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memorial de ejecutados políticos


Emotiva inauguración en memorial de detenidos y ejecutados políticos. "Yo quería salvar vidas y los entregué a la muerte", fueron las palabras de un sacerdote lajino que revivió conmovedores episodios vividos en septiembre de 1973.
Laja/San Rosendo, Chile. Se reencuentran hoy con 21 de sus conciudadanos, señalaban coincidentes los oradores en la ceremonia de inauguración del memorial en recuerdo a los detenidos-desaparecidos y ejecutados políticos de ambas comunas.
Junto al memorial, que se sitúa a un costado de la laguna Señoraza, se congregaron familiares de la agrupación de detenidos-desaparecidos; representantes del Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior; de la Asociación de ex Presos Políticos; Programa Prais; Gobernación Provincial; Agrupación de Ejecutados Políticos; autoridades eclesiásticas y representantes de organizaciones sociales y comunitarias, al igual que los alcaldes de San Rosendo, Duberli Valenzuela, y de Laja, Vladimir Fica Toledo, cuyo padre -ex edil y militante del Partido Comunista- fue víctima de la represión del gobierno militar.
En la ceremonia efectuada en la mañana de ayer, se recordaron de varias maneras los episodios vividos durante los primeros días del régimen, cuando efectivos de Carabineros procedieron a detener a 21 personas en ambas comunas. En su mayoría, eran trabajadores de CMPC y de Ferrocarriles del Estado, además de dos directores de escuelas de Laja y dos regidores.
Todos desaparecieron entre el 13 y el 20 de septiembre de 1973, siendo hallados sus cuerpos seis años más tarde en el cementerio de Yumbel y en el fundo San Juan, de Laja.
Según se leía en reportes de prensa de la época, el funeral de las víctimas se realizó el 27 de noviembre de 1979. Todo el pueblo de Laja, en un emotivo gesto solidario, se volcó a las calles de la ciudad, donde más de 15 mil personas daban un emocionado adiós a las víctimas.
En una crónica de la época, el padre José Aldunate señalaba que "fueron llegando de todos los ángulos; los papeleros recién terminado su turno; mujeres, con sus niños; parecía que ni los perros quedaron en su casa. La muchedumbre saludaba a las víctimas".

Informe Rettig
Según consta en el Informe Rettig, todos los detenidos desaparecidos de Laja y San Rosendo fueron trasladados en la madrugada del día 18 de septiembre supuestamente hacia el regimiento de Los Ángeles, lugar al que nunca habrían llegado.
El 11 de octubre de l973, algunos de los cuerpos fueron descubiertos por lugareños enterrados en una fosa de arena en el fundo San Juan, ubicado en el camino entre Laja y Yumbel. Este hecho fue denunciado al Juzgado de Yumbel, que tomó conocimiento, ordenó el levantamiento de los cuerpos y posteriormente su inhumación en el Cementerio Parroquial de esa localidad.
El Arzobispado de Concepción presentó una querella en el Juzgado del Crimen de Laja el 24 de julio de 1979, causa rol Nº2.770, en contra de Carabineros del mismo lugar, a raíz de la cual se inició una investigación judicial, designando la Corte de Apelaciones de Concepción un ministro en visita. La investigación permitió identificar a las víctimas y determinar que habían sido ejecutadas por efectivos policiales de Laja, el l8 de septiembre en el mismo lugar en que fueron encontrados sus restos.
Los antecedentes expuestos, todos debidamente acreditados, permitieron a la Comisión Rettig formarse convicción que las 20 personas identificadas previamente fueron víctimas de grave violación de sus derechos humanos de responsabilidad de agentes del Estado quienes los detuvieron, los ejecutaron al margen de todo proceso, ocultaron sus cuerpos e impidieron a sus familiares saber de su suerte y sepultarlos.

Ex Párroco de Laja
"Yo quería salvar sus vidas y los entregué a la muerte". Emotivas y conmovedoras resultaron principalmente para los familiares de detenidos-desaparecidos, las palabras del sacerdote Félix Eicher, en ese entonces párroco de Laja.
"Yo quería salvar vidas y los entregué a la muerte", dijo el presbítero, hoy de 84 años de edad, quien junto al monolito, rememoró los momentos en que recibió en la parroquia Cristo Rey a hombres que llegaron a contarle que hasta sus domicilios habían ido carabineros a buscarlos y no sabían qué hacer.
Por la parroquia pasó la gran mayoría de los hombres de los cuales jamás se supo, y por quienes sus familiares recorrieron cada lugar de sus respectivas comunas en busca de una explicación o novedad.
Sus palabras fueron emotivas, y calaron profundo en el corazón de los familiares, junto a quienes inauguró el memorial en la Laguna Señoraza.

Directora del Programa de Derechos Humanos
"Que el memorial convoque a la reflexión". Como un día "simbólico" definió la jornada vivida ayer la directora del Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior, Rose Marie Bornar, durante su intervención en la ceremonia realizada en Laja.
Dijo que "durante el gobierno militar, no estaba permitido soñar ni menos pensar en hacer realidad cambios de justicia y equidad social proclamados por el Presidente Salvador Allende", al hacer alusión a las muertes de trabajadores, dirigentes sindicales de la CMPC y de Ferrocarriles del Estado, dirigentes políticos, estudiantes, profesores, obreros, regidores, comerciantes y contratistas.
Agregó que "esta sufrida tierra sureña tiene hombres que soñaron y a los se debe recordar", al referirse a la memoria histórica por la cual fue construido el memorial.
"Las ejecuciones estuvieron al margen de todas las normas legales inherentes a un estado de derecho y de convivencia de una sociedad civilizada. Se eliminó brutalmente y de raíz a los que soñaron. Soñar no estaba permitido", reflexionó, al destacar la importancia de la obra.
"Nuestras víctimas descansan, rodeados desde ahora del recuerdo público de la comunidad", expresó.

Presidenta de Familiares
"Guardamos la esperanza de conocer del paradero de dos desaparecidos". "La historia no sirve si sólo recogemos la memoria y la guardamos en un museo o una biblioteca", aseveró en su intervención Gloria Urra Parada, presidenta de la Agrupación Comunal de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Laja y San Rosendo.
A su juicio, la memoria es necesario difundirla, expandirla y darla a conocer a todos, con la esperanza de encontrar el paradero de dos de las víctimas de represión en Laja y San Rosendo y de las cuales, a 34 años del gobierno militar nada se sabe.
Se trata de Luis Sáez Espinoza y Emiliano Cuevas, por quienes seguirán luchando hasta conseguir saber qué ocurrió los ellos tras su captura durante los primeros días del gobierno militar.

29 de agosto de 2009
©la tribuna
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1 comentario

peter -

Aplaudo la super hiper renovación de Fica Toledo,,,,,,,,,