ex conscripto se desdice
4 de junio de 2009
Con estas palabras, el ex conscripto José Paredes Márquez (54), quien se encuentra confeso, detenido y procesado por el crimen de Víctor Jara, ocurrido el 16 de septiembre de 1973, dio un giro radical en su testimonio judicial: niega haber estado presente en el momento de la muerte y dice que fue presionado para confesar.
De hecho, Paredes ya había intentado desdecirse y negar su participación en el homicidio en un interrogatorio ante el juez del caso, Juan Fuentes Belmar.
Es por este motivo que el ex conscripto accedió a conversar con La Tercera telefónicamente, desde su nuevo lugar de detención: el Batallón de Telecomunicaciones de Peñalolén. Incluso accedió a una visita personal, la que se realizó ayer en ese recinto.
"Juro por mi hija, que está muerta, que nunca estuve en el Estadio Chile. Sí conocía los camarines, porque antes del 11 de septiembre fui a un campeonato de boxeo del Ejército y eso les describí a los policías".
Según asegura ahora el ex soldado, quien es alcohólico, la confesión que hizo "en un interrogatorio muy jodido, donde incluso me mostraron trago", es falsa. "Mire -continúa- yo me mandé muchas ’cagadas’ en el servicio y me arrepiento hasta hoy, pero no estuve presente cuando mataron a Víctor Jara, como dicen los detectives", señala.
Apresurado por contar su nueva versión, Paredes relata que se siente cómodo en el recinto donde está recluido y donde "he sido bien tratado por los oficiales y tengo de todo. Estoy mejor que en la cárcel".
Ayer, Paredes fue trasladado hasta el Servicio Médico Legal (SML) donde se le practicaron pericias siquiátricas para ponderar la solidez de su testimonio sobre el crimen.
La Mañana del 11
El ex conscripto cuenta que "desde que salí de Tejas Verdes (San Antonio) la madrugada del ’11’, llegué como toda la tropa a Arsenales de Guerra (en Santiago), donde un general, que no recuerdo cómo se llamaba, nos contó como chiste los planes y nos destinó a La Moneda".
"Después nos llevaron a Padre Hurtado, donde estuvimos como cuatro meses. Nunca pasé por el Estadio Chile.", asegura.
Paredes incluso declaró ante el juez cuál era el nombre del oficial que, según él, dio la orden de rematar al cantautor tras recibir un balazo en la cabeza mientras otro uniformado jugaba con él a la ruleta rusa. "Yo no he entregado nombres. Para mí que alguien está hablando, pero yo no".
El jefe nacional de Delitos contra los Derechos Humanos de la PDI, José Cabión, aseguró que el testimonio de Paredes debe ser contrastado con otras pruebas: "Tenemos que confirmar lo que dijo en un principio o si realmente está mintiendo. No podemos decir que el tema es como lo dijo él, porque para eso no solamente basta una declaración, se necesitan más elementos para formar convicción". Además, dijo que "él prestó declaración libre y espontáneamente, sin presión alguna. No es el estilo de la PDI presionar a los testigos".
©la tercera
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