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cómo marcha el juicio contra represores


La fiscal Colalongo evaluó el juicio contra ex represores en Rosario. La fiscal federal sostiene que hay pruebas "más que suficientes para condenar" a los cinco ex represores que están siendo juzgados.
[José Maggi] Argentina. "Hay pruebas más que suficientes para condenar a los cinco imputados. Todos pertenecían al Destacamento de Inteligencia 121 cuyo máximo responsable era (Pascual) Guerrieri quien fijaba los objetivos, marcaba los nombres de quienes iban a ser secuestrados, torturados y desaparecidos". De este modo la fiscal federal Mabel Colalongo evaluó para Rosario/12 la primer etapa del juicio por terrorismo de estado que se sustancia en esta ciudad, y cuyos alegatos comenzarán en el mes de febrero. Para la fiscal "no hay forma que se olviden estos hechos más allá de los 30 años que transcurrieron. Una sociedad que ha vivido el terror de la dictadura, y en este caso por quienes están imputados en esta causa es imposible que pueda olvidar estos hechos y sanar su tejido social si no se esclarecen. Quedó claro -agregó que los testigos, sobrevivientes y familiares podían describir la afectación de su dignidad como si los hechos hubiesen transcurrido ayer. No hay intento defensista que pueda contra la contundencia de la memoria de las víctimas de delitos de lesa humanidad. No hay defensa posible".

¿Cuál entiende que ha sido la actitud del Tribunal Oral Federal Nº 1?
Creo que ha habido una evolución en el tribunal, un cambio de actitud desde el inicio del juicio. La primera vez que se mostró una foto de un desaparecido se hizo desalojar la sala, pero con el correr de las audiencias el publico pudo hacer manifestaciones y la reacción del tribunal no fue ordenar que actúe la Gendarmería.

¿Cuál fue el momento más conmovedor de este tramo de juicio?
Hubo varios, algunos de ellos coincidieron con el relato de las personas a las que se las privó de su libertad y relataron el trato que se les dio en su cautiverio. Otro en cuanto a reflexiones generales que estos hechos le provocaron a familiares de las víctimas como el de Juan Benazzi, hermano de María, que en realidad inicialmente pidió que se lo desistiera porque consideraba que no tenía nada para decir y finalmente pidió declarar. Juan se preguntó públicamente cómo pudo pasar esto. Y recordaba que su hermana en una de sus cartas enviadas desde su lugar de encierro, apelaba a la Virgen María y cuando sus propios verdugos también lo hacían. Juan no entendía cómo podía pasar esto. Son estos planteos generales los que conmueven a uno desde otro lugar. O te conmueven y te llevan a reflexionar cosas que hasta el momento uno no reflexionó.
Un relato que me pareció increíble fue el de Olga Moyano, o el de Carlos Novillo, y me conmovió la señora Forestello, con más de ochenta años que llegó con su pañuelo y su historia, con su claridad y su contundencia. Y también como testimonio el de Rafael Bielsa, me pareció excelente, por distintos motivos, me provocaron distintas sensaciones.

Hubo una jornada muy especial en la que se realizó el reconocimiento de tres centros clandestinos de detención. ¿Cómo lo vivió?
Realmente entrar a La Intermedia fue muy fuerte. La sensación de ingresar al lugar donde Eduardo Costanzo decía que debía haber una escalera hacia un entrepiso donde dormían las parejas, que no encontraba, hasta que el doctor Venegas Echague entró a una habitación y descubrió la misma escalera de madera atada con alambre y el entrepiso fue sorprendente. Una casa llena de telarañas, en la que Costanzo iba señalando donde había dejado los cadáveres envueltos en frazadas, la verdad es que fue muy fuerte. Ingresar a ese sitio es lo que más me impactó. Tal vez porque estaba casi intacto, las cosas en el mismo lugar, la mesa, la ventana y porque ese fue el lugar donde se asesinó a catorce personas.

¿Hay pruebas suficientes para condenar a los imputados?
Hay pruebas sobradas, mucho más que suficientes. Y hay que contemplar que todos estos hechos ocurrieron en la mayor clandestinidad con todos estos señores teniendo la suma del poder público, disponiendo de todo, de la libertad, de la vida, de la integridad, se apoderaron de todos los derechos constitucionales de los habitantes de este país, imponiendo claramente un régimen de terror. Incluso después, Reynaldo Bignone ordenó destruir toda la documentación vinculada con la lucha contra la subversión. Por eso es valioso que aquí por ejemplo hemos encontrado en aquel famoso Archivo Intermedio, documentación donde aparecen las detenciones de las víctimas de esta causa como Forestello, Tosetto o Retamar. Esto prueba que los archivos sirvieron sin dudas, pero más allá de esto pusieron por escrito lo que testigos, sobrevivientes y familiares pusieron en palabras. Con esto quiero decir que tenemos pruebas escritas más los testimonios de gran contundencia. Además hay sumados testimonios como el Horacio Ballester un ex militar del Cemida (Centro de Militares por la Democracia) en el que claramente dijo que este fue un sistema de represión ilegal, y no otra cosa. Ballester además probó que pudo irse del Ejército, oponiéndose, y siguió vivo, no lo mataron, esto lo dijo él mismo.

¿Cuál es la importancia de este juicio?
Bueno obviamente las propias resoluciones y órdenes secretas que las fuerzas armadas escribieron para aniquilar la subversión, que fue este plan sistemático, le otorgaron a la inteligencia militar el rol de determinar y fijar los blancos, los sospechosos, algo que reconoció el mismo Jorge Fariña, que señaló a "los sospechosos que venían desde afuera para el Mundial 78". Este es el rol que tuvo la inteligencia militar en este sistema de terror. Y todos los señores que están aquí sentados participaron. Pascual Guerrieri manejaba el Destacamento de Inteligencia 121 y venía del Batallón de Inteligencia 601. Todos los que están sentados en este banquillo pertenecían a ese Destacamento. Esa era una área que era prioritaria en 1976 para combatir la subversión por parte de las fuerzas armadas, en toda esta región Rosario, San Nicolás, Villa Constitución. Las personas imputadas eran los que brindaban los nombres obtenidos bajo tortura, información que les permitía en cadena seguir deteniendo gente. Estos datos no salían de la nada. En este lugar según nos dijo el ex policía Adolfo Salzman, se confeccionó el Informe Sotera.

2 de enero de 2010
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