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murió chris haney


Inventor de ‘Trivial Pursuit’.
[Douglas Martin] "Es como si fuéramos estrellas del rock", dijo a la revista Maclean en 1993, repitiendo un comentario que había hecho en otras entrevistas. "La gente todavía tirita en sus botas cuando nos ven".
¿Y por qué no? Haney, un arrugado canadiense que había dejado de estudiar en la secundaria, se unió a un colega periodista, Scott Abbott, para crear un fenómeno: un juego de mesa que ponía a prueba el conocimiento del jugador de trivialidades perversamente irrelevantes. En los años ochenta, Trivial Pursuit había superado en ventas a Monopoly.
Para cuando Haney murió en Toronto el lunes a los 59 años, se habían vendido más de cien millones de unidades del juego en veintiséis países y en al menos diecisiete idiomas, con ventas estimadas por sobre los mil millones de dólares. Y Haney, que había batallado a través de apuros económicos en la búsqueda de su sueño, terminó poseyendo canchas de golf, viñedos y caballos de carrera.
Hasbro, que en 2008 compró los derechos de reproducción de Trivial Pursuit por ochenta millones de dólares, confirmó la muerte de Haney. La compañía no mencionó la causa de su muerte, y se limitó a decir que había sufrido una larga enfermedad.
La Trivial Pursuit original, introducida en 1981, incluía seis mil preguntas triviales distribuidas en mil cartas, codificadas por categorías como historia y diversiones. (Han sido actualizadas y modificadas muchas veces desde entonces, y se han introducido muchas variaciones al juego).
Las preguntas originales podían ser difíciles: "¿Quién era el hermano gemelo de Howdy Doody?" (Double Doody).
O fáciles: "¿Cuál es el químico que se usa para limpiar las piscinas?" (Lejía).
A Haney le gustaban las preguntas inesperadas: "¿Cuál es el diamante más grande del mundo?" (El diamante de béisbol).
El juego fue todo un éxito con los baby boomers y ha tendido siempre a explotar su nostalgia. En realidad, la revista Time informó que al reparto de ‘Reencuentro’ [The Big Chill], la película de 1983 sobre una reunión de amigos de los años sesenta, le encantaba jugar Trivial Pursuit en el plató.

Christopher Haney nació en Welland, Ontario. (Existe incertidumbre sobre la fecha, pero las referencias concuerdan en su edad de 59 años). Abandonó la secundaria a los diecisiete y más tarde dijo que lo lamentaba -que debería haberla abandonado a los doce. Su padre trabajaba para la agencia de noticias The Canadian Press, y le consiguió un trabajo allí como chico de los recados. Más tarde se encargó de la sección de fotos en Ottawa y Montreal y se mudó más tarde a The Montreal Gazette como editor de fotografías.
La noche del 15 de diciembre de 1979, Haney y Abbott, que era entonces periodista deportivo de The Canadian Press, estaban jugando Scrabble. Haney se preguntaba en voz alta si acaso podrían inventar un nuevo juego igual de bueno.
Contrariamente a lo que dice la leyenda, no estaban ni en una taberna ni iban en la décimo octava cerveza. En realidad estaban en casa de Haney en Montreal y en su primera cerveza cuando Haney sugirió un juego basado en trivialidades, contaron a The Hamilton Spectator en 1993. Para cuando Haney estaba abriendo la nevera para sacar la segunda cerveza, estaban diseñando mentalmente el tablero.
Su siguiente paso fue ir a la feria de juguetes de Montreal y presentarse a sí mismos como un equipo de periodista y fotógrafo. Bombardearon a expertos en juegos con preguntas y volvieron a casa con lo que Haney dijo que eran "diez mil dólares en información".
Luego incorporaron al hermano de Haney, John, que a su vez introdujo a un amigo, un colega fanático del hockey. Pero necesitaban más inversores y se volvieron hacia los amigos en sus salas de redacción. Un problema, de acuerdo a The Globe y al Mail de Canadá, era que la gente había oído decir que eran "estafadores". Como ejemplo, el diario mencionó una cadena que habían empezado los socios que resultó ser más rentable para los originadores pero no para los que venían detrás en la línea.
Sin embargo, lograron reunir cuarenta mil dólares de 32 inversores. La madre de Haney no era uno de ellos: él la había convencido de retirar su inversión por temor a que perdiera su dinero.
En un viaje a España, Haney trabajó dieciséis horas al día escribiendo preguntas, según contó él mismo, llevando a algunos inversionistas a sugerir que estaban pagando sus vacaciones. Un artista desempleado le ayudó con el diseño. Pero las cosas no resultaron de inmediato: los compradores en la feria de juguetes se mostraron escépticos con el proyecto. Haney empezó a tener ataques de pánico, contó al Globe y al Mail.
Pero después de que encontrara a un fabricante y el juego fuera lanzado al mercado en Canadá, la publicidad boca a boca empezó a surtir efecto. El juego despegó, con ventas de casi ochocientos millones de dólares en 1984. Se calcula que una de cada cinco familias estadounidenses compró el juego, y Selchow & Righter, los fabricantes de Parcheesi y Scrabble, compraron la licencia estadounidense durante los días de apogeo del juego a mediados de los años ochenta. La propiedad empezó a rebotar de compañía en compañía, incluyendo a Parker Brothers, hasta que Hasbro compró los derechos en 2008.
El matrimonio de Haney con su primera esposa, Sarah, terminó en divorcio. Le sobreviven su segunda esposa, Hiam Haney; sus hijos John y Thomas; su hija Shelagh; y un hermano y una hermana.
Haney libró y ganó una batalla jurídica de trece años contra un hombre que decía que él le había dado la idea de Trivial Pursuit cuando Haney lo recogió haciendo autostop. Ganó otro litigio con un escritor que afirmaba que Haney había copiado preguntas de sus libros, lo que Haney reconoció prestamente.
El veredicto del juez: No se pueden robar trivialidades.

14 de junio de 2010
2 de junio de 2010
©new york times 
cc traducción mQh
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