a ese estudiante no lo queremos
29 de mayo de 2010
Si Ramos se anota en la UNL, los profesores no le darán clases. "No admitiremos como estudiante a un represor".
Santa Fe, Argentina. Los profesores de Letras de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la UNL repudiaron ayer la decisión del Tribunal Oral de Santa Fe que autorizó al represor Eduardo Ramos a estudiar la carrera a distancia desde un aula virtual en la cárcel de Las Flores y advirtieron que no recibirán como un estudiante más a un criminal de lesa humanidad condenado a 23 años de prisión por cinco secuestros y torturas y que operó como espía infiltrado en la Facultad de Derecho, en los años ’70. "No admitiremos como estudiante en nuestras aulas (presenciales o virtuales) a ningún represor que haya participado de dictadura alguna", dijeron. "Nos indignamos ante la posibilidad de que un ex agente de Inteligencia con semejantes antecedentes sea integrado al ámbito universitario que fue su objetivo criminal, un ámbito en el que un gran número de estudiantes y profesores sufrimos en carne propia el horror de la dictadura cívico militar del ’76", señalaron.
Ramos había solicitado al Tribunal una autorización para estudiar el profesorado de Literatura y Lengua en el Instituto Superior Incorporado Nº 4.031 Fray Francisco de Paula Castañeda, para lo cual debía salir de la cárcel tres veces por semana para concurrir a clases. Después de pedir informes al instituto y al Servicio Penitenciario de la provincia, el Tribunal rechazó el pedido de Ramos, pero le ofreció como "alternativa" que estudie la carrera a distancia desde un aula virtual que hay en Las Flores.
La UNL es una de las universidades que dicta carreras a distancia, entonces ante la posibilidad de que Ramos pueda convertirse en un estudiante virtual, los profesores de Letras de la Facultad de Humanidades y Ciencias plantearon su objeción de conciencia.
Repudiaron "la decisión del Tribunal que otorga a Ramos la posibilidad de estudiar Letras, ya sea en la modalidad presencial o a distancia". Y advirtieron que no lo recibirán como un estudiante más.
En el fallo que lo condenó a 23 años de años de prisión en diciembre último, por cinco secuestros y torturas, el Tribunal Oral imputó a Ramos "el mismo grado de perversidad" con que actuaban otros torturadores en los centros clandestinos. Consideró que tenía un "compromiso ideológico y político con la represión ilegal, a la que reivindicó sin ningún tipo de prurito, tildando de mentirosas aquellas verdades históricas que indican la existencia de ’30 mil desaparecidos’ como producto del accionar del régimen de facto". Y "lo encontró autor de los delitos imputados en tanto se desempeñaba como oficial del Departamento de Informaciones de la Policía de Santa Fe (el tristemente célebre D 2), infiltrado en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional del Litoral", dice la sentencia.
Tras recordar que la "actividad docente universitaria implica la responsabilidad de formar a formadores" con pensamiento crítico y compromiso "con la democracia de nuestro país", los profesores de Letras de la UNL consideraron una "trágica ironía" que un criminal de lesa humanidad "viva como estudiante en las aulas universitarias. Nos indignamos ante la posibilidad de que un ex agente de Inteligencia con semejantes antecedentes sea integrado al ámbito universitario que fue su objetivo criminal, un ámbito en el que un gran número de estudiantes y profesores sufrimos en carne propia el horror de la dictadura".
Ramos es un "condenado por delitos de lesa humanidad", es decir por "haber atentado ni más ni menos que contra toda la comunidad". Por lo tanto, "como parte de esta humanidad lesionada, los profesores de Letras de la Facultad de Humanidades y Ciencias nos sentimos ofendidos e injuriados en nuestra dignidad ante la posibilidad de vernos obligados a igualar a este criminal con miles de estudiantes que necesitan de la serenidad y de la libertad para comprender el conocimiento en sus justas dimensiones de práctica, de crítica y de compromiso activo con la democracia. De este modo, repudiamos las decisiones de esta supuesta justicia que vuelve a poner en las calles a quienes deben ser alejados definitivamente de ellas por la índole abominable de sus ofensas".
©rosario 12
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