marcha por los detenidos desaparecidos
13 de septiembre de 2009
Los incidentes afectaron al candidato presidencial de la izquierda, Jorge Arrate, quien tomó parte en la movilización.
La manifestación se inició con poco más de 500 personas en la Alameda, pero sus filas se engrosaron en el trayecto, de unos 3,5 kilómetros, para culminar en el Cementerio General de Recoleta.
Cerca de Mapocho ya eran casi 3.000 manifestantes quienes desfilaban pacíficamente, hasta que, por motivos no explicados, la policía, que mantenía una estrecha vigilancia, trató de dispersar a los participantes.
Fuentes policiales señalaron que los efectivos actuaron después de que algunos de los manifestantes lanzaron piedras contra vehículos y edificaciones.
Jorge Arrate, que marchaba en el frente, se alejó de ella, indignado por lo que consideró una represión injustificada y achacó la responsabilidad al intendente Igor Garafulic.
En tanto, la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), Lorena Pizarro, afirmó que "así como se criminaliza a quienes se manifiestan, quisiera pedir que el Gobierno persiga las responsabilidades en carabineros, porque éstas no fueron disturbios, sino fue una clara agresión contra manifestantes que estaban de manera tranquila rindiendo honor a las víctimas del terrorismo de Estado", responsabilizando así a los uniformados de los desmanes en las afueras del Cementerio.
El conflicto indígena que tiene lugar en La Araucanía se hizo presente en la manifestación de este año a través de pancartas y consignas a favor de los mapuches.
La marcha culminó con un acto en el monumento a la memoria de los detenidos desaparecidos y ejecutados políticos de la dictadura que se levanta en el Cementerio General.
©la nación
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