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murió arakawa


Por medio de su arte, trató de detener el proceso de envejecimiento.
[Fred A. Bernstein] Murió el martes, en Manhattan, Arakawa, artista conceptual y diseñador japonés que, con su esposa, Madeline Gins, exploró ideas sobre la mortalidad creando edificios que debían detener el envejecimiento y derrotar a la muerte. Tenía 73 años.
Llevaba una semana hospitalizado, informó Gins, que rehusó mencionar la causa de su muerte.
"Esta cosa de la mortalidad es una mala noticia", dijo Gins por teléfono desde su estudio en Houston Street. Dijo que redoblaría sus esfuerzos para demostrar que "el envejecimiento puede ser anulado".
Arakawa, que era conocido profesionalmente por su apodo, y Gins, exploraron su filosofía, que llamaban de Destino Reversible, en poemas, libros, pinturas y, cuando encontraban clientes, edificios.

Su obra más reciente -una casa en Long Island- tenía un suelo fuertemente inclinado que amenazaba con hacer aterrizar en la cocina a los visitantes. Llamada la Bioscleave House (Casa de Prolongación de la Esperanza de Vida)
[Lifespan Extending Villa], incluía más de tres docenas de colores pintados; cambios de nivel para inducir la sensación de estar en dos lugares al mismo tiempo; ventanas que parecían demasiadas altas o demasiado bajas; interruptores y enchufes colocados en extraños ángulos; y una ausencia de puertas que no permitirían a los ocupantes ni la menor intimidad.
Todo esto, explicaba la pareja, debería conducir a sus usuarios a una relación perpetuamente "tentativa" con su entorno, manteniéndose por ello jóvenes.
"Tiene que ver con la idea de que sólo eres tan viejo como crees que lo eres", dijo sobre el trabajo de la pareja Steven Holl, arquitecto de Manhattan, que dijo que estaba profundamente arraigado en la filosofía japonesa. Agregó: "Pueden pasar años antes de que la gente lo entienda".

Arthur Danto, crítico de arte y filósofo que conoció a Arakawa durante casi cuarenta años, dijo: "Pensaban realmente que estaban haciendo un trabajo extremadamente importante: el de derrotar a la muerte".
Pero, agregó Santo: "Cómo iba a ocurrir eso no estuvo nunca claro, excepto para Madeline y él".
Cuando Danto conoció a Arakawa y Gins, estaban terminando 83 enormes lienzos llamados ‘El mecanismo de la significación’ [The Mechanism of Meaning]. "Mucha gente de mi ambiente lo consideraba un trabajo muy importante", dijo.
En 1997, ‘El mecanismo de la significación’ fue exhibido en la sucursal en el SoHo del Museo Guggenheim como parte de una retrospectiva del trabajo de la pareja. Roberta Smith, en un artículo en The New York Times, describió las pinturas como "un puente entre el dadaísmo y el movimiento Fluxus y el Arte Conceptual del futuro, y observó que "sus enigmas filosóficos o lingüísticos pueden estirar la mente en breves y placenteros modos".
En los últimos años, la obra de Arakawa y Gins fue recobrada por filósofos y científicos, y fueron el tema de varios simposios.

Shusaku Arakawa nació el 6 de julio de 1936 en Nagoya, Japón, y estudió arte en Tokio, donde se dio a conocer con sus creaciones neo-dadaístas. Se mudó a Nueva York en 1961.
Contó que llevaba catorce dólares en el bolsillo y el número de teléfono de Marcel Duchamp, que, dijo, se convirtió en su mentor.
Dos años después Arakawa se matriculó en bellas artes en Brooklyn (por el visado, dijo, no por la educación). Allá conoció a Gins, una compañera de curso, de Long Island.
Se convirtieron en pareja en cuestión de días. (Se casaron, dijo, en 1965). Durante las siguientes décadas, viviendo en un altillo en Houston Street, produjeron un conjunto de obras que se extendió poco a poco desde la poesía y la prosa hasta la arquitectura.
En 1996, Herbert Muschamp, crítico arquitectónico del Times, reseñó su instalación del tamaño de una habitación en un museo en Japón. La llamó una "pincelada cómica con intenciones cómicas".

En 1998 ganaron un concurso patrocinado por el ayuntamiento de Tokio para construir un enorme proyecto de vivienda en treinta hectáreas de vertedero. El proyecto, que se llamaría Ciudad del Destino Irreversible,
no se realizó nunca, aunque se construyeron varios departamentos siguiendo sus ideas.
Para esa misma época les encargaron construir la casa en Long Island. Cuando se terminó en 2008, Arakawa dio brincos en el suelo -una imitación de dunas de arena. Dijo que se sentía como el primer hombre en la luna, agregando: "Si Neil Armstrong estuviera aquí, diría: "‘¡Esto es mejor!’"
En los años, la pareja invirtió su dinero con Bernard Madoff. Después de que se descubriera el fraude de Madoff en 2008, fueron obligados a despedir a su personal y cerrar su oficina. "Nos dejó en la calle", dijo Gins en la época.
Pero esta semana dijo que su marido menospreciaba las cosas triviales como el dinero. Existía una moral más alta.
"Es inmoral", dijo Gins, "que la gente tenga que morir".

28 de mayo de 2010
19 de mayo de 2010
©new york times 
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