masacre de santa maría de iquique
Conmemoran cien años desde brutal matanza de obreros salitreros.
Iquique, Chile. En un día como hoy, hace exactamente cien años, el general de Ejército Roberto Silva Renard, por entonces jefe de zona en estado de sitio en Iquique, ordenó disparar contra una multitud de obreros del salitre, quienes se encontraban alojados en la Escuela Santa María, en la capital de la Primera Región, causando la muerte de un número indeterminado de personas -las cifras difieren entre cien y hasta 3.600- entre ellos mujeres y niños.
Fue el inicio de un hecho no sólo repudiable, sino simbólico, que abofeteó en la cara a la oligarquía chilena de la época y que desataría insospechadas consecuencias.
"Se produjo en un momento en que la clase obrera estaba pidiendo en forma enérgica sus reivindicaciones, lo que se conoce como la Cuestión Social y que tuvo precedentes también reprimidos con violencia, como una huelga de estibadores en Valparaíso en 1903 y una de pobladores en Santiago por el precio del carne en 1905", contextualiza Mauricio Rojas, profesor de Historia de Chile de la Universidad del Bío-Bío.
Las reivindicaciones salariales llevaron a familias enteras que trabajaban en las salitreras a "bajar a la ciudad", en este caso a Iquique, hospedándose en la Escuela Santa María.
"Les dijeron que se quedaran tranquilos, pero a los tres días comenzaron a inquietarse al ver que no pasaba nada y que el Estado seguía basureándolos", sostiene Rodolfo Parada, integrante del grupo Quilapayún, que por estos días se encuentra recorriendo el país interpretando la Cantata Santa María, creación de Luis Advis en 1970, sobre la matanza ocurrida en 1907.
"Imagínate que les cancelaban sólo con fichas que no podían utilizar más que en las pulperías de la salitrera y que traducida en dinero, no tenían ningún valor", agrega Parada.
Si algo marcó este episodio, fue la brutal masacre en contra de familias enteras, sostiene Rojas y agrega: "Este caso fue simbólico, porque el Estado traicionó a los obreros. Para la clase dirigente la represión era necesaria para mantener el orden establecido y seguir transmitiendo una imagen de un país y una sociedad republicana.
Al final fue tan condenado este hecho, que aparecieron figuras como Arturo Alessandri Palma, incorporando a la clase obrera y media en la vida política y Luis Emilio Recabarren creando el Partido Obrero Socialista".
Actos Conmemorativos
En Chillán, organizaciones se reunieron para programar una serie de actividades con motivo de la conmemoración de la matanza de obreros.
A un foro debate programado en la semana, se suma una marcha desde la Plaza de Armas hoy, a partir de las 19 horas.
Fue el inicio de un hecho no sólo repudiable, sino simbólico, que abofeteó en la cara a la oligarquía chilena de la época y que desataría insospechadas consecuencias.
"Se produjo en un momento en que la clase obrera estaba pidiendo en forma enérgica sus reivindicaciones, lo que se conoce como la Cuestión Social y que tuvo precedentes también reprimidos con violencia, como una huelga de estibadores en Valparaíso en 1903 y una de pobladores en Santiago por el precio del carne en 1905", contextualiza Mauricio Rojas, profesor de Historia de Chile de la Universidad del Bío-Bío.
Las reivindicaciones salariales llevaron a familias enteras que trabajaban en las salitreras a "bajar a la ciudad", en este caso a Iquique, hospedándose en la Escuela Santa María.
"Les dijeron que se quedaran tranquilos, pero a los tres días comenzaron a inquietarse al ver que no pasaba nada y que el Estado seguía basureándolos", sostiene Rodolfo Parada, integrante del grupo Quilapayún, que por estos días se encuentra recorriendo el país interpretando la Cantata Santa María, creación de Luis Advis en 1970, sobre la matanza ocurrida en 1907.
"Imagínate que les cancelaban sólo con fichas que no podían utilizar más que en las pulperías de la salitrera y que traducida en dinero, no tenían ningún valor", agrega Parada.
Si algo marcó este episodio, fue la brutal masacre en contra de familias enteras, sostiene Rojas y agrega: "Este caso fue simbólico, porque el Estado traicionó a los obreros. Para la clase dirigente la represión era necesaria para mantener el orden establecido y seguir transmitiendo una imagen de un país y una sociedad republicana.
Al final fue tan condenado este hecho, que aparecieron figuras como Arturo Alessandri Palma, incorporando a la clase obrera y media en la vida política y Luis Emilio Recabarren creando el Partido Obrero Socialista".
Actos Conmemorativos
En Chillán, organizaciones se reunieron para programar una serie de actividades con motivo de la conmemoración de la matanza de obreros.
A un foro debate programado en la semana, se suma una marcha desde la Plaza de Armas hoy, a partir de las 19 horas.
21 de diciembre de 2007
©la discusión
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