queremos ver las fotos de torturas
17 de mayo de 2009
Pero la verdad se debe conocer. El Pentágono actuó correctamente el mes pasado cuando accedió a acatar una orden judicial y liberar las fotos, por una demanda presentada por la Unión Americana de Libertades Civiles. Y el presidente Obama se equivocó el miércoles cuando revirtió esa decisión.
Es terrible que el presidente haya tenido que enfrentarse a una elección tan desagradable , pero es uno de los muchos terribles resultados de la cultura de la tortura y la impunidad instalada por el gobierno de Bush. Este país se ha enajenado la voluntad de los aliados y ha visto derrumbarse su estatura moral. Ahora, cuando tratamos de llegar hasta el fondo de lo que pasó en esos años, tenemos que reconocer que el intento puede ponernos en peligro.
El anuncio de Obama de que trataría de impedir la liberación de las fotos se produjo después de que los generales Ray Odierno, David McKiernan y David Petraeus expresaron todos el temor de que su divulgación podría costar vidas estadounidenses. Un portavoz del Pentágono dijo que cree que es "lo último que necesitamos" en este momento tan crítico en Afganistán.
Pero ¿cuál es la alternativa? Precisamente ahora será muy difícil mantener el secreto de las fotos. ¿No debería el gobierno al menos llevarse el mérito de hacerlas públicas, antes que esperar que sean filtradas hacia Seymour Hersch (como ocurrió con las fotos de Abu Ghraib)?
Lo que es más, los jueces del caso -ambos de la Corte del Distrito y a nivel de apelaciones- ya han rechazado el argumento del gobierno sobre el peligro para los soldados. Los jueces vieron algunas de las fotos.
Como la mayoría de los estadounidenses, todavía no hemos visto las imágenes y no sabemos qué muestran. Pero mientras no se hagan públicas, lo más posible es que inflamen la imaginación de amigos y enemigos de Estados Unidos. Hay que prepararse para lo peor. Y no olvidemos la promesa de Obama, en su segundo día en el cargo, de "respetar como presidente nuevos niveles de franqueza".
Las fotografías son parte del pasado histórico. Pensad en estas imágenes: hombres negros colgando de árboles en el Sur de Estados Unidos; demacrados sobrevivientes de los campos de concentración; prisioneros encadenados en pequeñas ‘jaulas de tigre’ en Vietnam del Sur. ¿Estaríamos en un mundo mejor sin esas fotos?
Tratar de encubrir las atrocidades porque alguien podría enfadarse no es correcto y no funcionará. En lugar de eso, el Pentágono debería liberar las fotos y dejar al mismo tiempo en claro que Estados Unidos repudia esas conductas bárbaras y que se ha comprometido a desmantelar la cultura que las permitió.
14 de mayo de 2009
©los angeles times
cc traducción mQh
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