expropian a grandes terratenientes
3 de junio de 2009
La hacienda El Charcote (de 12.950 hectáreas) en el centro de Venezuela debía ser un escaparate de la revolución agraria del presidente Hugo Chávez, que convertiría a un país con escasez de alimentos y una galopante inflación, en uno que podría alimentarse a sí mismo. Pero desde que los soldados y los campesinos ocuparon las tierras de una compañía de agricultura industrial británica hace cuatro años, la producción de carne de res ha bajado de 1.2 millones de kilos al año, a cero.
La hacienda, y como esta muchas otras en el país hacen temer que el sueño de una Venezuela autosuficiente es solamente una promesa socialista, construida sobre retórica y magra en cuanto a resultados. El gobierno de Chávez dice que ha ocupado más de 2.2 millones de hectáreas de tierras agrícolas que estaban en manos privadas. Sin embargo, la importación de alimentos se ha triplicado desde 2004 -un año antes de que el gobierno empezara su agresivo programa de reforma agraria.
Incluso algunos partidarios del presidente se están quejando, como Luis Emilio Gómez, 53, que vive en una choza de planchas de zinc salpicadas de carteles de la campaña de Chávez. Gómez dijo que no tiene ni créditos, ni herramientas ni agua suficiente para aumentar la producción de maíz. Aunque posee un permiso del gobierno para cultivar la tierra, dijo que muchos otros que recibieron tierras tienen una buena situación y las han arrendado a otros campesinos.
"Si la idea era que las parcelas fueran para los campesinos, ¿por qué la están entregando a gente que no las necesita?", preguntó Gómez.
Los críticos dicen que el gobierno ha sido lento a la hora de ayudar a pequeños campesinos como Gómez, mientras que al mismo tiempo sus importantes expropiaciones de tierras agrícolas están desalentando la inversión en agricultura. Las importaciones de alimentos han aumentado de un promedio -mantenido durante largo tiempo- de 75 dólares por persona al año, a 267 dólares, de acuerdo a Carlos Machado Allison, experto en agricultura de la escuela de gerencia IESA en Caracas.
A su vez, Chávez señala que la tierra cultivada ha crecido en un 45 por ciento durante los diez años de su presidencia. A diferencia de otros países latinoamericanos, Venezuela tiene un pequeño sector agrícola, atrofiado por décadas de dependencia del petróleo, mientras que gran parte de la población se ha concentrado en las ciudades. El gobierno de Chávez ha otorgado préstamos a asociaciones de pequeños campesinos, iniciado haciendas ganaderas del estado y restaurado las plantas de procesamiento de leche, maíz y azúcar.
El gobierno dice que el aumento en las importaciones refleja la mayor demanda de los consumidores, tanto por el crecimiento demográfico como porque muchos han empezado a salir de la pobreza gracias a las reformas socialistas del gobierno.
"Sabemos que en muchos casos el proceso de empezar nuevas operaciones ha tenido problemas", dijo Juan Carlos Loyo, que dirige la campaña de reforma agraria del gobierno. "En cuatro años hemos tratado de asegurarnos de que la gente avance y construya, pero ha sido un proceso de mucha experimentación".
El problema de la reforma agraria es uno de los más polémicos en América Latina. Varios gobiernos han iniciado reformas agrarias para tratar de aliviar la enorme brecha de ingresos entre ricos y pobres y fomentar la producción de alimentos.
Brasil dice que desde 2003 ha iniciado campamentos para campesinos sin tierra en más de 43 millones de hectáreas de bienes nacionales y de tierras agrícolas expropiadas. El gobierno de Nicaragua expropió en 1979 las tierras del derrocado dictador Anastasio Somoza y sus aliados, para entregarlas a campesinos, cooperativas y operaciones estatales.
En Cuba, el mentor y amigo de Chávez, Fidel Castro, traspasó hace cinco décadas, al estado y a pequeños campesinos, más del setenta por ciento de las tierras en manos privadas. Pero hoy Cuba depende fuertemente de las importaciones de alimentos, y el gobierno está tratando de revivir al sector agrícola, paralizado por la mala administración, ofreciendo tierras no usadas a productores privados. En lo que debiese ser una historia ejemplar para Chávez, el 55 por ciento de la tierra arable de Cuba estuvo el año pasado sin utilizar, y en las operaciones estatales sólo se utilizó el 29 por ciento de las tierras, según cifras del gobierno.
En Venezuela, las expropiaciones de tierras agrícolas empezaron en 2005, cuando el gobierno utilizó una ley de 2001 que le permite expropiar tierras consideradas ociosas o que no están siendo utilizadas adecuadamente. Algunos terratenientes han recibido compensación, y otros han iniciado acciones judiciales con resultados encontrados. El gobierno también ha expropiado algunas haciendas diciendo que los propietarios no poseían escrituras de propiedad en primer lugar.
El gobierno puede todavía reclamar 3.5 millones de hectáreas en tierras agrícolas adicionales, dijo Loyo.
La expropiación de las haciendas ha aumentado la popularidad de Chávez en las zonas rurales. En El Charcote, el gobierno también provee de educación y seguro médico gratuitos.
"Lo importante es tener trabajo", dijo José Nausa, 37, que arrienda tres hectáreas de una persona que posee un permiso en El Charcote.
Pero otros campesinos como Gómez dijeron a la Associated Press que su producción se ha retrasado debido a los desorganizados concejos locales y a retrasos del gobierno en la entrega de ayuda, como préstamos agrícolas.
En general, la producción de maíz, arroz y pollo ha aumentado con Chávez, dijo Machado Allison. Pero la producción de alimentos no ha cambiado mucho y la de carne de res, azúcar y frutas se ha hundido, contribuyendo a la inflación que, el año pasado, llegó al 30.9 por ciento.
Aunque hace diez años Venezuela llegó a ser prácticamente autosuficiente en la producción de carne de res, ahora importa casi la mitad de la carne de res que consume, agregó. La consecuencia es que el precio de la carne de res se ha disparado.
La hacienda El Charcote pertenecía en el pasado a la Agropecuaria Flora, de propiedad de la compañía británica Vestey Group Ltd., que la entregó al estado en marzo de 2006 por 4.2 millones de dólares -meses después de que soldados y pequeños campesinos la hubieran ocupado. La compañía trasladó su ganado a otras haciendas.
Aunque el gobierno repartió decenas de parcelas de quince hectáreas entre pequeños campesinos, estas cubren sólo una pequeña parte de las tierras usada previamente para la ganadería.
Esos mediocres resultados han sido la norma en muchas haciendas expropiadas, dijo Hiram Gaviria, ex ministro de agricultura que rompió con Chávez en 2001. Dijo que el gobierno está fomentando la importación y "destruyendo el sistema productivo del país".
Loyo condenó la reventa de los derechos a la tierra que han realizado algunos. Dijo que el objetivo del gobierno es crear una ética del trabajo colectivo entre los campesinos, ayudarles a plantar más cultivos y crear un concejo campesino en El Charcote que se encargue de las tierras productivas en desuso.
El presidente ha prometido profundizar este año la campaña de reforma agraria, y en los últimos meses el gobierno ha expropiado decenas de haciendas. El gobierno también ha solicitado la ayuda técnica de países como China, Irán, Cuba y Argentina.
"Llegará el día en los próximos años en que Venezuela será autosuficiente", dijo Chávez en un discurso a principios de año. "Y entonces empezaremos a exportar alimentos a otros países".
26 de mayo de 2009
©miami herald
cc traducción mQh
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