condenado por asesinar a monja
13 de abril de 2010
Brasileño condenado a 30 años por asesinar a una monja de EEUU. La religiosa, que tenía 73 años, fue asesinada en una zona rural de Anapu en 2005.
Brasil. Un tribunal brasileño condenó hoy a 30 años de prisión al hacendado Vitalmiro Bastos de Moura, al considerarlo culpable de ordenar el asesinato en 2005 de la monja estadounidense Dorothy Stang, una defensora de los campesinos sin tierra en la Amazonía.
La decisión del segundo Tribunal del Jurado en Belén, la capital del estado de Pará, anunciada hoy en la pagina web del Tribunal de Justicia de ese estado, se tomó tras quince horas de deliberaciones por parte de los miembros del jurado.
Este ha sido el tercer juicio al que ha sido sometido Bastos de Moura, que fue condenado en primera instancia y absuelto en el segundo proceso.
El hacendado, conocido como ‘Bida’, fue condenado en mayo de 2007 a 30 años de prisión por haber ordenado y pagado por el asesinato de la misionera estadounidense, que recibió varios disparos en febrero de 2005 en una remota región en el estado amazónico de Pará.
En un segundo juicio en 2008, al que tuvo derecho debido a que la legislación permitía ese beneficio para personas condenadas a más de 20 años de prisión, el hacendado fue absuelto en una decisión que fue criticada hasta por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y calificada como un premio a la impunidad.
Como un juez de segunda instancia anuló ese fallo absolutorio por errores en el proceso, el segundo Tribunal del Jurado comenzó ayer en Belén el tercer juicio, en principio previsto para el 31 de marzo pero aplazado debido a que la defensa no se presentó.
Pese a que el nuevo defensor de Bastos de Moura pidió un nuevo aplazamiento al alegar que asumió recientemente el caso y no lo conoce muy bien, el juez Raimundo Moisés Flexa rechazó su petición y pidió que los siete jurados escuchasen a los testigos.
Para garantizar los derechos del acusado y ante la decisión de los abogados del hacendado de abandonar de nuevo el juicio, el juez nombró a dos defensores públicos como responsables de la defensa.
La religiosa, que tenía 73 años, fue asesinada en una zona rural de Anapu, remota localidad amazónica donde lideraba un proyecto para asentar a campesinos sin tierra.
Los dos pistoleros que la asesinaron ya fueron condenados, así como otro hacendado que sirvió de intermediario entre los homicidas y los inductores del crimen.
El autor de los seis disparos, Rayfran das Neves Sales, quien confesó el crimen, fue condenado a 28 años de prisión, y su cómplice, Clodoaldo Carlos Batista, que le acompañó en el ataque aunque desarmado, a 17 años de cárcel.
El hacendado Amair Feijoli da Cunha, que admitió haber sido el intermediario del crimen, fue condenado a 18 años de prisión.
Además de Bastos de Moura, el también hacendado Regivaldo Pereira Galvao es acusado de haber sido uno de los inductores del crimen y aún no ha sido juzgado.
©la tercera
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claudio lisperguer -