en un lugar impensado
7 de noviembre de 2009
La audiencia de la tarde se inició a las 17 y hubo dos declarantes: Ricardo Moyano hermano de Olga Moyano y que se intercambiara cartas cuando ella estaba detenida en el Comando del Ejército 121 y Celso Rivero, hermano de Juan Rivero, cuya declaración reveló dos entrevistas con el director de la Fábrica Militar Enrique Jordana Testoni en momentos en que Juan estaba detenido ilegalmente.
Ricardo Moyano relató que cuando Olga desapareció, él estaba haciendo el servicio militar en Santo Tomé y empieza a tomar contacto con ella cuando es trasladada al 121, donde pudo visitarla en dos ocasiones.
El testigo recordó que fue "trasladado a Río Gallegos por el inminente conflicto limítrofe con Chile por el Canal de Beagle y siguió en contacto con su hermana mediante cartas". El testigo mencionó que "el tiempo que Olga estuvo detenida en Fábrica Militar no supimos nada de ella".
El ultimo en dar su testimonio fue Celso Rivero, hermano de Juan, que anteayer debió interrumpir su testimonio por un problema de salud, pero podrá volver a hablar frente al Tribunal en una semana. Celso contó la entrevista que mantuvo con el entonces director de la Fábrica Militar, Jordana Testoni, cuando su hermano fue privado ilegítimamente de la libertad.
Celso mencionó "haber recorrido distintos lugares cuando a Juan lo secuestraron". Y fue "en la comisaría 18 donde le dijeron que preguntara en la Fábrica Militar". El hermano de Juan Rivero, por ese entonces, trabajaba como operario en dicho lugar. El testigo indicó que tuvo dos encuentros con Jordana Testoni. En una primera instancia, el militar lo recibió gritándole que su hermano es un terrorista pero no mucho más de eso.
En una segunda oportunidad según Celso , el director de la Fábrica le menciona "que Juan está vivo". "Lo que no sabía Celso era que Juan estaba precisamente en ese lugar", relató, una vez finalizado el debate la abogada querellante Daniela Asinari.
"La verdad es que Juan nunca me dijo que había estado detenido a sólo cinco cuadras de casa, no lo dijo cuando lo fuimos a ver al 121, ni en Coronda. Recién cuando regresó a casa en diciembre de 1982 nos contó a la familia donde había estado secuestrado", indico Celso.
"Juan recordó claramente cada ruido en el barrio", contó Celso, quien también aclaró que por más que fuera empleado, no tenía acceso a otros sectores de la fábrica. "Nunca íbamos a ningún otro lugar que no fueran los talleres. El sector donde tenían a los detenidos estaba a varias cuadras", concluyó.
Para la audiencia de hoy está prevista la declaración de otros tres testigos: Ariel Alejandro Rivero, Guillermo Germano e Inocencia Deharbe.
4 de noviembre de 2009
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