otro represor con nombre y apellido
22 de marzo de 2010
Identificaron a uno de los PCI que secuestraron a José Tur y Amalia Ricotti. Una querellante del juicio contra Horacio Barcos no dudó en señalar a Eleodoro Jorge Hauque como uno de los integrantes de la patota. "Es Vicente", lo identificó por su nombre de guerra. El torturador murió impune hace unos años.
[Juan Carlos Tizziani] Santa Fe, Argentina. Amalia Ricotti reconoció a otro integrante del grupo de tareas que la secuestró en mayo de 1978 junto a su ex esposo, José Alberto Tur y los sometió a torturas y vejámenes en un centro clandestino al que llamaban "Fábrica" aún no localizado y que después de dejarlos en libertad los siguió controlando y vigilando. "Sí, ese es ’Vicente’", dijo cuando Rosario/12 le exhibió la fotografía del ex suboficial del Ejército, Eleodoro Jorge Hauque, que ilustra esta nota. Hauque operó en el Destacamento de Inteligencia Militar 122 de Santa Fe como Personal Civil de Inteligencia (PCI), cumplía un rol clave en el aparato represivo de la dictadura y sus víctimas lo mencionan también con otros apodos que utilizaba en el circuito represivo: "Lolo" o "Turco". Murió impune hace algunos años, y si nunca fue investigado por la justicia, su identificación es un avance de la memoria histórica.
"Si, este es ’Vicente’. No tengo dudas", precisó Amalia cuando este diario le mostró la foto de Hauque al salir de una audiencia en el juicio a otro PCI, Horacio Américo Barcos, el primero de los integrantes de la patota que ella identificó por su apodo: "Quique" y luego por su nombre y apellido. Barcos era un agente civil del Ejército que operaba encubierto en el ámbito gremial y en el sindicato de los obreros de la construcción (Uocra). El Tribunal Oral de Santa Fe lo juzga por "la privación ilegítima de la libertad y tormentos" al matrimonio Tur Ricotti.
En el juicio a Barcos, Amalia dijo que el grupo de tareas que la secuestró estaba integrado por "entre diez y quince" represores. Sólo pudo identificar a cinco. A uno por su nombre (Barcos que era "Quique"). Y a los otros cuatro por sus alias: "Oca" (que la custodiaba en el centro clandestino junto con "Quique"), "José" (un ex montonero quebrado que colaboraba con la represión ilegal), "Carlitos" (que "era el jefe de todos ellos") y "Vicente" (que después de la liberación pasó a controlarla en la calle y hasta intentó propasarse con ella).
Ricotti ya había señalado a Hauque ante la justicia hace dos años. El 29 de mayo de 2008 participó en un reconocimiento de personas en una galería fotográfica. El juez federal Reinaldo Rodríguez le exhibió 29 fotos y Amalia identificó dos: la número 22 que era la de Hauque y la número 12 que era de otro PCI, César Luis Frilocchi, quien el martes está citado a declarar como testigo en el juicio a Barcos. La identificación de dos PCI en una serie de 29 fotos de la época permite deducir que entre las 27 restantes también podría haber más soplones de la dictadura.
En realidad, el juez Rodríguez desdobló las investigaciones. Elevó a juicio oral la que involucra a Barcos, pero siguió con la que apunta a develar la identidad de los otros secuestradores de Tur y Ricotti. Y fue en esa segunda causa, y en la audiencia del 29 de mayo de 2008, cuando Amalia identificó a Hauque como uno de sus verdugos. "Presenció y actuó durante los interrogatorios", en el centro clandestino, dijo. "Tanto él como Barcos me exigían favores sexuales a cambio de mejorar la situación de mi marido que estaba siendo brutalmente torturado, encontrándome en una situación de sometimiento total", precisó.
Tur y Ricotti fueron secuestrados el 16 de mayo de 1978. Los liberan el 31 de mayo, pero siguen bajo el control de la patota. "Recibimos consignas y órdenes expresas que debíamos cumplir bajo amenazas de muerte para nosotros y nuestros familiares. Nos decían qué teníamos que hacer una vez liberados", relató Amalia. Una de las personas que impartió esas "órdenes" fue Hauque, quien la siguió hostigando. La llamaba por teléfono o le aparecía "en forma imprevista". "A mí me daba mucho terror", dijo en el juicio a Barcos. Hasta que una mañana cuando iba a su trabajo, Hauque intentó propasarse con ella. La tomó del brazo y la metió en un vehículo. "Pensé que la única opción que tenía era matarme y me tiré del auto en marcha. Tuve una crisis nerviosa. Él me decía: ’a mí también me están controlando’".
¿Ese tal Vicente también estaba en el centro clandestino dónde estuvo usted? le preguntó la abogada querellante Zulema Rivera.
Sí -contestó Amalia.
Y después de ese incidente en el auto, ¿lo volvió a ver?
No hubo otro encuentro, pero lo volví a ver, siempre de civil -agregó.
El 21 de noviembre de 2006, el Ejército informó al juez Rodríguez que Barcos había operado como PCI desde el 1º de enero de 1976 hasta el 1º de mayo de 1997. Y el 24 de abril de 2007, le envió una nómina con los cincuenta PCI que prestaban servicio en el Destacamento de Inteligencia 122 de Santa Fe en 1978, cuando estuvieron secuestrados Tur y Ricotti. Un dato llamativo: en la lista del Ejército, Hauque aparece dos veces con distintos números de orden: 20 y 21, pero con el mismo nombre y el mismo documento de identidad: 6.201.556.
A mediados de febrero pasado, la revista Ventitres publicó un documento histórico: la lista de militares y civiles que integraron el aparato de inteligencia de la dictadura, entre 1976 y 1983. Y el nombre de Hauque vuelve a figurar dos veces: entre los PCI que integraron el Batallón de Inteligencia 601 como "agente de recolección de datos" (producción) y en la nómina de quienes prestaron servicio del Destacamento de Inteligencia Militar 122 de Santa Fe.
©rosario 12 /
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