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presidenta en entredicho


[Jorge Escalante] El joven argentino que un día fue entregado por Cheyre a las monjas. Intercambio epistolar entre Bachelet y Ernesto Ledjerman.
Chile. El hijo del matrimonio Ledjerman Ávalos, asesinado en 1973 por militares chilenos, representa a la Presidenta la contradicción que advierte en el CDE, que se hace parte en lo penal, pero rechaza las reparaciones.
En una carta enviada a la Presidenta Michelle Bachelet, Ernesto Ledjerman, argentino residente en Buenos Aires cuyos padres fueron asesinados en 1973 por militares chilenos que la semana pasada recibieron condena, le hizo ver la "incongruencia" del Consejo de Defensa del Estado (CDE) que, si bien se hace parte querellante en los procesos por crímenes de lesa humanidad, se opone a las indemnizaciones materiales por daño moral y psíquico que interponen los familiares de las víctimas.
Anteriormente, la Presidenta respondió a Ledjerman, de 37 años, otro mensaje que le envió agradeciéndole las gestiones de las autoridades de derechos humanos del gobierno en dos ceremonias conmemorativas del crimen de sus padres realizadas en La Serena y Santiago.
La sentencia dictada el miércoles pasado por la Novena Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, condenó a diez años de presidio como autores materiales de los homicidios de Bernardo Ledjerman Konujowska (argentino) y María Ávalos Castañeda (mexicana) ocurridos el 8 de diciembre de 1973 cerca de la frontera con Argentina al este de La Serena, al brigadier (R) de Ejército Fernando Polanco Gallardo y los suboficiales (R) Luis Fernández Monje y Héctor Vallejos Birtiola.
Todos pertenecían al regimiento ‘Arica' de la Serena, cuyo comandante era el coronel Ariosto Lapostol Orrego que tenía como ayudante al teniente Juan Emilio Cheyre. Lapostol y Cheyre fueron absueltos en el proceso, a pesar de que el último entregó por orden de Lapostol a Ernesto Ledjerman Avalos, de dos años de edad, a las monjas de La Serena para su cuidado bajo la excusa de que sus padres se "suicidaron dinamitándose".
En su carta a la Presidenta, Ernesto Ledjerman le expresó que el CDE se opone a la acción civil reparatoria para que el Estado de Chile lo indemnice por el daño causado con el crimen de sus padres, reparación que en todo caso la sentencia acogió pero aún falta la revisión de todo el fallo por la Sala Penal de la Corte Suprema.
El argumento del CDE se funda en que la acción civil reparatoria prescribe en cuatro años desde ocurrido el hecho que la motiva, lo que en el caso de Ernesto, hijo único, era imposible de entablar porque todavía era un niño.

24 de diciembre de 2007
©la nación
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