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murió art linkletter


Pionero de la radiofonía, creó ‘Kids Say the Darndest Things’. Era presentador de radio cuando empezó a entrevistar a niños para oír sus expresiones espontáneas. Se mudó a la televisión, se convirtió en autor y empresario y fue un activo defensor de la tercera edad.
[Myrna Oliver y Valerie J. Nelson] Murió el pionero de las entrevistas por radio y televisión Art Linkletter, que fue mejor conocido por extraer hilarantes declaraciones de la boca de infantes y que más tarde en su vida fue un popular orador y escritor, llamando a la tercera edad a vivir con tantos bríos como él. Tenía 97 años.
Fue un logrado hombre de negocios cuyas Linkletter Enterprises llegaron a controlar más de setenta negocios. Se convirtió en un famoso cruzado anti-drogas después de que una de sus hijas se suicidara en 1969. Escribió tres autobiografías, un éxito de ventas titulado ‘Old Age Is Not for Sissies’, de 1988, y publicó su último libro (escribió más de veinte) -sobre cómo aprovechar la vida al máximo durante la vejez- con ocasión de su cumpleaños 94.
Para muchos baby boomers y sus padres que vieron su programa de televisión diurno, ‘House Party’, Linkletter será siempre el hombre correcto perfecto que podía preguntar a un niño de básica una pregunta tan simple como "¿Qué hace tu mamá?", y obtenía respuestas como: "Hace un poco de aseo, y luego se sienta todo el día a leer la papeleta de apuestas del hipódromo".
Ese popular segmento de un programa de televisión emitido de 1952 a 1970 condujo a su exitoso libro ‘Kids Say the Darndest Things’, de 1957, y varias secuelas.
La idea de mostrar los comentarios espontáneos de los niños se le ocurrió durante una conversación con su hijo mayor, Jack, después de su primer día en el kindergarten.
Informado por Jack de que nunca más volvería a ir a la escuela, su padre le preguntó por qué. Jack respondió: "Porque no se leer, no sé escribir y no me dejan hablar".
Linkletter grabó la conversación en una de las primeras grabadoras y la hizo escuchar en su programa dominical ‘Who’s Dancing Tonight?’ que se transmitía desde el St. Francis Hotel en San Francisco. Le llegó una avalancha de cartas diciéndole cosas como "qué maravilloso es oír a un niño hablando con su papi", dijo Linkletter al Times en 2007. "Y me llamó la atención que no había entrevistas con niños; los niños que había eran profesionales -entrenados, dirigidos y con guiones adaptados".
El segmento debutó en 1945 en la versión radial de la CBS de ‘House Party’. Cuando el programa se trasladó a la televisión a principio de los años cincuenta, trató de encontrar chicos valientes de Los Ángeles que no se intimidaran con un estudio de televisión. Linkletter pidió a los maestros locales que "seleccionaran a los niños a los que les gustaría tener fuera del aula por algunas preciosas horas".
Cuando le preguntaron qué animal le gustaría ser, uno de los niños proporcionó la respuesta más divertida, dijo Linkletter una vez a un entrevistador. Pulpo, dijo el niño, porque así podría agarrar a todos los matones de la escuela y machacarlos con los "testículos".
Linkletter sabía "sin ninguna duda" que sería recordado por sus populares conversaciones con niños.
"Donde quiera que vaya, me dicen: ‘¿Por qué no vuelve a entrevistar a niños?’, contó Linkletter al Washington Post en 1981.
El canadiense Linkletter presentó ‘People are Funny’ y ‘House Party’ (que recibió un Emmy) en radio y televisión durante más de veinticinco años. En sus últimos años apareció frecuentemente en televisión como contribuidor de ‘Kids Say the Darndest Things’, un programa de media hora que presentaba Bill Cosby los viernes noche de 1998 a 2000.
Autor prolífico, Linkletter escribió al manos seis libros con citas de bonitas respuestas de los niños, aunque también abordó la drogadicción, las ventas y la oratoria. Su autobiografía de 1960 se tituló ‘Confessions of a Happy Man’.
Con Mark Victor Hansen, co-creador de la serie de libros ‘Chicken Soup’, Linkletter escribió el libro anti-envejecimiento ‘How to Make the Rest of Your Life the Best of Your Life’ (2006). Durante la gira de promoción del libro, Linkletter autografió cuatrocientos ejemplares en una sola sesión. Para 2008 continuaba dictando más de sesenta charlas al año y dirigía Linkletter Enterprises.
"He vivido lo suficiente como para saber algunas verdades", dijo Linkletter al Orlando Sentinel en 2007. "No te jubiles, conviértete en un seniorpreneur, mantén una actitud positiva y el sentido del humor".
"¿Retirarse?", dijo en respuesta a la pregunta de un periodista del Times en 1988, cuando se detuvo para ser entrevistado mientras esquiaba en Vail, Colorado, y buceaba en Brisbane, Australia. "Si te jubilas, nunca volverás a tener un día libre".

