la sentencia de manuel cepeda
1 de julio de 2010
Yo sí leí completa la sentencia del caso Manuel Cepeda Vargas.
[Germán Contreras Mejía] Pero parece que el presidente Uribe no, y seguro que la mayoría de los colombianos tampoco, y les informo, que al presidente Uribe, con todo y lo que lo aprecio por el servicio que le ha prestado al país, no se le puede creer todo.
El siguiente fragmento expone una parte del análisis de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre la responsabilidad del estado colombiano en relación a las circunstancias que rodearon el acto criminal que le cegó la vida el entonces senador Manuel Cepeda Vargas.
"Por ende, en ese referido contexto, la ejecución del Senador Cepeda Vargas fue propiciada, o al menos permitida, por el conjunto de abstenciones de varias instituciones y autoridades públicas de adoptar las medidas necesarias para proteger su vida, entre las cuales destaca la falta de investigación adecuada de las amenazas en el marco de un alegado plan de exterminio de dirigentes de la UP. Es claro que, en este caso, la ejecución de un Senador de la República no podría haberse llevado a cabo sin la planificación (supra párr. 101) y coordinación necesarias (infra párrs. 114 y 115). Fue a partir de ese momento que comenzó a concretarse el incumplimiento de las obligaciones de respetar y garantizar su derecho a la vida, dadas las graves faltas en los deberes estatales de prevención y protección" (Fragmento de la sentencia del caso Manuel Cepeda Vargas, CIDH).
Los perpetradores materiales, dos sargentos del ejercito, salieron hace rato, purgando condenas de 10 y 11 años. Pero lo que produce una desilusión terrible, fue la primera sanción impuesta por sus superiores militares: Represión Severa = Amonestación verbal fuerte en frente de la tropa formada. Por un asesinato? Desde luego fue apelada, y la primera condena fue de 43 años, que luego se redujo a 26, y terminó convertida en el tiempo antes mencionado. Por esto y otras joyas que se describen en la sentencia de la CIDH, es que la declaración del presidente Uribe da pena. Es un acto bárbaro tergiversar las cosas de esa manera. Y en los puntos resolutivos, lean lo que dice la CIDH. No pude haber una condena más clara y explícita al Estado colombiano: es un crimen de estado. El que no crea, que se lea la sentencia completa antes de agarrarme a piedra.
"La Corte declara por unanimidad, que:
1. Acepta el reconocimiento parcial de responsabilidad internacional efectuado por el Estado, en los términos de los párrafos 13 a 23 de la presente Sentencia.
2. El Estado violó los derechos a la vida e integridad personal, reconocidos en los artículos 4.1 y 5.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en relación con el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio del Senador Manuel Cepeda Vargas, en los términos de los párrafos 67 a 126 de este Fallo.
3. El Estado violó los derechos a las garantías judiciales y protección judicial, reconocidos en los artículos 8.1 y 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en relación con el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio del Senador Manuel Cepeda Vargas y sus familiares, en los términos de los párrafos 127 a 167 de este Fallo.
4. El Estado violó los derechos a la protección de la honra y la dignidad, la libertad de pensamiento y expresión, la libertad de asociación y los derechos políticos, reconocidos en los artículos 11, 13.1, 16 y 23 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en relación con el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio del Senador Manuel Cepeda Vargas, en los términos de los párrafos 168 a 179 de esta Sentencia.
5. El Estado violó los derechos a la integridad personal, protección de la honra y de la dignidad, derecho de circulación y de residencia, reconocidos en los artículos 5.1, 11 y 22.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en relación con el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de Iván Cepeda Castro, María Cepeda Castro, Olga Navia Soto, Claudia Girón Ortiz, María Estella Cepeda Vargas, Ruth Cepeda Vargas, Gloria María Cepeda Vargas, Álvaro Cepeda Vargas y Cecilia Cepeda Vargas, en sus respectivas circunstancias, en los términos de los párrafos 180 a 210 de este Fallo.
6. No corresponde emitir un pronunciamiento sobre la alegada violación de los artículos 41 y 44 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en perjuicio del Senador Manuel Cepeda Vargas, ni sobre el alegado incumplimiento del artículo 2 de la misma" (Fragmento de la sentencia del caso Manuel Cepeda Vargas, CIDH).
La Unión Patriótica (UP), un partido derivado de los Acuerdos de la Uribe con las FARC-EP, en la época del presidente Betancur, fue considerado como el brazo político de dicha guerrilla. A la UP se integraron miembros del Partido Comunista Colombiano (PCC), entre ellos Manuel Cepeda Vargas (Q.E.P.D), y el hoy vicepresidente electo Angelino Garzón, quien también pasó a la UP.
Dicha fuerza fue perseguida sistemáticamente hasta casi ser exterminada. (Lo admite el exfiscal Armando Iguarán, sentencia de la CIDH). La UP buscó el cambio desde la oposición de izquierda, alcanzó varias curules en el congreso, alcaldías, concejales y diputados, incluso estuvo en la Asamblea Nacional Constituyente del 91 para redactar la nueva constitución del país.
Su exterminio sistemático, como expresó el Expresidente Samper, en un aparte de la sentencia del aquí mencionado caso, se debe a la intolerancia y la McArtización de la política. A largo plazo ese genocidio le hizo un daño enorme al país porque radicalizó aun más a las FARC, y definitivamente extinguió la posibilidad real de alcanzar la paz por la vía negociada, cuando aun era viable. Los que teníamos esto en mente, no le dimos muchas esperanzas al proceso del Caguán. Por el precedente, aun fresco en la memoria de la guerrilla del genocidio de la UP. Los diálogos fueron una farsa. Para las FARC: parte de la estrategia para llegar al poder por la vía armada aplicando uno de los tantos principios del Tsun Tsu, y para Pastrana.... que le dijeran presidente, al menos por 4 años, y expresidente toda su vida.
El presidente Uribe afortunadamente enderezó la situación, y recuperó el terreno perdido en materia de seguridad nacional, y se avanzó en como nunca antes en la historia del país, en la presencia y consolidación del Estado en todo el territorio nacional.
Una de las lecciones de este emblemático caso de asesinato sobre el que la CIDH se acaba de pronunciar la semana pasada, es que no importan las "buenas" intenciones que se tengan para preservar la democracia, porque cuando se ejecuta el asesinato de un político y además luego se encubre como lo describe la sentencia, se destruye la confianza institucional, se destruye la confianza en los valores que fundaron la república, se destruye la civilidad, la autoridad emanada de los ciudadanos con derechos, y se convierte el país en un coliseo donde se sacrifican ciudadanos a voluntad, de quién?, del que o los que se ha(n) arrogado el derecho de llamarnos a los demás brutos, y desprecian la fuerza del voto, de la democracia, y de los derechos que se adquieren al nacer en un país democrático.
©1 de julio de 2010
27 de junio de 2010
©semana
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