mal llamado crimen pasional
Cuatro balas, una mujer asesinada y un mal llamado crimen pasional. Asesinaron a una mujer de 29 años en un barrio privado de Exaltación de la Cruz. La policía sospecha del ex marido, que había sido obligado a apartarse de ella por golpearla y amenazarla.
Argentina. Cuatro disparos, dos en la espalda, uno en el hombro derecho y otro en el antebrazo izquierdo, todos por detrás, mientras Rosana Edith Galeano intentaba escapar, terminaron con su vida. Para algunos, los más cercanos, de un modo previsible. La mujer, de 29 años y ex modelo, fue baleada el miércoles por la noche, en la casaquinta donde vivía, en el barrio El Remanso del partido Exaltación de la Cruz, en la zona norte bonaerense, próximo a Pilar. Galeano se encontraba cenando en la casa de su hermana cuando recibió un llamado a su celular que la llevó al exterior del chalet, donde fue baleada. Igual que los familiares más cercanos, la trama de violencia familiar empuja la hipótesis de los investigadores sobre el ex marido. Un dato clave apunta en ese sentido: el hombre había sido excluido del seno familiar y tenía prohibido aproximarse a la mujer por decisión de una jueza de Exaltación de la Cruz, luego de reiteradas denuncias de la víctima. Las hipótesis dan vueltas alrededor del crimen por violencia y mal llamado pasional, y el crimen por encargo. Además del ex marido, José Jacinto Arce, investigan a un jardinero que trabajaba para Arce.
La distancia entre Rosana Galeano y Arce estaba demarcada después de una serie de denuncias por maltrato, violencia y amenazas de muerte sufridas por quien ahora pagó con su vida, y que derivaron el año pasado en la separación del matrimonio por decisión de la jueza de paz de Exaltación de la Cruz, María Núñez Leguizamón.
"Esto viene de arrastre. Sospechamos siempre de uno solo, de nadie más. Era la única persona con la que ella tenía problemas", sostuvo Óscar Galeano, hermano de la víctima, apuntalando la hipótesis policial pero sin mencionar nombres. "Lo tuvieron que sacar de la casa a la fuerza. Le había pegado a mi hermana. Ahí es que empieza el divorcio y ella decidió separarse porque no soportaba más."
El desenlace tuvo lugar el miércoles a las 22.15, en la casaquinta ubicada sobre la calle Caramba, entre Paso de la Patria y La Zamba, del barrio privado El Remanso, localidad de Capilla del Señor, en Exaltación de la Cruz. El Remanso es un barrio privado, con seguridad privada, pero abierto. Está situado sobre el kilómetro 72 de la Ruta 8 y tiene unas 3500 viviendas distribuidas en 600 hectáreas. Entre los vecinos, figuran la Su Giménez, Fabio Zerpa y Carlos Sorín.
A esa hora, la víctima cenaba con su hermana Mónica, de 34 años, en la casaquinta, cuando sonó su celular. Galeano no podía escuchar, supuso que no había buena señal y decidió salir a la calle. Pero según el relato de Mónica, al salir su hermana la escuchó dar un grito corto, "¡uy!", y luego correr hacia la puerta de la casa con la intención de entrar. Pero no llegó a hacerlo. Sonaron cuatro disparos y la mujer cayó desplomada en la entrada. Aparentemente, le dispararon desde un auto.
Cuando comprendió la situación, Mónica alertó a la seguridad privada del barrio y a la policía. Al rato, llegaron los patrulleros de la comisaría de Exaltación de la Cruz. Cuando los peritos la revisaron detectaron cuatro heridas de bala, dos que habían penetrado por la espalda, una en el hombro derecho y otra en el antebrazo izquierdo. Los peritos de rastros levantaron del lugar desde donde habían disparado, tres vainas servidas de una pistola calibre 11.25. Es probable que la cuarta vaina haya quedado en el interior del vehículo.
En el lugar del hecho estuvo presente el fiscal de Zárate Marcelo Pernici, quien realizó algunas preguntas a la hermana de la víctima y a otros testigos. Las fuentes indicaron que Mónica no había llegado a divisar al agresor, ya que ella se encontraba dentro de la vivienda, a unos 25 metros de donde ocurrió el crimen, y que sólo escuchó el grito, la corrida y los disparos.
En el lugar los peritos encontraron un pulóver que, según algunos testimonios, podría pertenecer a quien realizó los disparos. Ahora, rastrean dentro del celular de Rosana el origen de la llamada que la llevó a salir de la casa. Sospechan que fue un ardid para llevar a la mujer hacia el exterior donde la estaban esperando. Al mismo tiempo, los investigadores descartan por el momento como motivo el robo, por la mecánica del ataque y porque a la mujer no le faltaba nada, tan sólo su vida.
Entre las hipótesis, la más fuerte es la que suele definirse malamente como crimen pasional, pero también barajan, dentro quizá de esa misma hipótesis, la del crimen por encargo. En ambas, el ex marido aparece al frente de las sospechas. Sin embargo, no son suficientes. Como señaló el fiscal Pernici, "hay varios sospechosos", pero si las sospechas familiares sobre el ex marido "tuvieran asidero el ex marido estaría detenido".