Linkletter nació como Gordon Arthur Kelly en el villorrio canadiense de Moose Jaw, Saskatchewan, el 17 de julio de 1912, y fue abandonado cuando era infante. Adoptado por un evangelista itinerante entrado en años y zapatero remendón, Fulton John Linkletter, y su esposa Mary, se mudó a California con su familia cuando era niño.
Después de la secundaria -a los dieciséis-, Linkletter tuvo algunos trabajos en Estados Unidos. Trabajó como ayudante de camarero en Chicago, estibador en Nueva Orleans, matarife en Minneapolis, empleado de boletería en Wall Street durante el fatídico desplome de la bolsa en 1929 y marino entre Nueva York y Buenos Aires.
Finalmente se matriculó en lo que ahora es la Universidad de San Diego, con la intención de convertirse en profesor de inglés. En su primer año Linkletter fue contratado como anunciador en la radio KGB de San Diego. Después de su licenciatura en 1934, Linkletter rechazó un oferta de trabajo en la docencia para seguir como anunciador, porque ganaba más.
El éxito en la radio no tardó en llegar. Fue nombrado director de programas de la Exposición Universal de California, en San Diego, en 1935; director de radio de la Exposición del Centenario de Texas en 1936, y en la misma función un año después en la Feria Mundial de San Francisco.
En 1942, Linkletter se mudó a Hollywood, donde se destacó en crear y animar programas con participación del público. Trabajando con John Guedel, que había creado ‘People Are Funny’, Linkletter fue pionero de estrafalarias proezas y entrevistas que se convirtieron en el prototipo de los ahora familiares programas de juegos, de niños, de entrevistas y reality shows en radio y televisión.
"Me río de todo lo que dicen, como si el realismo fuera un invento reciente, mandando a la gente a hacer cosas locas sin guión ni ensayos", dijo Linkletter a Larry King, de CNN, en 2003. "Montábamos un concurso trucho, mandábamos a la ganadora a San Francisco, con su marido. Y cuando estaban allá, les robábamos la casa. Cuando volvían, les hacíamos buscarla".
Llegó a enviar a los participantes a regalar dinero o a invertir en la bolsa para demostrar que ‘People Are Funny’. El programa fue transmitido por radio por NBC, a partir de 1942, y en televisión, de 1954 a 1961.
Entre sus programas de televisión más cortos se encuentran ‘Life with Linkletter’, del ABC (1950-52) y ‘Hollywood Talent Scouts’ en el CBS (1965-66).
En 1955, Linkletter fue el primer presentador de las ceremonias del día inaugural de Disneyland. Cuando su buen amigo Walt Disney dijo que sólo le podía pagar el salario fijado por el sindicato, Linkletter pidió y recibió los derechos exclusivos a la concesión de cámara y película en Disneyland durante toda una década.
Aunque Linkletter apareció en dos películas -‘People Are Funny’ (1946) con Jack Haley y Rudy Vallee, y ‘Champagne for Caesar’ (1950) con Ronald Colmanand y Vincent Price, Linkletter afirmó su fortaleza no como actor, sino como un amable y simpático conversador.
"Siempre quise ser una estrella", dijo una vez. "No tenía talento. Pero en televisión el talento más importante es que le gustes a la gente. Les gusté.
"En segundo lugar, a mí me gustaba la gente, sincera y genuinamente, y sentía curiosidad por sus respuestas. Incluso los idiotas -yo quería saber por qué eran idiotas".
Linkletter se convirtió en un adinerado hombre de negocios, con inversiones en hula hoops y excavando pozos de petróleo, minas de plomo, plantas manufactureras, restaurantes, productoras de televisión, inmobiliarias, construcción, unidades de almacenamiento móviles e incluso una bolera, una pista de patinaje y una escuela de buenos modales.
A medida que Linkletter acumulaba una gran riqueza, el niño pobre bueno se convirtió en un generoso filántropo.
Durante su vejez, Linkletter también trabajó ayudando a otros ancianos, sirviendo como presidente del UCLA Center on Aging, como portavoz nacional del grupo de interés conocido ahora como USA Next y como presidente de la John Douglas French Alzheimer’s Foundation.
En 2003, fue uno de los tres mariscales del Desfile de las Rosas.
Linkletter debió sobrevivir una tragedia personal con la muerte prematura de dos de sus cinco hijos adultos.
Se convirtió en portavoz nacional sobre drogadicción después de que su hija menor, Diane, saltara a la muerte desde su departamento en Hollywood en 1969 a los veinte años, un suicidio del que la familia responsabilizó al uso de LSD. Él y su hija ganaron un Grammy por su conversación grabada ‘We Love You, Call Collect’, una emocional plática entre padre e hija grabada poco antes de su muerte.
Su segundo hijo, Robert, murió a los 35 en un accidente automovilístico en 1980.
Su hijo mayor, Jack, que siguió a su padre en la radiofonía y trabajaba en el imperio comercial de la familia, murió a los 70 de linfoma, en 2007.
Linkletter fue presidente del National Advisory Council for Drug Abuse Prevention y fue presidente del National Coordinating Council on Drug Abuse Education and Information.
El nonagenario le contaba a quien quisiera escuchar que él cuidaba su dieta, nadaba y andaba en bicicleta y levantaba pesas cinco veces a la semana y dormía ocho horas en la noche. Esquió hasta sus 92.
También atribuía su vigor y longevidad a su esposa, la ex Lois Foerster, con la que se casó en 1935.
"Tengo un buen matrimonio, lo que reduce una gran parte del estrés", dijo Linkletter a la Associated Press en 2006.
"Pero un montón de lo que pasa, pasa entre tus orejas", decía a menudo. "Si cambias tu actitud dentro de tu mente, puedes cambiar la parte exterior de tu vida. Tienes que ser curioso".
Era tan optimista sobre su propio futuro que firmó un contrato para dictar una conferencia en Washington D.C. el día que cumpliera cien años, el 17 de julio de 2012.
Además de su esposa, le sobreviven sus hijas Dawn Griffin y Sharon Linkletter; siete nietos y quince biznietos.

7 de junio de 2010
27 de mayo de 2010
©los angeles times
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