recompensa por criminal prófugo
11 de febrero de 2010
Recompensa para un represor prófugo. El gobierno ofrece 100 mil pesos a quien aporte datos para la detención del militar retirado Guillermo González Chipont, quien está imputado por crímenes de lesa humanidad.
Argentina. El ministro de Justicia, Julio Alak, ofreció una recompensa de 100 mil pesos a quien revele datos útiles para la detención de un presunto ex represor de la dictadura prófugo que, en 2006, llamativamente, fue ascendido a teniente coronel por el gobierno del entonces presidente Néstor Kirchner.
Según la resolución 171/2010 firmada por Alak y publicada hoy por el Boletín Oficial del Estado, se trata del teniente coronel retirado del Ejército Guillermo Julio González Chipont, quien está imputado en la causa por los crímenes contra la humanidad perpetrados en jurisdicción del V Cuerpo de Ejército, con sede en Bahía Blanca.
Ese expediente, número 05/07, tramita en el juzgado federal 1 de Bahía Blanca del magistrado Alcindo Álvarez Canale, con intervención del fiscal federal subrogante Abel Córdoba, quienes el 16 de junio de 2009 libraron un pedido de captura para González Chipont, nacido en Salta hace 68 años.
Estuvo destinado en el área de Inteligencia del V Cuerpo cuando tenía el grado de teniente primero y la Justicia le imputa la supuesta autoría mediata de, entre otros delitos, privación ilegal de la libertad e imposición de tormentos contra tres estudiantes universitarios, que en 1976 pasaron por el centro clandestino de detención ‘La Escuelita’.
Se trata de los jóvenes Pablo Bohoslavsky, Julio Alberto Ruiz y Rubén Alberto Ruiz, quienes después de ‘La Escuelita’ fueron sometidos a Consejo de Guerra acusados de la supuesta colocación de un artefacto explosivo -para los investigadores judiciales habría sido un autoatentado de los militares- y terminaron presos en la cárcel de Rawson.
Lo más curioso del caso González Chipont es que ahora provoca un ofrecimiento de recompensa por parte del Gobierno, pero en 2006 recibió el beneficio del ascenso de grado por el Poder Ejecutivo, en reconocimiento a su activismo durante la dictadura en el grupo de oficiales del Ejército denominado "los 33 orientales".
En 1980 el entonces dictador Leopoldo Fortunato Galtieri pasó a retiro forzoso a "los 33 orientales", varios de ellos de orientación peronista, porque no estaban "adecuadamente compenetrados con la filosofía y el sentir institucional del proceso de reorganización nacional" y "su permanencia en actividad perjudica la cohesión espiritual" del Ejército.
González Chipont presentó varios recursos contra su cese pero el Ejército los rechazó y finalmente debió colgar el uniforme.
Hasta que en democracia el gobierno de Raúl Alfonsín le restituyó su condición de militar en aplicación de la ley 23223, según consta en las actas del Congreso de los Diputados, y el gobierno de Kirchner le reconoció en 2006 hasta el grado de teniente coronel.
No es el único caso de militares del grupo "los 33 orientales" ascendidos en democracia y luego comprometidos en causas por violaciones a los derechos humanos: el teniente coronel Miguel Ángel García Moreno está procesado y por ir a juicio oral en la causa del V Cuerpo, y el teniente coronel retirado Gustavo Vitón se encuentra imputado en la provincia de Neuquén.
©los andes
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