El fiscal agregó que se realizaron allanamientos, uno de ellos en la casa de un jardinero que, según Óscar Galeano, era empleado del ex esposo de su hermana. Arce, de 59 años, comerciante de pollos y huevos, fue expulsado de la casaquinta donde vivía con sus dos hijos de 3 y 4 años, por violencia familiar. Esa información y la historia de la pareja empuja a los familiares de Rosana a poner las sospechas sobre Arce.
Por su parte, Arce declaró que estuvo en la comisaría de Villa Astolfi y en un hospital en Pilar, donde había llevado a atender a uno de sus hijos. Según los familiares de Rosana, ese día Arce le había negado llevar los chicos a su madre.
La distancia entre Rosana Galeano y Arce estaba demarcada después de una serie de denuncias por maltrato, violencia y amenazas de muerte sufridas por quien ahora pagó con su vida, y que derivaron el año pasado en la separación del matrimonio por decisión de la jueza de paz de Exaltación de la Cruz, María Núñez Leguizamón.
"Esto viene de arrastre. Sospechamos siempre de uno solo, de nadie más. Era la única persona con la que ella tenía problemas", sostuvo Óscar Galeano, hermano de la víctima, apuntalando la hipótesis policial pero sin mencionar nombres. "Lo tuvieron que sacar de la casa a la fuerza. Le había pegado a mi hermana. Ahí es que empieza el divorcio y ella decidió separarse porque no soportaba más."
El desenlace tuvo lugar el miércoles a las 22.15, en la casaquinta ubicada sobre la calle Caramba, entre Paso de la Patria y La Zamba, del barrio privado El Remanso, localidad de Capilla del Señor, en Exaltación de la Cruz. El Remanso es un barrio privado, con seguridad privada, pero abierto. Está situado sobre el kilómetro 72 de la Ruta 8 y tiene unas 3500 viviendas distribuidas en 600 hectáreas. Entre los vecinos, figuran la Su Giménez, Fabio Zerpa y Carlos Sorín.
A esa hora, la víctima cenaba con su hermana Mónica, de 34 años, en la casaquinta, cuando sonó su celular. Galeano no podía escuchar, supuso que no había buena señal y decidió salir a la calle. Pero según el relato de Mónica, al salir su hermana la escuchó dar un grito corto, "¡uy!", y luego correr hacia la puerta de la casa con la intención de entrar. Pero no llegó a hacerlo. Sonaron cuatro disparos y la mujer cayó desplomada en la entrada. Aparentemente, le dispararon desde un auto.
Cuando comprendió la situación, Mónica alertó a la seguridad privada del barrio y a la policía. Al rato, llegaron los patrulleros de la comisaría de Exaltación de la Cruz. Cuando los peritos la revisaron detectaron cuatro heridas de bala, dos que habían penetrado por la espalda, una en el hombro derecho y otra en el antebrazo izquierdo. Los peritos de rastros levantaron del lugar desde donde habían disparado, tres vainas servidas de una pistola calibre 11.25. Es probable que la cuarta vaina haya quedado en el interior del vehículo.
En el lugar del hecho estuvo presente el fiscal de Zárate Marcelo Pernici, quien realizó algunas preguntas a la hermana de la víctima y a otros testigos. Las fuentes indicaron que Mónica no había llegado a divisar al agresor, ya que ella se encontraba dentro de la vivienda, a unos 25 metros de donde ocurrió el crimen, y que sólo escuchó el grito, la corrida y los disparos.
En el lugar los peritos encontraron un pulóver que, según algunos testimonios, podría pertenecer a quien realizó los disparos. Ahora, rastrean dentro del celular de Rosana el origen de la llamada que la llevó a salir de la casa. Sospechan que fue un ardid para llevar a la mujer hacia el exterior donde la estaban esperando. Al mismo tiempo, los investigadores descartan por el momento como motivo el robo, por la mecánica del ataque y porque a la mujer no le faltaba nada, tan sólo su vida.
Entre las hipótesis, la más fuerte es la que suele definirse malamente como crimen pasional, pero también barajan, dentro quizá de esa misma hipótesis, la del crimen por encargo. En ambas, el ex marido aparece al frente de las sospechas. Sin embargo, no son suficientes. Como señaló el fiscal Pernici, "hay varios sospechosos", pero si las sospechas familiares sobre el ex marido "tuvieran asidero el ex marido estaría detenido".
El fiscal agregó que se realizaron allanamientos, uno de ellos en la casa de un jardinero que, según Óscar Galeano, era empleado del ex esposo de su hermana. Arce, de 59 años, comerciante de pollos y huevos, fue expulsado de la casaquinta donde vivía con sus dos hijos de 3 y 4 años, por violencia familiar. Esa información y la historia de la pareja empuja a los familiares de Rosana a poner las sospechas sobre Arce.
Por su parte, Arce declaró que estuvo en la comisaría de Villa Astolfi y en un hospital en Pilar, donde había llevado a atender a uno de sus hijos. Según los familiares de Rosana, ese día Arce le había negado llevar los chicos a su madre.
18 de enero de 2008
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