Este es un hombre profundamente religioso, que instaba a la pareja a tener hijos en la profundidad del tiempo".
Durante el juicio en septiembre, los testigos declararon que Jeffs había ignorado las súplicas de Wall de que no la casara con su primo. Después de que su marido la violara, Wall declaró que le dijo a Jeffs que la estaba "tocando de un modo que no me gusta" y le pidió disolver el matrimonio. Jeffs nuevamente la ignoró.
Finalmente Wall empezó una relación con otro hombre y abandonó la iglesia, y Jeffs disolvió el matrimonio. Su ex marido, Allen Steed, declaró que su esposa nunca rechazó tener sexo con él. Steed fue acusado de violación al día siguiente de la condena de Jeffs.
Mientras esperaba el juicio, Jeffs confesó ante visitantes que él no era el verdadero profeta, según se lee en las actas judiciales reveladas antes este mes. También trató de ahorcarse en su celda y desarrolló llagas en las rodillas debido a sus oraciones. Jeffs hace frente a otros cargos criminales en Arizona y en un tribunal federal.
Los seguidores de Jeffs llenaron la sala del tribunal durante la lectura de la sentencia, llevando trajes oscuros y vestidos largos y negándose, según su costumbre, a hablar con periodistas. Flora Jessop, ex miembro de la Iglesia Fundamentalista de los Santos de los Últimos Días, que asistió a la audiencia, dijo que los nuevos líderes ya estaban haciendo maniobras para ocupar su posición en la comunidad.
"Para algunos, Jeffs es un mártir", dijo Jessop. "Pero hay miles de niñas que ahora duermen seguras porque él está en prisión".
nicholas.riccardi@latimes.com
21 de noviembre de 2007
©los angeles times
©traducción mQh
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